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Psico busca un lugar en el mundo (de las empresas)

 

La facultad de la UBA acaba de crear un consejo para mejorar  su vinculación con las entidades privadas y públicas. La idea es generar más recursos propios y dar trabajo a los docentes.

Los casi 15 mil alumnos de Psicología podrán hacer nuevas pasantías


Por Cecilia Sosa

t.gif (862 bytes) Evaluaciones psicotécnicas masivas, detecciones de problemas de stress y predicción de conductas delictivas entre empleados: la Facultad de Psicología (UBA) quiere dejar de concentrarse en los consultorios clínicos y establecer un nuevo vínculo con el sector productivo. El objetivo es que la facultad no se aísle, dicen las autoridades, además de, claro, generar nuevos recursos. Y también hay un viejo desafío: romper con el destierro institucional y el repliegue a los divanes que implicó para los psicólogos la última dictadura, así como la resistencia de las corporaciones médicas. Por todo eso, acaba de crear un consejo asesor de la relación Universidad-Empresa, que buscará identificar áreas de investigación para ofrecerles a terceros, capacitar estudiantes y graduados y contactar entidades para facilitar la transferencia tecnológica. "La universidad que brinda asistencia técnica enseña e investiga mejor. En contacto con la sociedad, valida mejor sus conocimientos", dijo el secretario de Extensión David Laznik.

  Un análisis previo a la creación del consejo (apoyado por el decano Raúl Courel y refrendado por el consejo directivo) reveló que, "salvo en áreas tradicionales como la clínica, la facultad tenía un vínculo muy pobre con el ámbito extracurricular. La relación era casi nula con las empresas", contó Laznik, coordinador del consejo. También se halló que la mayoría de los profesores no tenía presencia institucional. "Durante el Proceso, los psicólogos fueron erradicados de las instituciones y se replegaron a sus consultorios. Y, aun en democracia, su presencia fue muy resistida por las corporaciones médicas", analizó. Para saldar "los largos años de destierro", la facultad convocó a Herman Aguinis, Emilio Bertoni, Luis Karpf y Julio Marolla para que asesoren y diseñen estrategias de vinculación con el mundo de las organizaciones. "Esto permitirá que la facultad no sólo sea un lugar de formación, sino también de trabajo. Los alumnos podrán tomar contacto con el mundo laboral durante la carrera y también se abrirá un espacio de reflexión sobre la práctica psicológica", aseguró Karpf, especialista en psicología social de las organizaciones. "En Estados Unidos, las empresas toman como consultoras privilegiadas a la universidades --ilustró Viviana Trajtemberg, subsecretaria de Asistencia y Transferencia tecnológica--. Acá, las consultoras son siempre privadas. Y no desarrollan técnicas propias. Nuestros investigadores podrían hacerlo."    Por supuesto, hay también un interés material: "Por la escasez presupuestaria, generar recursos propios se hace cada vez más importante", admitió Laznik. En 1999, Psicología recibió del Estado 7,4 millones de pesos, a los que sumó 1.130.000 que, a diferencia de otras sedes, provenían casi exclusivamente de cursos de posgrado y extensión. Sólo una mínima parte ingresó por asistencia técnica. En el otro extremo, Económicas es la facultad de la UBA que más genera: produce 40 millones al año y le quedan unos 6 millones en sus arcas.

  Los docentes que integren los convenios de asistencia técnica también serán beneficiados. "Recibirán una remuneración como profesionales, no como docentes", apuntó Laznik, sonriente. De hecho, la facultad sólo conservará el 20 por ciento de los ingresos. Para saber con qué recursos humanos cuenta, se elaborará un registro de las capacidades de sus docentes. También se harán seminarios para capacitar a graduados y se espera abrir una maestría. "Si no formamos aquí a nuestros graduados, ellos se forman por su cuenta. Así se desjerarquiza la profesión", advirtió.

