Por Raúl Dellatorre
Acorralado
por la actitud intransigente de las empresas petroleras, que se resisten a
bajar los precios de los combustibles, el gobierno nacional lanzó un
paquete de medidas que pretenden, en el mediano plazo, generar un marco de
mayor competencia en el sector, a través de una más activa
participación de la oferta importada. Los esfuerzos por impulsar una
reducción voluntaria de precios de las firmas que controlan el sector
resultaron infructuosos, al punto tal que en las últimas 48 horas se
analizó en las filas del Gobierno la posibilidad de bajar el impuesto a
los combustibles, que hubiera significado un extremo sacrificio fiscal
para lograr una baja de los valores en surtidor. Descartada esa
posibilidad por los apremios presupuestarios, el Ministerio de Economía
elaboró un plan de diez medidas que apuntan a facilitar la importación,
controlar el uso desgravado de combustibles y obligar a Repsol YPF a
acelerar el traspaso a terceros de una cantidad de estaciones de servicio
equivalente a la red Eg3, que la empresa española había absorbido previo
a la captura de la ex petrolera estatal.
Daniel Montamat, secretario de Energía, brindó ayer por la mañana un
informe de situación ante el gabinete nacional sobre el mercado de
combustibles, que entró en ebullición a partir de la semana pasada tras
el aumento dispuesto por Repsol YPF en las naftas y el gasoil, y que dejó
sin efecto 48 horas después. Desde ese momento, se dinamizó un debate
sobre la capacidad de las petroleras de manejar el mercado y sobre la
falta de instrumentos del Gobierno para impedirlo. Montamat debió
recordar las gestiones realizadas ante las petroleras para buscar un
acuerdo de reducción de precios y el desplante con el que respondieron
las empresas. La ausencia de organismos de control sobre el sector, no
previstos en la desregulación dispuesta a principio de los �90,
también dificulta la tarea de la secretaría, aducen en esa repartición.
Y pese al funcionamiento oligopólico del mercado, refieren, �es
imposible demostrar que exista abuso de posición dominante�, actitud
sancionada por la ley de Defensa de la Competencia.
Nicolás Gallo, ministro de Infraestructura, sostuvo por su parte que el
nivel de precios de los combustibles en Argentina es �injustificable�,
y que la política de las petroleras daña a los sectores productivos al
aumentarle los costos, mientras el Gobierno está haciendo esfuerzos por
bajar las tarifas de los servicios públicos privatizados y el costo
financiero. El funcionario propuso analizar la posibilidad de reducir �transitoriamente�
el impuesto a los combustibles, de 12 centavos por litro en el gasoil y 48
centavos en las naftas. La propuesta no fue bien recibida por José Luis
Machinea, ministro de Economía, quien considera que una medida en tal
sentido desequilibraría las cuentas presupuestarias. El gravamen, junto
al IVA y Ganancias, constituye la base recaudatoria del fisco.
Las explicaciones del titular de Energía sobre las restricciones
oficiales para imponerles condiciones a las petroleras tampoco conformaron
al presidente de la Nación, Fernando de la Rúa, quien reclamó �políticas
activas� para impedir que las empresas trasladaran al mercado local el
aumento del petróleo en el mundo sin ningún tipo de límites. Montamat
informó entonces sobre una serie de medidas en estudio, apuntadas a
facilitar la importación de combustibles, a precios, presumiblemente,
más baratos que los ofrecidos por las petroleras locales. De la Rúa
pidió la implementación inmediata de tales medidas, para dar una señal
pública de la preocupación del Gobierno por el tema y borrar la imagen
de inoperancia oficial que se había generado en los días previos.
También se resolvió impulsar una investigación �de oficio� sobre el
mercado de combustibles líquidos para determinar la posible existencia de
prácticas monopólicas.
Desde el mismo momento de finalización de la reunión del gabinete
nacional, distintos organismos del Gobierno se anotaron en una carrera por
cumplir el mandato presidencial. Mientras el secretario de Energía
seencerró con sus colaboradores para darles forma a las medidas, desde
otros ámbitos del Gobierno se seguía admitiendo como posibilidad la
rebaja en el impuesto. En tanto, el vocero presidencial, Darío
Lopérfido, salió a hacer público que �en las próximas horas�
Montamat daría a conocer medidas para el mercado de combustibles. En
Energía se informaba que no estaba prevista ninguna información para el
día, mientras que en el ámbito privado de las petroleras se manejaba que
el secretario, junto a Machinea, daría hoy al mediodía una conferencia
de prensa para comunicar las novedades. Pero la presión del ala política
pudo más. Pasadas las 20, fue la Jefatura de Gabinete la que lanzó el
anuncio, por escrito, del plan de diez medidas.
