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CRITICAS AL PLAN DEL GOBIERNO Y DUDAS
OFICIALES EN APLICAR MEDIDAS MAS EFECTIVAS
Manos blandas para petroleras muy duras

Las medidas para generar competencia en el mercado de combustibles fueron consideradas inoperantes por los especialistas. El Gobierno desechó otras alternativas en estudio, porque hubieran significado imponer regulaciones que serían resistidas por las petroleras.

Tiempo: �Son solamente anuncios para entretener al público y ganar tiempo a ver si baja el crudo internacional�, criticó un ex subsecretario de Combustibles.

Carlos Winograd (Defensa de la Competencia) y Daniel Montamat (energía), junto a José Luis Machinea.
Los funcionarios defendieron las medidas y anticiparon que se elabora una nueva ley de hidrocarburos.


Por Cledis Candelaresi y Raúl Dellatorre

t.gif (862 bytes) La vocación oficial de respetar el mercado y no confrontar con las petroleras hizo que el Gobierno desechara varias medidas que son materia de estudio en la Secretaría de Energía y que, posiblemente, resultarían más eficaces para controlar el precio de los combustibles. Algunos de esos retoques legales podrían quedar plasmados en una futura ley de hidrocarburos, si la iniciativa que el Gobierno se dispone a girar al Congreso corriera mejor suerte que otras tantas cajoneadas. Por ahora, el decálogo de medidas que anunció el martes la Jefatura de Gabinete cosecha críticas de expendedores y especialistas del sector, que la ven sólo como más de lo mismo. Las refinadoras, en tanto, suspiran tranquilas. �Este gobierno es respetuoso de las reglas. Nosotros no vemos ningún peligro en el horizonte�, confesó ayer ante Página/12 el vocero de Repsol-YPF.
�Las medidas son sólo anuncios para entretener al público y ganar tiempo a ver si baja el crudo internacional�, cuestionó ayer ante este diario el ex subsecretario de Combustibles del PJ, Rubén Maltoni. Esta y otras críticas disparadas ayer sobre los anuncios oficiales difícilmente hayan sorprendido al secretario de Energía, Daniel Montamat, quien tiene estudiado algunos atajos reales para bajar el precio de las naftas, pero
que fueron momentáneamente descartados por cuestiones políticas:
* Una idea ya era analizada por su antecesor, el justicialista César MacKarthy, y consiste en transformar el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles del actual valor fijo (48 centavos sobre cada litro de nafta) en un porcentaje. Esto permitiría, entre otras cosas, hacer más nítida la diferencia de precio que existe entre las distintas marcas (el impuesto sería mayor en la medida que el precio propiamente dicho suba). Pero podría menguar la recaudación del ITC, que aporta anualmente unos 4000 millones de pesos, parte del cual se destina al sistema previsional.
* Otra delicada opción desmenuzada en los despachos oficiales fue la de interrumpir la vigencia de los contratos entre las refinadoras y las estaciones de servicio, con el objeto de facilitar una mayor competencia de precios. Para inmiscuirse en convenios privados, el Estado debería invocar una �razón de orden público�, según apuntan desde el Congreso legisladores de la oposición. Pero temeroso de una avalancha de juicios de las petroleras, Montamat prefirió mantener el statu quo por ahora.
Todos los especialistas del rubro coinciden en que para estimular la competencia de precios entre estaciones también habría que acotar la red propia de las refinadoras, que cada vez concentran una proporción mayor de bocas de expendio y con localizaciones preferenciales. Esta imposición podría hacerse a través de una ley que fije un tope, a semejanza de lo que ocurre en los Estados Unidos, donde ninguna compañía puede tener más del 10 por ciento por estado. Por ahora el gobierno analiza tímidamente la idea para incluirla, eventualmente, en su inminente proyecto de ley.
�La importación de los combustibles no sirve para bajar el precio de las naftas, ya que de 100 estaciones de servicio, 92 tienen contratos de exclusividad de entre 10 y 20 años y las de bandera blanca no están ubicadas en los lugares con más afluencia de consumidores�, se quejaba ayer ante los micrófonos radiales Carlos Calabró, titular de la Federación de Expendedores de Combustibles.
�El gobierno no hace nada para cortar la integración vertical en el sector, donde el que produce también distribuye y vende�, reprocha Raúl Ochoa, consultor en temas industriales y asesor parlamentario del PJ. Hacerlo obligaría al Gobierno a avanzar en el vidrioso terreno de regular un sector desregulado, pero que de hecho está muy concentrado y, por lo tanto, no es competitivo. A juicio de Ochoa, esta descripción del mercado es argumento legal suficiente como para conferirle al Estado la potestad de intervenir, algo que Economía estudia cuidadosamente.
El paquete con el cual el Gobierno intentó demostrar su voluntad de control sobre las naftas tiene como eje facilitar la importación y lapublicidad de los precios. Pero estas decisiones ya fueron adoptadas, por el gobierno anterior y con escaso rédito, al igual que la anunciada apertura de un registro de contratos entre refinadoras y estacioneros.
Según recuerda otro ex funcionario del sector, no hay tanques portuarios de almacenamiento para el combustible a importar: salvo los de Vitol, en Zárate, y de Dapsa, en Dock Sud, el resto pertenecen a las tres petroleras mayores. El gobierno de la Alianza tampoco parece dispuesto a echar mano a la Ley de Hidrocarburos aún vigente, que le permite inmiscuirse en los costos internos de las compañías para monitorear si sus aumentos de precios se corresponden con incrementos en los insumos que efectivamente utilizan, al producir localmente.

