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CUESTIONAMIENTO UNANIME DEL INFORME MEDICO DE PINOCHET
Lección de anatomía para Jack Straw

Bélgica, España, Francia y Suiza impugnaron el veredicto médico sobre el que se basó el ministro británico del Interior Jack Straw para detener la extradición a España de Augusto Pinochet.

El juez español Baltasar Garzón, primero en pedir la extradición.
Calificó el informe médico británico de �limitado y parcial�.


Página/12 en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo desde Londres

t.gif (862 bytes) La libertad del general Pinochet se encuentra en manos del ministro del Interior británico Jack Straw. Los cuatro países que solicitan su extradición presentaron ayer ante el Ministerio del Interior sus alegatos sobre la decisión �preliminar� de Straw de suspender el proceso de extradición de Pinochet. En sus argumentos, España, Bélgica, Francia, y Suiza cuestionan el examen médico en base al cual Straw concluyó que el general �no está en condiciones de ser sometido a juicio�. Mientras tanto, la decisión del tribunal supremo de España de quitar el caso Pinochet de la esfera gubernamental y dejarlo en manos del juez Baltasar Garzón, dio mayores bríos al intento de que el ex dictador no escape a la Justicia. A pesar de ello, algunos observadores estiman que Straw podría anunciar, mañana o el viernes, su decisión �definitiva� de dejar en libertad al general Pinochet.
En el complejo tablero de la extradición en Gran Bretaña, el ministro del Interior tiene amplias atribuciones para intervenir y suspender el proceso por razones humanitarias, de seguridad o interés nacional o público. En uso de esas atribuciones, Jack Straw anunció el pasado 11 de enero que estaba predispuesto a suspender la extradición de Pinochet a España ante el informe �unánime e inequívoco� que le presentaron los cuatro especialistas que habían examinado al ex dictador el 5 de enero. El ministro invitó a todas las partes interesadas a que presentaran alegatos a favor o en contra de su decisión �preliminar�, pero advirtió que no podía dar a conocer el informe médico porque violaría el derecho a la confidencialidad en la relación médico-paciente. Esta decisión fue apelada por Bélgica y seis organizaciones de derechos humanos que en una segunda instancia, la semana pasada, consiguieron que la Alta Corte de Justicia forzara al ministro a revelar el informe que se ha convertido en el epicentro de los cuestionamientos que llueven sobre Straw.
En el caso de Bélgica, convertida en nueva abanderada del caso, el juez a cargo de la causa ataca de frente el argumento del ministro del Interior británico y sostiene que el ex dictador está en condiciones de ser sometido a juicio por cargos de tortura. En el alegato que presentó al Home Office británico ayer por la tarde, el juez Damien Vandermeersch manifiesta su deseo de que el general se someta a un nuevo examen médico, a cargo de especialistas belgas. En el mismo sentido se pronuncia la Justicia francesa. El Ministerio de Justicia francés envió ayer a las autoridades británicas una petición del magistrado Roger La Loire en la que pide que �que tres expertos médicos franceses tengan acceso a los archivos médicos de Pinochet�. El magistrado habría nombrado a un equipo médico formado por un clínico, un psiquiatra geriatra y un neuropsiquiatra para que revisen a Pinochet.
El giro más espectacular de un caso que ya ha tenido muchas vueltas, lo produjo la Justicia española. La Sala Penal del Tribunal Supremo puso fuera de juego al gobierno español, que mediante su canciller Abel Matutes había declarado una y otra vez que España respetaría la decisión que tome Straw porque era una decisión �política� que no incumbía a la Justicia. En el alegato que el juez Garzón remitió al ministro del Interior figura el durísimo informe de su equipo médico que califica al dictamen de los cuatro especialistasen Gran Bretaña como �limitado y parcial�. El informe critica la ausencia de una evaluación psiquiátrica y psicopatológica, y de �una valoración de la medicación�, a pesar de que el paciente toma más de 11 medicamentos. �Por tanto �concluyen los médicos españoles�, existen razones justificadas farmacológicas y de efectos secundarios, para decir que esta evaluación no es fiable�. Por su parte, Suiza indicó que mantendrá su solicitud de extradición. El fiscal Bernard Bertossa hizo hincapié en que no incumbe a Gran Bretaña decidir si Pinochet puede o no asistir a un juicio. "Le corresponde a España primero y a los otros países después�, puntualizó.
La aparente dureza de los informes de los cuatro países pone a Straw en un aprieto. Por un lado, podría apoyarse en la sección 12, punto 2 de la ley de extradición británica, según la cual, �el ministro denegará la entrega de una persona cuando, habiendo tomado en cuenta todas las circunstancias, le parezca injusto o cruel�. Extraditar a alguien que no está en condiciones de �ser sometido a juicio�, podría formar parte de esas circunstancias injustas o crueles. Por otra parte, el cuestionamiento unánime al informe médico británico aumenta las posibilidades de una apelación judicial a su decisión final, por parte de más de un país. No será la primera vez que desde el arresto de Pinochet, el 16 de octubre de 1998, el ministro del Interior se encuentre entre la espada y la pared.

