Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ASALTARON TRES BANCOS EN APENAS DOS HORAS
Con el arma en una mano y el cronómetro en la otra

Dos de los robos de ayer tuvieron lugar en el Francés de Caballito y en el Galicia de Paternal

"Robo express" denominan a una tendencia que crece rápidamente y preocupa al Gobierno: los asaltos a bancos tienen lugar en menos de dos minutos. Casi siempre, los ladrones logran huir antes de que llegue la policía. Este año ya hubo 19. Ayer fueron tres --en Caballito, Devoto y Paternal-- en dos horas.


Por Alejandra Dandan
t.gif (862 bytes) 
No sólo se impuso sino que, todo hace pensar, seguirá creciendo. El "robo express" es la tendencia hegemónica entre las bandas de ladrones. Bajo esta modalidad fueron asaltados ayer, en apenas dos horas, tres bancos porteños, con los que ahora son 19 los robos ocurridos desde comienzos del año. O sea, casi uno cada dos días. Se trata de un robo fácil, controlado por cronómetro, con delincuentes que saben que el cometido debe hacerse en menos de un minuto y veinte segundos: después llega la policía. Estas cifras en crecimiento regular, preocupan a los funcionarios del Ministerio del Interior que, en diálogo con Página/12, reconocieron el riesgo de una expansión que puede desarrollarse por contagio. Existen datos que alientan peligrosamente esa tendencia: la relativa facilidad con que los ladrones se alzan con el dinero y los índices "bajísimos" --según se admite-- de asaltantes detenidos.

  Parece, después de todo, un negocio redondo: en poco más de un minuto, la banda express se lleva en promedio entre diez y quince mil dólares de un banco. En la cuenta de los 45 atacados este año, ayer ingresó el Francés de Caballito, el Banco Río de Devoto y una sucursal de Galicia en Paternal. La maniobra en cada uno de ellos fue similar a la registrada durante los últimos meses en las entidades bancarias. "Fue como en las películas --contó uno de los empleados del Francés a este diario--: uno entró a pedir cambio con otro, después entraron tres más y fueron derecho a las cajas." La película incluyó una voz cantante que ordenó "'todos al piso' --continúa--. El que hablaba tenía capucha y era el del FAL, el resto tenía armas cortas". De la sede del banco, los cinco hombres lograron llevarse doce mil dólares, cifra similar a la rescatada en las otras dos entidades. En el Banco Río el dinero extraído fueron diez mil pesos y en el Galicia quince mil.

  "Estas bandas actúan en un minuto y medio, roban el auto el día anterior, suelen llegar con armas largas y no avanzan sobre el tesoro para que la policía no tenga tiempo de llegar", indicó a este diario un conocido abogado. El auto robado suele reemplazarse por uno propio en un radio no mayor a las diez cuadras. Dentro del banco, cada uno tiene un cometido preciso. El jefe da la voz de mando y controla el tiempo, como ocurrió ayer en el Banco Francés: "El encapuchado decía: tiempo, tiempo, tiempo", describe de nuevo el joven que aún intenta descifrar aquel comentario. Es el jefe quien debe controlar que la tropa no se exceda. Ese control puede hacerlo con cronómetro o un simple reloj. Las cajas se vacían hasta que el minuto treinta corta la maniobra. "No pueden demorarse más porque ése es el tiempo que suele tardar la policía... cuando el tránsito es normal", comenta un funcionario de Policía Federal. A partir de ese instante se inicia la huida que rara vez puede incluir el atraco a un segundo banco. Aunque esa hipótesis fue pensada ayer cuando la suma de bancos robados llegó a tres y en un mismo radio. Pero los especialistas dicen que "si ocurre, un robo se hace en Capital y otro en provincia, para evitar riesgos".

  A grandes rasgos ésta es la base del robo express o --en la jerga-- el modo en que accionan los "cajoneros". Mientras la policía admite, por lo bajo, que "solemos retrasarnos", explican que las dificultades de tránsito molestan también el escape de los ladrones, que ahora "están empezando a usar motos" para evitarlo.

  La banda puede estar formada por cinco o seis personas. Uno es el jefe y el resto "son burquitas": hombres del ramo, generalmente poco profesionales que, suelen no tener antecedentes. Esta característica sirve a la policía para argumentar incluso sus dificultades a la hora de las detenciones: "A veces no tienen antecedentes --precisa el jefe policial-- e identificar a alguien por las filmaciones del banco, ¿imagínese cuánto tiempo puede llegar a tardar?". A la complicación técnica, suman otra: "Las bandas cambiaron --agrega el hombre--: ya no se asocian en forma permanente. Hay muchas mutaciones".

  El robo a bancos evita, en general, el área del microcentro por la cantidad de efectivos vigilando. Hasta hace unos meses, los preferidos eran los sectores cercanos a la General Paz, que facilitan la salida de la Capital. Entre los bancos asaltados de ayer, uno está en el barrio de Caballito y esta ubicación es la que empieza a mirarse como síntoma de la expansión.

