Por Fernando Almirón
Los
senadores del PJ llegaron ayer puntualmente, a las 11.30, a la Casa Rosada
para reunirse con el presidente Fernando de la Rúa. El encuentro fue
ideado por el presidente de la bancada justicialista, Augusto Alasino, y
apoyado por una treintena de legisladores peronistas que vieron en la
reunión la posibilidad de formular ante el Ejecutivo una serie de
demandas a favor de sus provincias. Mientras en el Gobierno imaginaban un
rápido y exitoso paso de la ley de reforma laboral por el Senado donde la
Alianza es minoría, en la Cámara alta los comentarios sobre el cónclave
se reducían a la dura interna que disputan los legisladores peronistas en
la que Alasino pareció ayer haber salido triunfador. �Acá el único
que ganó fue el oficialismo�, aseguró Jorge Yoma, que prefirió no
asistir al encuentro.
A los senadores justicialistas no les debe haber gustado que el ministro
de Economía, José Luis Machinea, haya oficiado como vocero del encuentro
que el presidente De la Rúa mantuvo ayer con la mayoría de los
integrantes del bloque opositor en la Cámara alta. �Se comprometieron a
no cajonear� el proyecto de ley de reforma laboral, aseguró el
ministro, quien agregó que �los legisladores entendieron que deberán
tratarla con la rapidez del caso�. Machinea hizo estas declaraciones a
la prensa al abandonar el cónclave antes de que el grupo de senadores
encabezados por Alasino terminaran de despedirse del Presidente.
Los legisladores de la oposición prefirieron dar una versión menos
complaciente del encuentro de 90 minutos del que participaron, entre
otros, los senadores Eduardo Bauzá, Carlos Corach, Alberto Tell, Ricardo
Branda, Ramón Ortega, Antonio Cafiero, Osvaldo Sala, Remo Constanzo, Omar
Vaquir y José Carbonell. Y aseguraron que �el Presidente, con el estilo
que lo caracteriza, anotó punto a punto cada uno de los planteos de cada
senador, contestó a cada uno de ellos, y dijo que la solución a los
temas no quedarían como simples expresiones de deseo�. Según Vaquir,
De la Rúa se comprometió a �enviar a sus ministros a dar explicación
sobre sus proyectos si el bloque del PJ así lo requiere�.
Alasino agregó que su bancada también le planteó �una queja� al
Presidente por �la permanente carga de descrédito� que hacen en los
medios los funcionarios gubernamentales contra los integrantes de la
administración menemista. �Le pedimos que si hay pruebas las lleven a
la Justicia, pero que terminen con esta especie de persecución mediática�,
aclaró el chubutense Sala a Página/12.
Los senadores del PJ llegaron al Salón Norte de la Casa de Gobierno con
una grilla de oradores previamente elegidos para volcar ante De la Rúa
sus inquietudes en medio del tratamiento de la reforma laboral en el
Congreso. José Luis Gioja se ocupó de hacer el descargo de aquellas
provincias que aparecen como las responsables del actual déficit
nacional. Y con números en la mano enumeró la transferencia que esas
mismas provincias hacen al Estado nacional, en un intento por demostrar
que en realidad las economías provinciales son las víctimas del déficit
del gobierno central. José Carbonell aprovechó la presencia del ministro
de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, para proponerle al Gobierno
la realización de obras postergadas y nuevos proyectos en el interior del
país consensuados previamente con los gobernadores. Rubén Pruyas y
Arturo Di Pietro se refirieron a la necesidad de respaldar las pymes con
créditos accesibles. El jujeño Tell se ocupó de explicarle a De la Rúa
la posición del bloque respecto de la reforma laboral y los puntos que se
consideran no negociables. El cierre estuvo a cargo del bonaerense
Cafiero, que reconoció la importancia de un trabajo legislativo conjunto
entre oficialismo y oposición y le pidió al ministro Gallo que para que
esto sea posible modere sus denuncias contra los ex funcionarios del
gobierno peronista.
A cambio de escuchar sus demandas, De la Rúa recibió de los senadores
opositores su promesa de no �cajonear� la reforma laboral y dar el
debateen el recinto. En el Gobierno temían que el justicialismo, que es
mayoría en la Cámara alta, decidiera postergar interminablemente el
tratamiento de la reforma que el Ejecutivo necesita sacar de inmediato.
Según el senador Yoma, la de ayer �fue una reunión social sin
trascendencia política�. El riojano, si bien reconoció la necesidad de
muchos de sus pares de plantear cara a cara con el Presidente las
necesidades de sus respectivas provincias, aseguró que el PJ �debería
mantener su perfil opositor y no mimetizarse con el oficialismo porque
ahora está bien en las encuestas, porque cuando las encuestas se les den
vuelta nos vamos a hundir con ellos�. Héctor Maya, Eduardo Menem,
Fernando Cabana y Eduardo Arnold, al igual que Yoma, prefirieron quedarse
en sus despachos durante el mediodía de ayer mientras diseñaban cómo
responder a la movida de Alasino, al que algunos calificaron de �besamanos�
del poder.
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