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DEL LIVING AL CENTRO DE LA CAMPAÑA
A Cavallo de Sonia


Por José Natanson
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Es el complemento perfecto de su marido. Trabaja casi tantas horas como él, hace campaña en su nombre y lidera la rama femenina de Acción por la República. Tiene el perfil de una tradicional señora de Recoleta, un ama de casa que se dedica a la política porque su esposo ha elegido ese camino. Pero en estos días, Sonia Abrazian visita los barrios cinco veces por semana, recorre estudios de televisión y juega un rol clave en la pelea de Domingo Cavallo por la Jefatura de Gobierno porteño. En el comando de campaña aseguran que aporta la imagen de una mujer de carácter fuerte que se mantuvo siempre firme al lado de su hombre. 

  Sonia comparte con su esposo una infancia cordobesa en hogares de inmigrantes y una carrera universitaria (es contadora). Pero, por sobre todas las cosas, comparte con Domingo Cavallo la confianza ciega en la misma persona: Domingo Cavallo. "El es el más lindo, el más bueno, el más inteligente", dice cada vez que le preguntan por su marido, al que conoció cuando tenía menos de veinte años, y del que nunca más se separó. 

  La política, que al principio fue sólo una ocupación de medio tiempo, terminó convirtiéndose poco a poco en el eje de su vida. Aunque acompañó a Cavallo en las elecciones para diputado del '97, Sonia se metió de lleno el año pasado, cuando el ex ministro lanzó su candidatura a presidente. Recorrió junto a él muchas provincias y contribuyó a reforzar la mínima estructura de Acción por la República con la creación del Movimiento de Mujeres en Acción, la rama femenina del partido que nuclea a unas dos mil mujeres. "Ahora estamos organizando a los fiscales, porque los otros partidos tienen las mañas de la política y, si no nos preparamos, nos roban los votos", dice Sonia a Página/12.

  Nunca se opone en público a Cavallo, pero nadie duda de que en privado Sonia le dice lo que piensa. El año pasado, cuando el ex ministro vacilaba sobre la conveniencia de sellar un acuerdo con Eduardo Duhalde antes del ballottage, Sonia impuso su criterio. "Ni en primera ni en segunda vuelta", dijo. Y así fue.

  En el comando de campaña de Cavallo dicen que su figura aporta votos a la candidatura del ex ministro. Los estudios cualitativos que encargaron durante el año pasado a la consultora Media Personalizada arrojan resultados similares: la gente ve a Sonia como una mujer con carácter fuerte, una de esas esposas que se enorgullece de llevar "las riendas del hogar". 

  Siempre impecable, vestida generalmente de tailleur y con pocas joyas, Sonia recorre estudios de televisión explicando la propuesta de Cavallo y no se preocupa por disimular los clásicos tics de una "señora bien": "Yo no hablo de mi edad porque no es elegante", suele decir. De todas formas, no se inmuta ante las preguntas. Un par de meses atrás, la vedette Flavia Miller dijo que Cavallo le parecía el hombre más buen mozo de la Argentina. Cuando la consultaron, Sonia respondió: "Yo ya dije que era el más lindo. No tengo celos porque sé que Cavallo me quiere a mí".

  A diferencia de las campañas anteriores, esta vez Sonia decidió emanciparse y recorre los barrios porteños sin presencia de su esposo. En el comando de campaña aseguran que su conocimiento público es lo suficientemente importante como para que no pase inadvertida. Y agregan que el hecho de que Sonia no aspire a ningún cargo --a diferencia de otras mujeres, como su amiga Chiche Duhalde-- contribuye a que la gente la escuche. "Con Cavallo --dice-- estamos juntos en todas las cosas de la vida. Pero nos dimos cuenta de que, cuando salíamos juntos, el que hacía el trabajo era mi marido. Así nos potenciamos."

  --¿Qué le dice la gente cuando se le acerca?

  --Me piden por la seguridad. Y en el sur de la ciudad, por el tema de la suciedad. Hay mucha basura y veredas rotas. Se sienten relegados porque dicen que los políticos van sólo cuando hay elecciones. Yo trato de explicar que mi marido no es un político tradicional.

  Sonia insiste con que no quiere ningún cargo y asegura que podría candidatearse sólo si Cavallo se lo pide. Pero hasta el momento eso no ha ocurrido. "Yo tengo mi carácter y no soportaría estar en un lugar como la Cámara de Diputados, en donde por la lista sábana entra gente sin capacidad, que sólo va a calentar la silla. Prefiero acompañar a mi marido, que es más hábil y sabe cómo hacer las cosas", asegura Sonia.

 

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