Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 

El triunfo del hijo de su padre

Aunque George W. Bush Jr. ganó la crucial primaria republicana de Carolina del Sur ayer, le costó mucho y el futuro no es seguro.

Junior entregando copias autografiadas de su libro.
El gobernador de Texas puso toda la carne en el asador.


t.gif (862 bytes) Página/12 en EE.UU.
Por Mónica Flores Correa desde Nueva York

Por fin se le dio. George W. Bush Jr., hijo del ex presidente George Bush y actual gobernador de Texas, se imponía ayer en las cruciales primarias de Carolina del Sur por un gran margen (68 a 22 por ciento, según algunos cálculos) donde la derrota hubiera implicado perder la condición de candidato líder en las elecciones internas del Partido Republicano. De acuerdo con estimaciones adelantadas por la cadena CNN, Bush Jr. logró finalmente bloquear la carrera del �candidato insurgente�, el senador por Arizona y veterano de la guerra de Vietnam John McCain (ver perfil en esta misma página).
El ardor y virulencia de la campaña en este conservador estado sureño de pasado segregacionista, que fue el primero en declarar la secesión de los estados norteños cuando se desencadenó la guerra civil, fueron extraordinarios y proporcionales a lo que estaba en juego para los dos candidatos: una victoria que implica un espaldarazo psicológico importantísimo para conquistar la nominación de la candidatura republicana. Aunque las encuestas estaban del lado de George W. Bush, dándole un margen de superioridad que osciló entre 8 y 10 puntos sobre su rival, la impresionante derrota sufrida en New Hampshire por el hijo del ex presidente a expensas del ex combatiente de Vietnam, quien se impuso allí por 19 puntos, hizo que su equipo de campaña desplegase toda la artillería para intentar asegurar el triunfo. No ahorraron esfuerzos ni dinero. De hecho, de los 70 millones de dólares que tenía para financiar la campaña, Bush ya �quemó� 50 millones y una cantidad preponderante de esta suma la destinó a seducir a los religiosos, militaristas y antiabortistas carolinos. Las próximas primarias son el martes en Arizona y Michigan, rumbo al �supermartes� 7 de marzo donde 11 estados deciden los candidatos finales.

 

Claves

  George W. Bush Jr. se impuso ampliamente ayer en una elección considerada como bisagra, pero la masa de recursos y las tácticas sucias que debió usar mostraron lo mucho que podía llegar a desafiarlo un �candidato insurgente� sólido, como su contrincante el senador y héroe de la guerra de Vietnam John McCain (ver perfil).
  El triunfo de Bush saca las papas del fuego al establishment republicano, que jugó todas sus fichas al hijo del ex presidente.
  Los próximos pasos son primarias en Arizona y Michigan pasado mañana, y en 11 estados el �supermartes� 7 de marzo, donde se decidirá quién enfrenta al demócrata Al Gore y el legado clintoniano del período de prosperidad más largo de la economía norteamericana.

 

JOHN MCCAIN
El insurgente que no fue

Por G.A.U.