Las medidas constituyen un reconocimiento a las restricciones
estructurales existentes en el mercado para la competencia o, dicho de
otro modo, el extenso poder de Repsol YPF, Shell y Esso para manejar el
mercado. Dichas empresas no sólo controlan el expendio (más del 90 por
ciento del mercado), sino además la capacidad de almacenaje en puertos y
el transporte por ductos. La propuesta de Energía �hecha suya por el
Ministerio de Economía� incluye la eliminación de barreras impositivas
a la importación de naftas y gasoil, facilitar el acceso a los
importadores independientes a instalaciones de almacenamiento portuarias,
estimular la apertura de bocas de expendio en hipermercados y otros sitios
no tradicionales.
�La pelota estaba del lado del Gobierno, y algo tenían que hacer�,
comentó a Página/12 una fuente de las empresas petroleras anoche, al
conocerse las medidas. Según refirió el vocero empresario, después de
comunicada la decisión al Gobierno de que los precios de los combustibles
no bajarían a menos que descendiera la cotización internacional del
crudo, �se acabaron las conversaciones�. Según anticipó, los precios
en surtidor no se modificarán hasta que la cotización internacional (hoy
cerca de los 30 dólares por barril) no descienda hasta menos de 24
dólares. �Y aun en ese caso, no todas las petroleras estarán en
condiciones de bajar el precio�, señaló. Por otra parte, asignó
escasas posibilidades de repercusión al plan del Gobierno, �salvo que
coloquen surtidores en los puertos y la gente haga cola para cargar nafta
barata�, ironizó.
El gasoil baja con
atraso
Repsol-YPF demoró hasta ayer la rebaja
en los precios mayoristas del gasoil a los niveles vigentes hasta el
miércoles pasado. El aumento de 15 pesos por metro cúbico del
combustible (que lo llevó al nivel de 220/230 pesos), decidido
simultáneamente al ajuste dispuesto en los precios en surtidor,
había provocado la reacción de los transportistas, que amenazaron
con paros y movilizaciones para esta semana. Al ser informados ayer
sobre la marcha atrás de Repsol-YPF, los transportistas de carga lo
asumieron como una medida positiva y, junto a las facilidades
conseguidas para el pago del impuesto para el Fondo de Incentivo
Docente, lo tomaron como argumento para levantar la amenaza de medidas
de fuerza. Un directivo de los autotransportistas de pasajeros, en
cambio, se comunicó telefónicamente con autoridades de Repsol, y en
nombre del sector agradeció la medida, pero anticipó que �nosotros
seguimos adelante con la medida de fuerza, porque el problema no es
con ustedes, sino con el Gobierno, por la carga impositiva y
previsional�. Hoy, como se informa en página 6, los colectivos
invadirán las calles porteñas en una marcha de protesta. |
Plan para azuzar a
petroleras
Las diez medidas del Gobierno para
alentar la competencia:
1.- Almacenamiento portuario para importadores independientes. La
Secretaría de Energía facilitará, por acuerdo con empresas que
tienen instalaciones y tanques con capacidad ociosa, la importación
de crudo.
2.- Simplificación de los procedimientos para importar. Se
eliminarán barreras que impiden a un importador común el mismo
tratamiento impositivo que las petroleras.
3.- Supervisión de la relación petroleras-estaciones de servicios.
Se creará un registro para los contratos entre las petroleras y las
estaciones de servicio, que serán controlados, y corregidos en su
caso, por la Secretaría de Defensa de la Competencia.
4.- Nuevas bocas de expendio. Se estimulará la apertura de nuevas
bocas, incluido surtidores en hipermercados y otros sitios no
tradicionales de abastecimiento.
5.- Cumplimiento de los compromisos asumidos por Repsol YPF. Repsol
deberá desprenderse de las estaciones de servicio y refinerías
previstas en los compromisos asumidos al tomar el control de YPF, en
condiciones que favorezcan una mayor competencia en el mercado.
6.- Precios transparentes. La Secretaría de Energía divulgará
regularmente el precio del petróleo importado, puesto en Buenos
Aires, y el precio en tanque de las petroleras argentinas, para
permitir su comparación con los precios locales y determinar si hay
sobreprecios.
7.- Mercado mayorista de gasoil. Se celebrarán acuerdos con empresas
agropecuarias y de autotransporte para que informen a la Secretaría
de Energía los precios a los que compran en el mercado mayorista. La
secretaría publicará regularmente los �precios de referencia�.
8.- Protección al consumidor. La Secretaría de Defensa de la
Competencia obligará a exhibir, en carteles visibles desde la
distancia, el precio al que venden el litro de nafta súper y gasoil.
9.- Investigación de oficio sobre el mercado de combustibles
líquidos. La Secretaría de Defensa de la Competencia ha iniciado una
investigación para determinar la posible existencia de prácticas que
afecten la competencia en el mercado de combustibles.
10.- Eliminación del mercado negro de motonaftas. Toda empresa que
utilice bencina para usos industriales, y que por lo tanto no pague
impuestos, tendrá que inscribirse en un nuevo registro que asegurará
la fiscalización y prevendrá la competencia desleal. |
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