  Desde el Ministerio del Interior, el subsecretario de Seguridad, Carlos Martín, impulsa la formación de un Consejo Permanente dedicado al tema bancario. El motivo: "Esta realidad que nos preocupa", dice mientras evalúa los 162 robos del '99 y marca los 45 sucedidos sólo entre enero y febrero. En diálogo con Página/12, Martín reconoció "más allá de la buena voluntad, algo está fallando" y que los sistemas de filmación no son suficientes. "Habría que avanzar sobre el detector de metales --dice-- para entorpecer el ingreso, porque una vez adentro es difícil repeler el asalto, por un tiroteo." Los mecanismos que se deberían implementar están siendo adoptados lentamente por las entidades bancarias (ver aparte): sus críticos sostienen que "son reacios a las inversiones".

  Aunque el Gobierno teme que la tendencia se incremente y aumente el riesgo de "la intromisión de ladrones no profesionales, que tiren a matar", Martín da el visto bueno a algunas medidas tomados por el Banco Central. Desde el año pasado los bancos no pueden dejar más de diez mil dólares en las cajas, el resto debe guardarse en el Tesoro. Por esta razón la recaudación en los robos es menor. 

 

Los asaltos en cifras

    Según un informe del Banco Central, las sucursales asaltadas entre enero y noviembre del año pasado fueron 158 y la suma sustraída de ellas fue de 20 millones de pesos.

  El aumento de asaltos fue sustantivo si se lo compara con los de todo 1998, año en que los robos llegaron a 104 y se sustrajeron siete millones. Es decir que en 1999 se robó casi tres veces más dinero que el año anterior.

  Si se analiza el año en curso, en apenas 50 días, la consultora Sasetech tiene registrados en su base de datos 19 robos a bancos. En éstos, según la misma fuente, están computados no sólo los asaltos tipo comando sino también los robos a cajeros automáticos y a cajas de seguridad.

  Comparando los meses de enero de 1999 y 2000, se desprende que mientras que en ese mes del año pasado fueron robadas cinco entidades bancarias, en el presente año el número ascendió a 12. Según el informe de la consultora, la mayor cantidad de robos del año pasado se produjo en provincias con crisis policiales.


PARA EL GREMIO, LOS BANCOS NO CUMPLEN
La seguridad en debate

En setiembre del año pasado el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio a conocer una normativa, consensuada por las entidades que nuclean a los bancos, la Secretaría de Seguridad, la Policía Federal y la Asociación Bancaria, sobre nuevas disposiciones en materia de seguridad, de implementación progresiva, que se distribuyó entre todos los bancos. Sin embargo su cumplimiento a la fecha, debido a diversas razones, parece llevarse a cabo en cámara lenta. Eso sostiene el documento dado a conocer ayer, tras los tres robos, por el gremio que nuclea a los bancarios: allí se denuncia el bajo acatamiento en el sistema bancario de lo dispuesto por el BCRA y a las tres entidades bancarias asaltadas de "no cumplir, ni siquiera, con las insuficientes medidas de seguridad vigentes."

  Según se desprende del documento difundido por el BCRA, los bancos están obligados a incorporar de forma paulatina, entre otras, las siguientes medidas de seguridad: instalación de circuitos cerrados de televisión, sistemas de enlace, vía handy o teléfonos, entre el personal de vigilancia y la policía, modificación del horario de apertura del tesoro, al comienzo de la jornada, para evitar los robos cuando se distribuye el dinero a las cajas, reducción del monto de efectivo destinado a las cajas de atención al público y la instalación de sistemas de doble puerta con exclusa o detector de metales.

  Sin embargo, y según el documento dado a conocer por la Asociación Bancaria, apenas 25 entidades han cumplido hasta el momento con las disposiciones. "El incumplimiento es muy alto debido a que el Banco Central no tiene la estructura suficiente como para controlar si efectivamente se llevan a cabo sus disposiciones. Acá tiene que tomar cartas en el asunto la Secretaría de Seguridad y transformar este cuerpo normativo en obligatorio", aseguró a Página/12 Juan José Zanola, secretario general de la Asociación Bancaria.

  Para Alberto Alonso, de la consultora de seguridad Sasetech, el problema de la seguridad bancaria se ve dificultado por dos razones: "Una de índole económico y otra de tipo estética. Existe el sistema de doble puerta con detector de armas y los vidrios blindados para proteger a los cajeros, pero desde los bancos se prioriza la reducción de costos y el diseño e imagen de las sucursales." Al respecto Zanola es categórico: "Acá hay sucursales que son muy lindas, pero ni siquiera tienen el bunker para el guardia de seguridad. Hoy es más fácil asaltar un banco que robar un kiosco."

 

PRINCIPAL