 


 

EL GOBIERNO BUSCA COMO ENFRENTAR A LAS PETROLERAS
Una ley de hidrocarburos en la manga

El Gobierno procuró mostrar ayer que ha tomado la iniciativa en la puja con las petroleras por el precio de los combustibles. Anunció que en marzo enviará al Congreso un proyecto de ley de hidrocarburos para introducir nuevas regulaciones en el sector. Se trata de un gesto político de peso, dado que a través de esa norma se podría limitar el poder de las petroleras para manejar a discreción el funcionamiento del mercado.
El Gobierno había dado a conocer anteayer una serie de medidas para inyectar competencia, que fueron consideradas tímidas por analistas del sector y por representantes de los empresarios de estaciones de servicio. El ministro de Economía, José Luis Machinea, y los secretarios de Energía, Daniel Montamat, y de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd, ofrecieron ayer una conferencia de prensa para resaltar la importancia de dichas medidas y señalar que se están buscando alternativas para corregir �las dificultades estructurales en el mercado de combustibles�.
El envío al Congreso de una nueva ley de hidrocarburos fue una señal hacia las petroleras, así como también la ratificación del anuncio que Winograd hizo la semana pasada en Página/12 acerca de que se iniciará una investigación de oficio en la secretaría que conduce sobre el mercado de combustibles. Sin embargo, la trascendencia que tendrá el nuevo marco regulatorio dependerá de hasta qué punto condicionará la libertad de acción de la que hoy disfrutan las petroleras. Montamat sostuvo que �será un marco general� y que los abusos de posición dominante que pudieran demostrarse a Repsol-YPF, Shell y Esso �son pasibles de sanciones con la ley vigente de Defensa de la Competencia�.
�Tenemos indicadores que muestran una gran concentración de mercado y otros que indican que habría prácticas que limitan la competencia. Prueba de ello es la diferencia de precios que existe entre el petróleo importado y el de salida de refinería, que no nos parece aceptable�, señaló Machinea. El ministro anticipó que Economía estudia la elaboración de un proyecto de ley para modificar las modalidades contractuales entre estaciones de servicio y empresas petroleras, que en la actualidad obligan a las primeras a mantener acuerdos por 15 años. �Los derechos adquiridos por los contratos firmados se respetarán. Esa es nuestra conducta en este y otros aspectos, pero vamos a revisar la legislación hacia adelante�, a fin de posibilitar que los convenios sean a más corto plazo, añadió. Los estacioneros reclaman que los contratos se limiten a dos años.
Otra medida que podría tomarse para bajar el precio de los combustibles en la reducción de su carga impositiva, pero Machinea afirmó que �no lo veo posible en el corto plazo y dudo que pueda hacerse en el mediano�. �Con estas medidas no se ataca el problema fundamental para que el mercado sea competitivo�, subrayó el titular de la Federación de Estaciones de Servicio, Carlos Calabró, en referencia a los anuncios oficiales de anteayer. En tanto, Manuel García, de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, consideró que �salvo las medidas para facilitar la importación de combustible, el resto no tiene relevancia� para bajar el precio.

 


 

