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Blaustein asegura que en el
premio mucho tuvo que ver la charla-debate que se realizó en una iglesia
(el Jurado estaba integrado por gente del cine vinculada a temáticas
religiosas y de derechos humanos) luego de la presentación del film.
"Allí estuvo Estela (Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo)
y la charla que se generó fue muy emotiva. Creo que ahí nos terminamos
de ganar al jurado", apunta el realizador. Blaustein se topó con la
distinción en Madrid, donde Botín de guerra se emitió el viernes pasado
por la Cadena 2 de televisión y pasado mañana será presentada en una
première especial abierta al público. El film, que narra la lucha de las
Abuelas para recuperar a sus nietos apropiados durante la dictadura, ya
había sido galardonado en los festivales de Valladolid y La Habana. En
Buenos Aires tendrá un preestreno muy especial en abril, durante el
Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, donde se prevé que actúen
algunos de los artistas que participaron del soundtrack del film: Gustavo
Cerati, Pedro Aznar, Gustavo Cordera, Ciro Pertusi y Los Pericos. Después
del festival, la película se estrenará comercialmente. "La
mejor crítica que recibimos fue que la gente se puso a hablar del tema, y
no de la película", sostiene el director.
--¿Qué fue lo que más
impactó en el público y en la crítica del festival?
--Creo que fue la transmisión
de lo juvenil. Esa cosa de frescura, de transparencia que surge de los
testimonios. Y me parece que también los conmovió este tema por lo que
se está viviendo en Europa en estos momentos...
--No les debe resultar difícil
asociar los horrores de la dictadura con el surgimiento de Haider en
Austria...
--Claro, les viene todo junto:
Haider, la pureza de la raza, el problema de los inmigrantes. Los alemanes
están preocupados, tienen miedo de que lo de Haider se expanda, y un
documental como este, evidentemente los sensibilizó. Lo mismo pasa con el
tema Pinochet. Videla preso, Pinochet preso, la película cae en un
momento muy especial, cuando cada vez hay más gente en todo el mundo
convencida de que estos hijos de puta deben pagar por lo que hicieron.
--Más allá de su
satisfacción personal como cineasta. ¿Cree que esta distinción ayudará
de algún modo en la práctica? --Las Abuelas dicen que sí. Para mí, en cambio, el pensar que un documental puede ayudar a encontrar un solo chico, ya me obnubila la mente. Sería una sensación indescriptible, lo máximo para mí, mucho más que cualquier premio.
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