 


 

UNA DECISION JUDICIAL ESPAÑOLA LO HABILITA A APELAR
Cómo Garzón se convirtió en SuperGarzón

El País de Madrid
Por Ernesto Ekaizer desde Londres

La sala de tres jueces del Tribunal Supremo español que el pasado día 29 de enero desestimó una querella criminal presentada contra el canciller español Abel Matutes dio ayer un importante giro al resolver el recurso de súplica presentado por el querellante, Marcos Roitman. Los jueces Luis Román Puerta, José Antonio Martín Pallín y Andrés Martínez Arrieta, tras ratificar que el ministro no cometió delito alguno al rechazar la posibilidad de presentar un recurso de revisión contra la decisión preliminar del ministro británico del Interior, Jack Straw, confieren, empero, al juez la facultad de presentar dicho recurso.
La decisión llega en un momento decisivo, habida cuenta de que el juez Garzón, al enviar ayer sus alegaciones ante el Ministerio del Interior británico, referidas al informe médico del general Pinochet, insiste en la necesidad de presentar recurso de revisión judicial contra la decisión final que pueda adoptar el ministro Straw en el sentido de liberar al ex dictador. Los jueces estiman que Matutes no pudo, subjetivamente hablando, cometer delito. �Si el ministro de Asuntos Exteriores en su examen y valoración de todos los hechos y circunstancias �dice el auto adoptado por unanimidad� estimaba que realmente nos encontrábamos en una fase exclusivamente político-administrativa, su decisión de no recurrir tiene una base razonable, por lo que incuestionablemente no existe la más mínima posibilidad de exigirle responsabilidades penales.�
Pero, a continuación, los jueces dan un giro importante al abordar �la situación actual del procedimiento de extradición�. Según dice el auto en su fundamento cuarto, punto número 1, �a la vista de todos los acontecimientos que se vienen sucediendo en este procedimiento de extradición, nos encontramos ante una nueva fase judicial, de muy especiales características, que tiene su origen en la iniciativa del ministro del Interior de someter a revisión su propósito o intención de entregar a Chile a Augusto Pinochet. No entramos en el análisis de su naturaleza debido a la especial idiosincrasia del sistema judicial inglés y sus diferencias con el sistema continental, pero no por ello debemos dejar de constatar que los tribunales ingleses están interviniendo y que, mientras tanto, el ministro, que puede tomar en cualquier momento una decisión de fondo, no ha optado por adoptarla�.
Los jueces señalan que �por consiguiente... procede deslindar y distinguir entre la fase judicial y la fase gubernamental de los actuales procedimientos de extradición�. Y agregan una consideración fundamental en las actuales circunstancias, en estas últimas horas, del caso Pinochet: �Ante la falta de claridad de la ley inglesa, si en la fase políticoadministrativa surge algún trámite judicial, deberían ser los órganos jurisdiccionales que han tomado la iniciativa para poner en marcha el procedimiento de extradición los que tendrían que ponderar la necesidad de estar presentes en todos los trámites judiciales posibles, mientras que cuando se pase definitivamente a la fase político-administrativa cualquier eventual decisión debe ser acordada por las autoridades gubernamentales�.
Los jueces refuerzan este criterio al señalar que �con el objeto de superar estos conflictos y sin perjuicio de una futura judicialización de los procedimientos de extradición, la conveniencia de mantener abiertas todas las vías posibles aconsejaría que se procurase, sin condicionamiento alguno, la posibilidad de que las víctimas de los hechos delictivos que se trata de perseguir estuvieran presentes en todo el proceso de tramitación, con objeto de garantizar, en todo momento, la defensa de sus intereses�.
Según el auto dictado el martes, pues, la nueva petición, del juez Garzón de recurrir debería ser respetada por el gobierno español.

 

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