PROTESTAS DEL AUTOTRANSPORTE EN EL CENTRO
Fue apenas un leve embotellamiento

Por Sergio Kiernan

La protesta del transporte resultó apenas un embotellamiento: unos pocos centenares de colectivos, que en el centro parecían poca cosa, dando vueltas divididos en tres rutas. Cualquier fin de tarde en Constitución o Retiro permite ver más ómnibus, oír más bocinazos, sentir más tensiones que en esta caravana que supuestamente iba a trastornar la ciudad. �No pasa nada�, dijeron con rara unanimidad los taxistas, que siempre están dispuestos a protestar. De hecho, los taxis tuvieron un muy buen día porque el susto vació las calles de autos particulares: hubo viajes para todos. �Todo tranquilo�, confesaron los choferes de la protesta, que admitían sin mayores vueltas que �nadie nos lleva el apunte�.
Y no es apenas un caso de indiferencia al prójimo o una muestra más de la mala imagen del sindicalismo. Los colectiveros eligieron un perfil cívico para su marcha: respetaban los semáforos, no cortaban las calles, les hacían caso a las indicaciones de los policías. De hecho, ni siquiera hacían sonar sus bocinas y la única señal de que no eran charters alquilados para un partido o una excursión eran los modestos carteles en blanco y negro que pedían �Control al descontrol: no a los truchos� y acusaban al �transporte ilegal� de �corsarios y piratas�.
Las caravanas siguieron tres circuitos. Uno iba y venía por el Bajo, otro recorría un gran cuadrado por Alem-Paseo Colón, Santa Fe, Bernardo de Irigoyen-Carlos Pellegrini (el único tramo que, por estrecho, parecía masivamente lleno de manifestantes) e Independencia; el tercero seguía más o menos la línea Corrientes, el Bajo, Independencia y Callao. La confusión comenzó con la única medida firme de la policía: cortar Avenida de Mayo, por donde tenía previsto pasar la tercera columna. Tanto ir y venir, para las cuatro de la tarde todo el mundo había perdido de vista los ómnibus de cabecera donde viajaban los delegados y cada colectivo seguía por donde podía o quería. Respetar los semáforos significó que las columnas se quebraran en grupos de colectivos aislados, una docena aquí, otra más allá, una tercera en la otra cuadra. El centro terminó lleno de colectivos que parecían perdidos en la gran ciudad. Los pocos transeúntes que levantaron la vista deben haber pensado que realmente se habían perdido. Es que había tableros de líneas nunca vistas en la zona: 115, 710, 562, 314, 371, 283, 410, números suburbanos que unen Virreyes y Boulogne, Florencio Varela con Pompeya.
Y a las cinco, hora del partido con Inglaterra, se acabó todo. Los policías, aburridos y con calor adentro de sus chalecos antibalas, prendieron la radio. Los colectivos desaparecieron

 


 

A De la Sota no lo dejan vender

Por Mónica Gutiérrez
Desde Córdoba

�No les va a ser tan fácil sacar la ley para vender todo�, resumió por altavoz un dirigente gremial en una de las tantas esquinas del centro cordobés que ayer fue el escenario de la primera jornada de protesta contra el gobierno de José Manuel de la Sota y su proyecto del �Nuevo Estado�. Cuando todo hacía prever que la iniciativa tendría media sanción en Diputados, donde el oficialismo tiene mayoría, la presión que se ejercía en la calle y el clima de tensión que se anunciaba desde las primeras horas del día hicieron que los legisladores postergaran hasta mañana el tratamiento del proyecto, para insistir en las negociaciones con la oposición que permitan sacar la ley con alguna base de consenso. A Germán Kammerath no le va mejor en la Municipalidad, donde el gremio que nuclea a los empleados le anunció que dará lucha contra su plan privatizador.
Con los 30 grados que al mediodía se abatían sobre la ciudad, el tránsito interrumpido y la peatonal abarrotada de policías y manifestantes, el gobernador cordobés debió digerir ayer el primer día después de la luna de miel. Su política de reinvención del Estado, que establece la privatización de la Empresa Provincial de Energía (EPEC) y del Banco de Córdoba, generó contundentes críticas de sectores importantes de la sociedad que ayer se reflejaron en las calles. La Pastoral Social de la Iglesia, por ejemplo, ya había criticado duramente el proyecto en un documento que fue avalado por el propio arzobispo Carlos Ñáñez, donde trató de �deshumanizante� la ley, en la que los �ciudadanos� pierden esa categoría para transformarse en meros �clientes�.
Los colegios profesionales hicieron sentir su oposición por cuanto los afecta la pérdida del orden público de los honorarios que promueve la ley. Ni qué hablar de los gremios que sienten amenazadas sus condiciones laborales ante la anunciada privatización del banco y de la empresa de energía, además de las nuevas reglas de juego para los estatales, con retiros anticipados y jubilaciones prácticamente forzadas.
Dos mil policías desplegados en la ciudad y casi dos mil manifestantes de Luz y Fuerza y del gremio bancario que marchaban hacia la Legislatura, acompañados por legisladores aliancistas, fue el panorama que encontraron los diputados de Unión por Córdoba (el conjunto de partidos que lidera el PJ) cuando se sentaron en sus bancas para dar media sanción a la ley De la Sota, que incluye temas tan disímiles como un manual de derechos del consumidor, la creación de un ente controlador de las privatizaciones y la venta de acciones del Banco de Córdoba, pasando por la instalación de casino y bingos privados con tragamonedas hasta la desregulación de los honorarios profesionales.
Los aliancistas habían anunciado que rechazarían el proyecto en ambas cámaras. Si la ley sale de Diputados sin consenso, los justicialistas saben que tiene pocas probabilidades de prosperar en el Senado, donde el oficialismo está en minoría por una banca.
Negociaciones de última hora mostraron al radicalismo predispuesto a consensuar cambios en el proyecto, a condición de que se le quite el trámite de urgencia y de que sea dividido en bloques. Según trascendió, avalarían cambiar en la ley la venta de acciones de la EPEC por la �concesión� de la empresa y pedirían un tope en la incorporación de capital privado al banco. El oficialismo, por su parte, preferiría dar mayores garantías a los trabajadores a cambio de bajar el tenor del conflicto social.

 

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