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El director Julian Wolff está terminando una película para chicos basada en los relatos de la niña que permaneció dos años encerrada en un sótano de Amsterdam y luego murió en un campo de concentración. |
  La tristemente célebre historia de Ana Frank, una metáfora de la dignidad de la resistencia del pueblo judío al nazismo, podrá verse este año en los cines del mundo bajo la forma de un film de dibujo animado. El film, que está en la etapa de post-producción, es una emprendimiento financiado por empresas de Francia, Gran Bretaña e Irlanda y fue dirigido por el realizador inglés Julian Wolff. Los productores puntualizan que el guión fue abordado pensando en �públicos de todas las edades�, pero subrayan que la película apunta, más que nada, a que los más chicos conozcan uno de los capítulos más oscuros de la historia del siglo XX. Daniel Holender, adaptador y escritor de los diálogos, contó en una entrevista que �la adaptación se propone, antes que cualquier otra cosa, acercarse lo más posible al espíritu de Ana�. El film animado �para el que se utilizaron 130.000 dibujos efectuados con técnica tradicional� describe todos los detalles de la vida cotidiana de los personajes protagónicos, que representan a los ocho ocupantes del desván de la casa de Amsterdam, Holanda, en el que las familias Frank y Van Daan y el doctor Dussel se ocultaron durante dos años �entre 1942 y 1944� de los nazis. La película muestra, por ejemplo, que los ocupantes del escondite podían ir al baño sólo a ciertas horas, que no podían hacer el más mínimo ruido durante el día y cómo trataban de que los escasos víveres con que contaban les duraran el mayor tiempo posible. También queda documentado el tortuoso aburrimiento al que estaban sometidos a diario. Según explicaron los realizadores, el ritmo de la animación reproduce subjetivamente la lentitud con que las familias pueden haber experimentado el paso del tiempo, en la clandestinidad. De ahí que el tedio en el que sobreviven los personajes sólo se quiebre durante las disputas, los momentos de histeria suscitados por la menor novedad proveniente de la guerra, las privaciones cotidianas o los bombardeos. En cuanto a Ana, los realizadores se preocuparon por retratarla, básicamente, como una muchacha de fuerte personalidad. Casi todos sus biógrafos coinciden en que esa era una de sus características más definidas. �No quiero, como la mayoría de la gente, haber vivido para nada (...), quiero continuar viviendo, incluso después de muerta�, escribió ella el 5 de abril de 1944, meses antes de ser trasladada al campo de concentración de Bergen-Belsen, en donde murió a los l5 años, y lejos de sospechar que su padre, único sobreviviente de los ocupantes del refugio, publicaría su diario. En el film se la verá convertida en dibujo articulando frases tan conmovedoras como: �Asombra que no haya abandonado aún todas mis esperanzas, puesto que parecen absurdas e irrealizables. Me siento demasiado alegre para ser lógica�. La idea de los productores no es tan osada como podría parecer: desde hace mucho tiempo El Diario de Ana Frank es un clásico libro de literatura adolescente, en buena medida por la identificación que la historia de la niña suele generar en jóvenes de todo tipo, aun aquellos cuya experiencia vital nada tiene que ver con la de ella.
NO A HAIDER, SI A AUSTRIA
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