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 Luego
de que el juez Enrique Gorostegui, quien se encuentra al frente de la
quiebra de Racing, fuera intimado el pasado lunes por la Sala II de la
Cámara de Apelaciones de La Plata para que disponga el cese de todas las
actividades de la institución, el magistrado continuó ayer evaluando el
futuro de la entidad y, en principio, estaría esperando la llegada de una
empresa que gerencie el fútbol profesional y se haga cargo de la deuda.
La otra opción que tendría el juez para no clausurar el club es ignorar
lo decidido por la Cámara y decretar una nueva continuidad. Si Gorostegui
no resuelve antes de mañana la continuidad, la sindicatura solicitará la
reprogramación de los próximos partidos del equipo de Avellaneda en el
torneo Clausura.Según explicaron fuentes judiciales, Gorostegui debería ser muy cuidadoso con lo que resuelva, porque según la Cámara, a partir de marzo de 1999 la quiebra (en el expediente se encontró un avenimiento de 88 pesos) �se manejó fuera de la ley�. Además, el mayor problema es que para permitir la privatización hay que modificar los estatutos del club y también los de la AFA. Hasta el momento hay varias empresas interesadas, pero la más firme es la estadounidense Hicks, Muse, Tate & Furst, que administra al Corinthians y al Cruzeiro de Brasil. Por su parte, el ex presidente Daniel Lalín se presentó ayer por la mañana junto al abogado del club, Ricardo Ruggiero, ante el juez para proporcionarle argumentos que eviten la clausura de la entidad. �En pocos días más se levantará la quiebra del club y sólo resta conseguir los avenimientos de 30 acreedores, y entre ellos, los de los actuales integrantes del plantel profesional�, señaló ayer Lalín mientras se retiraba de los tribunales platenses.
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