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Mar del Plata azorada por la historia de los jóvenes narcos

El padre de unos de los cuatro detenidos con un cargamento de éxtasis no lo puede creer. Ninguno quiso hablar con su familia.


t.gif (862 bytes) �Me cuesta creer que mi hijo esté involucrado en una cosa así�. Miguel Angel Montecchia es el padre de uno de los cuatro chicos detenidos en España por tráfico de drogas. Hasta ayer no había tenido datos de su hijo: supo de lo ocurrido a través de los medios. La sorpresiva intromisión de los jóvenes en un negocio de narcotráfico asombró a todo el barrio Bernardino Rivadavia de Mar del Plata. Según pudo saber Página/12 por fuentes de la Cancillería, ninguno de los cuatro jóvenes optó por comunicarse con su familia. En un encuentro con las autoridades del Consulado, dijeron que preferirían evitar los contactos y sólo uno aceptó hablar con un hermano que puso un abogado que asumirá la defensa de los cuatro. Los marplatenses hoy serán puestos a disposición de un juez mientras la policía investiga ahora las conexiones con una banda internacional.
El padre de Juan Pablo dejó en suspenso ayer su reparto diario de pan.
�Sabemos que viajó a España para las Fiestas �comentó�. El trabaja allá en un restaurante y espero tener noticias, pero no sé nada�. Miguel Angel no sabía nada de aquella actividad que realizaba Pablo. Hasta antes de la partida, su hijo era empleado del sector textil, en el fuero doméstico: colaboraba en casa, con los tejidos que hace su madre. Todo marchó sin cambios, hasta noviembre. En ese momento, el chico de 25 años recibió una invitación para el viaje: su hermano, asentado en España, promovió la posibilidad a la que adhirieron dos de los chicos que fueron detenidos en Barajas.
Junto a Pablo viajó Guillermo Retamozo. Antes del viaje a España �según se supo� vivió durante un tiempo en Brasil. Los vecinos del barrio de los Montecchia explicaron que Guillermo, de 24 años, llegó de su viaje poco antes de las Fiestas y, por lo tanto, poco antes de la partida hacia España. Con ellos viajó también la novia de Pablo, María Luisa Décima, de 22 años. Fuentes de la Cancillería confirmaron a este diario que los tres tenían el último ingreso a España fechado hace treinta días con residencia en Alcalá. Sin embargo, datos de Interpol indican que Pablo y su novia habían viajado a España por Vasp el 15 de diciembre. Retamozo y Valeria Alejandra M.A., de 20 años �convertida en la cuarta detenida�, lo habrían hecho el 30 de enero por Aerolíneas Argentinas.
El miércoles antes de las diez, los cuatro estaban esperando abordar un vuelo hacia Filadelfia, con destino final hacia Miami. Hacia allí partían con un cargamento de 28,3 kilos de 120 mil dosis de éxtasis que fueron distribuidas en 81 paquetes. Acomodaron una parte de la carga entre el equipaje. La otra, la acomodaron bajo la ropa y en las riñoneras de los dos caballeros. Pero algo de pánico extra parece haberlos delatado. El jefe policial del aeropuerto madrileño, Mario Gago, explicó que �la maniobra era bastante burda, torpe, eso nos hace pensar que no se trata de personas muy introducidas dentro de la red de comercialización, sino posiblemente de simples correos�.
Estos potenciales simples correos caminaban con torpeza y demasiado rígidos para hombres de su edad. La comisaría aeroportuaria rastreaba un posible tráfico de contrabando de joyas a Estados Unidos y, en ese contexto, descubrieron a los cuatro argentinos. Tras el primer encuentro con ellos, el comisario Gago dio su impresión: �Es gente extraordinariamente educada, estaban bien vestidos y al margen de los hechos, nosotros tenemos una muy buena impresión de ellos�.
Con todo, los muchachos intentaban sacar de España una carga valuada en 1,4 y 2,1 millón de dólares, que originalmente provendría de Holanda. Para España, la pesquisa se convirtió en el secuestro más importante ocurrido en un aeropuerto local. Ahora la investigación apunta a establecer si tenían algún contacto en Argentina, a fin de dar con todo el organigrama de la red de narcotráfico que se supone integraban.

 

Protesta por la cárcel contravencional

Medio centenar de travestis, gays, lesbianas y transexuales provistos de pancartas, carteles y globos se concentraron frente a la Cámara Criminal Correccional, en protesta contra la próxima inauguración de una cárcel para contraventores, la discriminación y en demanda de puestos de trabajo para no tener que ejercer la prostitución. La particular protesta, que incluyó una olla popular, se inició a las 19 horas del miércoles bajo la consigna �Cárceles no, presupuesto para educación y trabajo� y concluyó ayer a la misma hora con un acto del que participaron representantes de las distintas organizaciones convocantes.
Los manifestantes, según explicaron a viva voz, protestaron contra la apertura del establecimiento carcelario ubicado en Viamonte 1155, que se pondrá en funcionamiento a fines de este mes, para alojar tras sus paredes a los infractores.
El flamante edificio, de seis niveles, tendrá capacidad para albergar a unos 100 contraventores, quienes, según lo dispuesto por el Código Contravencional porteño, podrán purgar penas que van de las 48 horas a los 30 días de arresto. La nueva penitenciaría estará separada en pabellones discriminados por sexo y tendrá un lugar especialmente destinado a los transexuales, además de vigilancia interna a cargo de unos 30 agentes penitenciarios que recibirán una capacitación previa para el cuidado de los contraventores.

 

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