  La iniciativa tiene también una faceta polémica, porque reabre el debate acerca de si los fondos privados condicionan (o no) la producción del conocimiento. "Aunque algo prejuicioso, el debate es válido. El riesgo es posible, aunque no a corto plazo", dijo Laznik. "Los criterios de validación del saber cambiaron. Ya no alcanza con la legitimidad que otorga la comunidad universitaria. Si la universidad se legitima sin criterios externos, pierde su sentido original: brindar un servicio social."

 

Las propuestas de asistencia

Las propuestas de asistencia técnica de Psicología apuntan al sector público y al privado. Por un lado, se apuesta a ofrecer ayuda a empresas en proceso de reconversión laboral y, con la mira puesta en las ART, trabajar en la detección de problemas de stress y en la prevención de accidentes. Y, por otro, aprovechando el cambio de gobierno, la facultad aspira a ganar protagonismo en el ámbito público: ya hizo una evaluación masiva de 400 postulantes para centros de gestión del Gobierno de la Ciudad y acaba de postularse, junto con la Facultad de Derecho, para diseñar un juzgado modelo, por convocatoria del Ministerio de Justicia. Además, ya hay un proyecto para crear un sistema rápido y unificado de evaluación de accidentes cerebrales, para ser usado por el SAME.

 

En defensa del IUNA

Por Adiuna y Atuna

El Instituto Universitario Nacional del Arte, desde su creación, se vio bombardeado por rumores que con el tiempo se comprobó que eran mentiras. Quienes los generaban coincidían con la frase popular "miente, miente, que algo queda". Es amargo para nosotros vernos en la obligación de aclarar ciertas confusiones que, de algún modo, ornamentan la decisión del Ministerio de Educación de llevar adelante intervenciones antidemocráticas y ofensivamente discriminatorias en un vergonzoso intento desesperado por anular la clara voluntad de las mayorías de los claustros del IUNA. Por un lado, la creación del instituto no surgió de una nube "menemista", es una reivindicación histórica de la enseñanza artística de Buenos Aires. El entrar y permanecer en el sistema universitario nos permitió realizar elecciones democráticas y participativas de todos los claustros (un hecho inédito a pesar de casi dos décadas de democracia). El proyecto del IUNA fue realizado con la amplia participación de profesores y alumnos y fue evaluado en forma positiva por la Coneau, que recomendó la puesta en marcha del IUNA al ministerio, que a su vez aprobó las nuevas carreras (es llamativo que los medios citen a un secretario de esa cartera afirmando lo contrario y que nadie mencione la ignorancia de la fuente). La necesidad de la actualización académica, que sitúa a la educación artística argentina a nivel internacional, no sólo se justifica por décadas de estancamiento, sino por la masiva inscripción de alumnos y de docentes a los concursos. La asamblea universitaria no fue convocada por un ex ministro, sino que fue solicitada por profesores, alumnos, graduados y no docentes de las 7 escuelas que formaron el IUNA. Dicen que el IUNA "se montará" en la autonomía. Habrá que recordar que a la comunidad educativa no se le regaló la autonomía, sino que la ganó con luchas de décadas. La autonomía no es un regalo. El Consejo Interuniversitario Nacional en su último plenario decidió por unanimidad aceptar con voz y voto al instituto. ¿Acaso el Gobierno también quiere desconocer al CIN? El IUNA no es botín de guerra de especulaciones partidarias. Los trabajadores docentes, no docentes, graduados y alumnos no permitiremos que pequeños grupos de oportunistas que golpean las puertas de oscuros espacios de poder en busca de limosnas burocráticas destruyan lo que la comunidad en su conjunto construyó con esfuerzo. Estamos hartos de palabras vacías e intereses espurios. ¡La democracia no se enuncia, se practica!

 * Asociaciones de docentes y de trabajadores del Instituto Universitario Nacional del Arte. También firman consejeros del claustro de graduados.

 

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