�Por mucho tiempo he reafirmado mi individualismo como la primera y mejor línea de defensa contra ataques de todo tipo�. Ese principio cardinal de John S. McCain III será puesto a una prueba en los próximos días tras su derrota en la primaria de Carolina del Sur. En una contienda política dominada por delfines políticos, su desafío contra el establishment republicano, representado por el hijo primogénito de la dinastía Bush (George W.), no pudo ser más que quijotesco. En su lucha por conseguir la nominación presidencial republicana, el �individualismo� fue en efecto la mejor carta del senador de Arizona. El 1 de febrero rindió frutos con su aplastante victoria en New Hampshire. Ayer, ante los ataques contra sus logros y credenciales conservadores, evidentemente no fue suficiente.
McCain nunca desconoció el infortunio. Las Fuerzas Armadas y la guerra moldearon su personalidad. Sin embargo, su carrera militar fue, prácticamente como su vida entera, atípica. McCain nació en 1936 en una de las bases de Estados Unidos en el Canal de Panamá. En la Academia Naval de Annapolis (a donde entró siguiendo una tradición familiar), se caracterizó por problemas disciplinarios y frecuentes peleas con sus compañeros. Graduándose casi el último de su clase, participó a bordo del portaaviones USS Oriskany del bombardeo norteamericano contra Vietnam del Norte. En octubre de 1967, durante su 23ª misión, McCain fue derribado sobre Hanoi. Nunca logró superar los efectos físicos y psicológicos de su experiencia como prisionero de guerra en Vietnam del Norte. Al eyectarse del avión, se quebró dos brazos y una pierna. En 1968 sus captores le ofrecieron liberarlo antes que sus camaradas. McCain se rehusó. Dos meses después, sin embargo, luego de palizas diarias y dos intentos de suicidio, firmó una confesión en la que decía ser �un criminal infame y un pirata aéreo, los vietnamitas me dieron atención médica que no merecía�. Ese fue su peor momento, tanto que aún hoy confiesa que �me es difícil suprimir la culpa. La verdad es que ni siquiera lo intento�. En 1973 regresó a Estados Unidos, pero, naturalmente, su vida nunca fue la misma. Sus heridas (que todavía le impiden elevar los brazos por encima de su cabeza) le vedaron la aviación y la posibilidad de llegar a ser almirante. Un trabajo como enlace de la Armada con el Senado despertó su interés por la política y en 1986, luego de un mandato en la cámara baja, entró al Senado.
Varias características se destacan de sus acciones como senador. Una es su temperamento explosivo. En una ocasión durante un debate un colega le preguntó �¿usted me está llamando estúpido?�, a lo que McCain disparó �no, lo estoy llamando un fucking idiota�. Por otra parte, su estadía en el Senado reveló que podía trabajar gustosamente con demócratas para impulsar propuestas comunes. De hecho, su proyecto de ley más famoso, que intenta poner límites a los aportes de dinero a los partidos, fue redactado en colaboración con el demócrata Russel Feingold. Esa ley, que fue derrotada, terminó de definir a McCain como un cruzado de la reforma de las leyes de financiamiento político. Por otra parte, el legajo de McCain demuestra algo innegable: más allá de sus ideales reformistas, no se inclina de ninguna manera hacia la izquierda. En el Senado votó a favor de la destitución de Clinton durante el impeachment, en contra del aborto (varias veces), y a mediados de los �90 a favor de ajustazos presupuestarios. Durante la guerra de Kosovo estuvo fuertemente a favor de enviar tropas de tierra. También hay que notar que su pasado no fue del todo limpio. McCain no puede decir que nunca recibió favores de grandes empresas, tales como viajes en avión o cenas gratis. También estuvo implicado, aunque se lo pronunció inocente, en un escándalo relacionado con la quiebra de un fondo de ahorros en Arizona.
En New Hampshire, nada de esto pareció opacar su notable atractivo como candidato. Al comienzo de las primarias, la mayoría de los analistas lo situaban por debajo del multimillonario Steve Forbes en la lista de peligros para Bush. Eso cambió. Es que en New Hampshire Bush fue bastantedeslucido. Insistía en volver todos los fines de semana a su hogar en Texas, se mostró débil en los debates y mantuvo una distancia casi papal respecto de la prensa. McCain, en cambio, se opuso al leviatán de Bush con una campaña frenética de la que parecía disfrutar cada momento. Viajando de localidad a localidad en su famoso ómnibus Straight Talk Express (�expreso del hablar claro�), McCain cautivó a los medios por lo desacartonado y espontáneo de sus declaraciones, en ningún momento off the record. En sus discursos daba la bienvenida a las preguntas de sus oyentes, admitía ocasionalmente no saber la respuesta a alguna y en todo momento hablaba con una pasión que contrastaba con la monotonía del estilo de Bush. El resultado en New Hampshire fue una victoria por 18 puntos por sobre el candidato del Establishment, con gran parte de los votos de McCain viniendo de independientes y demócratas. McCain resumió el fenómeno en su discurso de victoria: �Decían que no había espacio para la reforma. Hoy hemos creado ese espacio�.
¿Cómo lo hizo? Además de su excelencia en campaña, McCain también pudo beneficiarse de que su estilo directo, personal y franco es un cambio con respecto a la tradición política de la última década: dominada por consultores políticos y una actitud algo cínica hacia los ideales, las propuestas y el electorado. El deseo de un cambio se ha denominado la �fatiga Clinton�, y McCain lo ha explotado abiertamente. �Nunca les mentiré�, recalcó haciendo eco de la promesa hecha antes por el demócrata Jimmy Carter luego de las chicanas de los años Nixon. La �fatiga Clinton� no ayudó a Bush. Aunque sus propuestas son mucho más conservadoras que las de McCain, su estilo quizá recordó demasiado en New Hampshire a estos últimos tiempos en los que el sexo oral no era sexo.
¿Por qué entonces fue McCain derrotado en Carolina del Sur? Todo parece indicar que es el resultado de tres factores. Primero, no ser lo suficientemente conservador en comparación a Bush. Segundo, haber roto momentáneamente una promesa de no hacer campaña negativa en Carolina del Sur. Tercero, la falta de experiencia. Esto puede parecer un dato absurdo aplicado a un veterano de guerra en contraste al mimado Bush, pero éste último ha sido gobernador de uno de los estados más grandes de la Unión (Texas) desde hace ya 8 años. La experiencia administrativa de McCain se reduce a su oficina de senador. De todos modos, aún si no gana, McCain pudo haber logrado implantar la idea de reforma en unas elecciones que sin él casi seguramente las habría ignorado. Probablemente, como ha sido la suerte de innumerables reformadores en Estados Unidos, McCain verá cómo sus políticas son tomadas, diluidas y aprovechadas por políticos menos idealistas, más centristas y más consensuales que él. El mismo Bush salió en la campaña de Carolina del Sur a proclamarse �el reformador con resultados�. Eso parece agregar otra a la larga lista de amargas victorias en la vida de John McCain.

 

PRINCIPAL