Por Florencia Grieco
En
Viena llovió sin parar durante todo el día. El frío era la prueba más
efectiva de que Europa está en pleno invierno. Y aprovechando la nieve y
los Alpes, muchos se tomaron el fin de semana para ir a esquiar. Uno de
ellos fue el atlético gobernador carintio, probadamente fogueado en
competencias deportivas y acostumbrado a ganar, pero también partidario
de devolver las críticas y desairar a sus oponentes con una tranquilidad
casi siniestra. Ayer, mientras casi 150.000 personas marchaban en la
capital austríaca, Joerg Haider cumplió al pie de la letra con todas
esas costumbres. Pero ni la lluvia ni el frío impidieron que el centro de
Viena se convirtiera en escenario de la protesta antirracista más grande
desde que el Partido de la Libertad (FPOE) asumiera a principios de
febrero el gobierno que comparte con los conservadores, y colocara en el
centro de Europa al entorno del hombre que alguna vez elogió la política
laboral del Tercer Reich y el carácter de los muchachos de las SS.
El ambicioso referente de la manifestación de ayer era el �Mar de Luces�
de 1993, también en contra de las declaraciones racistas del gobernador
de Carintia, que logró convocar entonces a 250.000 vieneses. Ayer no
pudieron igualar esa cifra, pero los organizadores de la protesta
aseguraron no estar �decepcionados� por haber reunido casi 100.000
personas menos. Es que la cantidad quedó en parte compensada por la
impresionante trascendencia internacional de esta marcha: medios de todo
el mundo, protestas paralelas en otras ciudades europeas, y artistas,
intelectuales, políticos y sindicalistas que llegaron especialmente desde
Francia, el principal enemigo declarado, comprobado y orgulloso de la
alianza negroparda. �Del corazón al trasero de Europa�, �Wolfgang,
cerdo traidor�, �Vamos de vuelta a Neanderthal� y �No al racismo,
no al extremismo de derecha. Por una Austria pluralista y social. Por una
Europa sin racismo�, fueron las consignas repartidas en las decenas de
carteles que ocuparon la Ballhausplatz, sede del gobierno austríaco, y la
Plaza de los Héroes, en el centro de Viena y en el mismo lugar en que
Hitler fue aclamado en 1938 por miles de austríacos en la confirmación
oficial del Anschluss del país a Alemania.
�Los que no estén el sábado en la Plaza de los Héroes tendrán que
preguntarse dónde habrían estado en 1938�, arengó días atrás Doron
Rabinovici, escritor y miembro del comité organizador, que incluyó a las
agrupaciones Ofensiva Democrática y SOS Nuestro Prójimo, y fue
respaldado por el ahora opositor Partido Socialdemócrata. Además de los
diputados alemanes, británicos, holandeses e italianos que dieron el
presente en la capital de la república alpina ubicada en el centro de
Europa y de la atención mundial, la que más se destacó fue la
delegación francesa, encabezada por el actor Michel Piccoli y el
filósofo Bernard-Henri Levy. Estamos �para protestar contra los
conservadores traidores y contra (el canciller) Schuessel, que ha ayudado
a que un partido xenófobo llegue al poder�, disparó Piccoli. �Protesto
contra Haider y contra Schuessel. Queremos ayudar a Austria a librarse de
este gobierno�, lo respaldó Levy. Paralelamente, en Francia se reunían
casi 8000 personas en distintas manifestaciones, como la de los �ciudadanos
de Europa con los demócratas austríacos� que se realizó frente a la
embajada austríaca en París. Y en Bruselas, la otra sede europea de
furiosa oposición al nuevo gobierno de Austria, la �marcha nacional
contra la extrema derecha� reunió a representantes de todos los
partidos belgas, excepto a los nacionalistas flamencos del Vlams Block,
con más simpatía por la alianza negro-parda.
En la �estúpida manifestación se ha abusado de los jóvenes. Los
círculos socialistas que han arruinado este país colocan la violencia en
la calle y aprovechan el dinero público para financiar a los
manifestantes contra el gobierno� fue la ácida contrarrespuesta de
Haider desde Estiria, antes de participar en el torneo de esquí de Bad
Mitterndorf. El canciller WolfgangSchuessel, en cambio, prefirió
inclinarse por un diagnóstico de tinte más sociológico: �Este fin de
semana se producirá una nuevo alza emocional en el que los viejos de
izquierdas, los del �68, los jóvenes y la generación de Internet
podrán desahogarse una vez más. Luego volveremos a la normalidad�.
claves
La
manifestación antirracista de ayer en Viena fue la mayor de todas las
que se realizaron desde que la coalición negro-parda asumió el
gobierno de Austria a comienzos de
febrero.
Pero el
estado de ánimo de la capital cosmopolita no refleja lo que ocurre en
el resto del país, donde está la creciente base de apoyo popular que
sostiene al neonazi gobernador de Carintia. |
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