Por Cecilia Sosa
Evaluaciones
psicotécnicas masivas, detecciones de problemas de stress y predicción
de conductas delictivas entre empleados: la Facultad de Psicología (UBA)
quiere dejar de concentrarse en los consultorios clínicos y establecer un
nuevo vínculo con el sector productivo. El objetivo es que la facultad no
se aísle, dicen las autoridades, además de, claro, generar nuevos
recursos. Y también hay un viejo desafío: romper con el destierro
institucional y el repliegue a los divanes que implicó para los psicólogos
la última dictadura, así como la resistencia de las corporaciones médicas.
Por todo eso, acaba de crear un consejo asesor de la relación
Universidad-Empresa, que buscará identificar áreas de investigación
para ofrecerles a terceros, capacitar estudiantes y graduados y contactar
entidades para facilitar la transferencia tecnológica. "La
universidad que brinda asistencia técnica enseña e investiga mejor. En
contacto con la sociedad, valida mejor sus conocimientos", dijo el
secretario de Extensión David Laznik.
Un
análisis previo a la creación del consejo (apoyado por el decano Raúl
Courel y refrendado por el consejo directivo) reveló que, "salvo en
áreas tradicionales como la clínica, la facultad tenía un vínculo muy
pobre con el ámbito extracurricular. La relación era casi nula con las
empresas", contó Laznik, coordinador del consejo. También se halló
que la mayoría de los profesores no tenía presencia institucional.
"Durante el Proceso, los psicólogos fueron erradicados de las
instituciones y se replegaron a sus consultorios. Y, aun en democracia, su
presencia fue muy resistida por las corporaciones médicas", analizó.
Para saldar "los largos años de destierro", la facultad convocó
a Herman Aguinis, Emilio Bertoni, Luis Karpf y Julio Marolla para que
asesoren y diseñen estrategias de vinculación con el mundo de las
organizaciones. "Esto permitirá que la facultad no sólo sea un
lugar de formación, sino también de trabajo. Los alumnos podrán tomar
contacto con el mundo laboral durante la carrera y también se abrirá un
espacio de reflexión sobre la práctica psicológica", aseguró
Karpf, especialista en psicología social de las organizaciones. "En
Estados Unidos, las empresas toman como consultoras privilegiadas a la
universidades --ilustró Viviana Trajtemberg, subsecretaria de Asistencia
y Transferencia tecnológica--. Acá, las consultoras son siempre
privadas. Y no desarrollan técnicas propias. Nuestros investigadores podrían
hacerlo." Por
supuesto, hay también un interés material: "Por la escasez
presupuestaria, generar recursos propios se hace cada vez más
importante", admitió Laznik. En 1999, Psicología recibió del
Estado 7,4 millones de pesos, a los que sumó 1.130.000 que, a diferencia
de otras sedes, provenían casi exclusivamente de cursos de posgrado y
extensión. Sólo una mínima parte ingresó por asistencia técnica. En
el otro extremo, Económicas es la facultad de la UBA que más genera:
produce 40 millones al año y le quedan unos 6 millones en sus arcas.
Los docentes que integren los
convenios de asistencia técnica también serán beneficiados.
"Recibirán una remuneración como profesionales, no como
docentes", apuntó Laznik, sonriente. De hecho, la facultad sólo
conservará el 20 por ciento de los ingresos. Para saber con qué recursos
humanos cuenta, se elaborará un registro de las capacidades de sus
docentes. También se harán seminarios para capacitar a graduados y se
espera abrir una maestría. "Si no formamos aquí a nuestros
graduados, ellos se forman por su cuenta. Así se desjerarquiza la profesión",
advirtió.
La iniciativa tiene también
una faceta polémica, porque reabre el debate acerca de si los fondos
privados condicionan (o no) la producción del conocimiento. "Aunque
algo prejuicioso, el debate es válido. El riesgo es posible, aunque no a
corto plazo", dijo Laznik. "Los criterios de validación del
saber cambiaron. Ya no alcanza con la legitimidad que otorga la comunidad
universitaria. Si la universidad se legitima sin criterios externos,
pierde su sentido original: brindar un servicio social."
Las
propuestas de asistencia
Las
propuestas de asistencia técnica de Psicología apuntan al sector público
y al privado. Por un lado, se apuesta a ofrecer ayuda a empresas en
proceso de reconversión laboral y, con la mira puesta en las ART,
trabajar en la detección de problemas de stress y en la prevención
de accidentes. Y, por otro, aprovechando el cambio de gobierno, la
facultad aspira a ganar protagonismo en el ámbito público: ya hizo
una evaluación masiva de 400 postulantes para centros de gestión del
Gobierno de la Ciudad y acaba de postularse, junto con la Facultad de
Derecho, para diseñar un juzgado modelo, por convocatoria del
Ministerio de Justicia. Además, ya hay un proyecto para crear un
sistema rápido y unificado de evaluación de accidentes cerebrales,
para ser usado por el SAME.
|
En
defensa del IUNA
Por
Adiuna y Atuna
El
Instituto Universitario Nacional del Arte, desde su creación, se
vio bombardeado por rumores que con el tiempo se comprobó que eran
mentiras. Quienes los generaban coincidían con la frase popular
"miente, miente, que algo queda". Es amargo para nosotros
vernos en la obligación de aclarar ciertas confusiones que, de algún
modo, ornamentan la decisión del Ministerio de Educación de llevar
adelante intervenciones antidemocráticas y ofensivamente
discriminatorias en un vergonzoso intento desesperado por anular la
clara voluntad de las mayorías de los claustros del IUNA. Por un
lado, la creación del instituto no surgió de una nube
"menemista", es una reivindicación histórica de la enseñanza
artística de Buenos Aires. El entrar y permanecer en el sistema
universitario nos permitió realizar elecciones democráticas y
participativas de todos los claustros (un hecho inédito a pesar de
casi dos décadas de democracia). El proyecto del IUNA fue realizado
con la amplia participación de profesores y alumnos y fue evaluado
en forma positiva por la Coneau, que recomendó la puesta en marcha
del IUNA al ministerio, que a su vez aprobó las nuevas carreras (es
llamativo que los medios citen a un secretario de esa cartera
afirmando lo contrario y que nadie mencione la ignorancia de la
fuente). La necesidad de la actualización académica, que sitúa a
la educación artística argentina a nivel internacional, no sólo
se justifica por décadas de estancamiento, sino por la masiva
inscripción de alumnos y de docentes a los concursos. La asamblea
universitaria no fue convocada por un ex ministro, sino que fue
solicitada por profesores, alumnos, graduados y no docentes de las 7
escuelas que formaron el IUNA. Dicen que el IUNA "se montará"
en la autonomía. Habrá que recordar que a la comunidad educativa
no se le regaló la autonomía, sino que la ganó con luchas de décadas.
La autonomía no es un regalo. El Consejo Interuniversitario
Nacional en su último plenario decidió por unanimidad aceptar con
voz y voto al instituto. ¿Acaso el Gobierno también quiere
desconocer al CIN? El IUNA no es botín de guerra de especulaciones
partidarias. Los trabajadores docentes, no docentes, graduados y
alumnos no permitiremos que pequeños grupos de oportunistas que
golpean las puertas de oscuros espacios de poder en busca de
limosnas burocráticas destruyan lo que la comunidad en su conjunto
construyó con esfuerzo. Estamos hartos de palabras vacías e
intereses espurios. ¡La democracia no se enuncia, se practica!
*
Asociaciones de docentes y de trabajadores del Instituto
Universitario Nacional del Arte. También firman consejeros del
claustro de graduados. |
|