|
Por Carlos Rodríguez
Con lamentos postreros de parte de legisladores de la Alianza, la Cámara
de Diputados bonaerense se aprestaba anoche a convertir en ley las
reformas al Código Procesal Penal que endurecen las normas vigentes para
la excarcelación de detenidos y que otorgan mayores facultades a la policía
provincial. El malestar de algunos miembros del bloque aliancista, que
tiene mayoría legislativa, no afectó el acatamiento de la decisión política
que llevó a consensuar con el peronismo un despacho unificado, pero se
expresó en el recinto en algunas exposiciones y por medio de un proyecto
de ley presentado en el minuto final. La Alianza pretende ahora modificar,
otra vez, el mismo Código, para denegar la excarcelación en todos los
delitos dolosos cometidos "por personal policial en el ejercicio de
sus funciones". Los peronistas rechazaron el tratamiento sobre tablas
de la nueva iniciativa, que de tal manera quedó demorada hasta marzo,
cuando comiencen las sesiones ordinarias.
En el recinto, la primera expresión del desencanto de algunos
aliancistas corrió por cuenta del radical Mario Espada, quien luego de
corroborar que votaría a favor del proyecto único, aprobado la semana
anterior en el Senado, creyó necesario aclarar que lo haría a pesar de
"la incomodidad" que eso le producía. En cambio, el peronista
Juan Garivoto hizo una suerte de apología de la dureza de las reformas, y
se refirió punto por punto a cada una de ellas. Luego vinieron otras 12
exposiciones que demoraron la votación hasta pasada la medianoche.
El frepasista Guillermo Oliver, a pesar de su voto positivo, cargó
contra el gobierno peronista por querer mejorar la seguridad endureciendo
las leyes. "El justicialismo sufre el mito de la eterna juventud:
siempre está empezando de cero y no se hace cargo de la historia política
bonaerense." Y en ese sentido, Oliver se preguntó, aunque sabiendo
la respuesta: "¿O acaso no fue un hito central del combate a la
delincuencia enfrentar a las bandas que asolaban desde adentro y desde
afuera de la Bonaerense?". Luego criticó tanto al ex jefe de policía
Pedro Klodczyk como
al ex gobernador Eduardo Duhalde.
El vicepresidente del cuerpo, el frepasista Alejandro Mosquera, fue
quien impulsó la nueva modificación que impediría la excarcelación de
los policías involucrados en delitos dolosos. En diálogo con los
periodistas, el diputado había precisado sobre la necesidad de sancionar
con dureza "un apremio ilegal, un 'apriete' o el hecho de ponerle un
'raviol'" (paquete de un gramo de cocaína) a una persona para forzar
su detención, durante las requisas en lugares públicos que podrá
realizar libremente la policía a partir de la puesta en marcha de las
reformas (ver recuadro).
Mosquera insistió en que "hay que ser muy exigente para que
la reforma no se transforme en una serie de requisas o de razzias sobre
los sectores populares y que vuelva esa idea de que ser 'morocho', ser
pobre o ser desempleado es ser delincuente". El proyecto unificado
modifica los artículos 141, 151, 159, 166, 169 y 171 del Código de
Procedimientos y su vigencia correrá a partir de la promulgación por
parte del Poder Ejecutivo. Esto debe producirse dentro de un plazo máximo
de diez días.
OPINA UN EXPERTO INGLES Por Horacio Cecchi
"Deben existir controles muy exigentes para que la policía cumpla
con las funciones que se le requieren, y tiene que haber una participación
directa de la comunidad." Anthony Butler es jefe de policía del
condado británico de Gloucester desde 1993 y propulsor de la policía
comunitaria que logró descender abruptamente los niveles del delito. Para
lograrlo, la comunidad se hizo cargo de presentar sus necesidades y el
presupuesto anual con el que contará la autoridad policial para cumplir
el objetivo. Butler explicó a Página/12 la asombrosa transformación de
los uniformados de Thatcher, "interesados en cumplir con los números
pero no con las necesidades de la gente", en policías confiables
para la comunidad. Invitado por el Ministerio de Interior y la Embajada de
Gran Bretaña para exponer su experiencia, llegó mientras en Diputados se
debatía el polémico proyecto de ampliación de los poderes policiales.
--¿Cree que las atribuciones policiales deben ser ampliadas?
--Lo que se debe lograr es que la policía sepa entender qué es lo
que quiere y necesita la gente. Para eso, debe estar en contacto directo
con la población, y debe ser un servicio eficaz, eficiente y muy
confiable. Y después, que la gente cuente con las herramientas para
realizar un monitoreo exigente sobre el servicio.
--En el ámbito local arrastra una pesada historia de
ilegalidades. En la mayor parte de los asaltos a bancos hay al menos un
policía implicado, y mientras acá son frecuentes los casos de gatillo fácil
en Gran Bretaña van desarmados.
--Es una cuestión de leyes. Allá es ilegal la propiedad de
cualquier arma de puño, sea cual fuere. Por eso nosotros no necesitamos
ir armados. Sí tengo disponibles policías armados, pero sólo los
llamamos en la medida en que sabemos que hay que enfrentar delincuentes
armados. Ahora bien, si la idea es que desarmando a la policía se van a
reducir los asaltos a los bancos, esto no parece que vaya a funcionar.
Nosotros ya no tenemos bancos asaltados y no es porque no haya ladrones.
¿Sabe por qué? Porque la estructura de seguridad bancaria fue resuelta
por los mismos bancos. Hay muchos métodos eficaces para desalentar los
robos, pero para que los bancos inviertan en seguridad tienen que tener un
motivo. El problema es que para la opinión pública, si hay asaltos es un
problema de la policía. Y no es cierto. Mientras pase esto, los bancos no
van a invertir. --Volviendo a la historia
funesta de la policía...
--No vine a opinar --insiste Butler--, pero me parece que alguien
tiene que tener la valentía de decidir que dentro de la policía hay
gente en la que se puede confiar, y que va a ser con ellos con los que
vamos a trabajar para cambiar a los que son corruptos, y para impedir que
los políticos corruptos puedan actuar sobre la policía.
--En parte, también puede ser un problema de sueldos. ¿Cuánto
gana un policía?
--Allá, el primer escalón que es el agente, cobra 1100 libras,
unos 1600 pesos. Está demostrado que si el sueldo del policía no alcanza
el nivel de subsistencia se amplían las posibilidades de corrupción.
--El sueldo es una decisión política.
--Cuánto se invierte en caminos, en salud, en educación, en
seguridad es una decisión política, y es lo que vota la gente cada
cuatro años. --¿Cómo
alcanzaron el estatus de policía comunitaria?
--Durante la década del 80 había aumentado mucho el delito. Estábamos
en una discusión semejante a la que están pasando ustedes. Una de las
causas era la profunda recesión económica. La gente le decía a la policía
"háganse cargo de este problema". Pasaba que la señora
Thatcher cortaba fondos para los servicios públicos de manera drástica.
Y además nos pedía que cumpliéramos con algunos indicadores de desempeño
algo engañosos, porque la medición se centraba más en cantidad que en
calidad. Esto llevaba a la policía a creer que bastaba con que cumpliera
con los números. Como el pedido de la gente no se mide, entonces no
importaba. Así se produjo el distanciamiento. En los 90 la misma policía
empezó a tener conciencia y a procurar desde adentro buscar la forma de
resolver el problema.
--¿En su plan hay una participación efectiva de la comunidad?
|