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En concreto, la presión estadounidense pasa por impedir que en el Congreso cambien la actual ley de Patentes medicinales. William Daley, secretario de Comercio de aquel país, dejó en claro que si los legisladores cambiaban la norma, la Argentina sería denunciada ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para ser sancionada. La pelea gira en torno de un negocio que en la Argentina factura unos 4500 millones de pesos cada año.
La actual ley de Patentes
obliga a los laboratorios argentinos a pagar regalías a los extranjeros a
partir del próximo 24 de octubre. Los empresarios y legisladores no
cuestionan esta exigencia. Lo que sí quieren es incluir una cláusula,
similar a la que ya existe en otros países de la región, como Brasil y
Uruguay, por la cual se establezcan cupos mínimos de producción dentro
del país y obligue a los dueños de las patentes extranjeras a autorizar
la fabricación de un medicamento a un laboratorio local en caso de que éste
tenga condiciones para hacerlo.
Enterados de la movida, los
delegados de Bill Clinton reaccionaron con firmeza durante su paso por
Buenos Aires. "Los cambios que se proponen violan las regulaciones de
la OMC", aseguró Daley. Desde Economía prefirieron la cautela.
Mario Vicens, secretario de Hacienda, dijo que la propuesta de los
legisladores "habrá que discutirla, pero teniendo en cuenta también
la opinión de un país que se siente afectado".
En el Congreso no son
amigables. "Si aprobamos los cambios, pueden ir a quejarse a la OMC o
a donde se les ocurra, porque van a perder. El proyecto está dentro de
las normas que permite la Organización", desafió el diputado
aliancista Rafael Flores. El titular de la comisión de Industria de la Cámara
baja, Juan Pablo Baylac, también salió en defensa de la iniciativa.
"Si Daley fuera un hombre equilibrado, tendría que admitir la
asimetría profunda que la Argentina padecerá con respecto a Brasil si la
ley no es modificada", apuntó.
Los empresarios también
salieron a jugar fuerte. "Me sorprendería que el Gobierno ceda a la
presión de Estados Unidos. Tiene que hacer lo que debe, que sea bueno
para los intereses del país", señaló Pablo Challú, titular de
Cilfa, la cámara que agrupa a los laboratorios argentinos.
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