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MOYANO ENCABEZO LA PRIMERA MOVILIZACION CONTRA EL GOBIERNO ALIANCISTA
�La cúpula no representa a nadie�

Mientras se trataba la reforma laboral el MTA hizo su acto contra el Gobierno 
y la cúpula cegetista. Hubo alrededor de 20.000 personas. Moyano contó con el apoyo de Lorenzo Miguel y José Rodríguez y ahora aspira a ser secretario general de la CGT.

Hugo Moyano, el orador central, acompañado por Lorenzo Miguel y Juan Manuel Palacios. �El proyecto de reforma laboral es el proyecto del Fondo Monetario y de los traidores.�

Por Diego Schurman

t.gif (862 bytes) El camionero Hugo Moyano encabezó ayer la primera movilización de peso contra Fernando de la Rúa. A dos meses y medio del cambio de gobierno, el sindicalismo disidente logró reunir a miles de almas en la Plaza de Mayo para repudiar la reforma laboral aprobada anoche en Diputados. La convocatoria sorteó dos obstáculos significativos: la suspensión de la protesta dispuesta el día anterior por la cúpula de la CGT y el alto crédito social que registra la actual administración. En ese marco, el resultado de la marcha �que puede no ser considerado exitoso, pero ciertamente tampoco como un fracaso� posiciona a Moyano en su objetivo de alcanzar la secretaría general de la central sindical. �Recién comienza la lucha�, atizó el sindicalista.
Al son de bombos y redoblantes, el camionero ingresó en la plaza con su séquito del Movimiento de Trabajadores Argentinos, la fracción combativa de la CGT. En el palco quedó flanqueado por dos pesos pesado del sindicalismo: el metalúrgico Lorenzo Miguel y el mecánico José Rodríguez, enemigos acérrimos unidos por la coyuntura.
No se trata de un dato menor. A partir del pacto sellado entre el Gobierno y un sector de la dirigencia sindical, la movilización de los disidentes también se convirtió en una demostración de fuerza interna en el marco de la pelea por la propiedad de la sigla �CGT�. Antes de la división, la actual conducción promovía a Moyano como futuro secretario general. Ahora, hará todo lo posible para evitarlo.
La división se produjo el miércoles, cuando los �gordos� �como se denomina al sector que hegemoniza la conducción cegetista� sellaron un pacto con Flamarique. Como resultado, el titular de la central sindical, Rodolfo Daer, decidió levantar el paro y la movilización, una resolución que los disidentes desconocieron.
Por eso Moyano enfureció por igual con la perfidia de los dirigentes de la Alianza y de la conducción de la CGT. �El Presidente, el vicepresidente y la ministra de Desarrollo Social siempre se preocuparon por diferenciarse del gobierno anterior y resulta que van y pactan con los que ellos permanentemente repudiaron�, azuzó.
Sin nombrarlos, el camionero se refirió por un lado a De la Rúa, Carlos Alvarez y Graciela Fernández Meijide, y por el otro a sus ex compañeros de ruta, los �gordos� Daer, Carlos West Ocampo, Luis Barrionuevo, Armando Cavalieri y Oscar Lescano, entre otros. 
Durante la gestión menemista, Moyano y el Chacho llegaron compartir tribuna en la Federación de Box para castigar los proyectos de flexibilización laboral. Fue un 1º de Mayo de 1997, en un mitín del MTA y las 62 Organizaciones de Miguel, en el que también participó el actual ministro del Interior, Federico Storani, que ayer controló el acto desde la Sala de Situación (ver página 2).
Por entonces, comenzaba a ponerse en marcha la Multisectorial opositora, que unía a frepasistas, radicales y sindicalistas combativos, como Moyano y Víctor De Gennaro, contra las políticas de ajuste de Menem, aliado por entonces con el sector de los �gordos� que controlaba los hilos del sindicalismo.
Fue Alvarez, sin embargo, uno de los que explotó la veta del descrédito sindical cuando a principios de este año una CGT unida se manifestó en contra de la reforma laboral. Y De la Rúa hasta se encargó de distribuir en el gabinete una encuesta demostrando que la imagen de los sindicalistas estaba por el piso.
Sin embargo, en la última semana el Gobierno se desembarazó de sus �amigos� dentro del abanico gremial �es decir, de Moyano y De Gennaro� y en reuniones furtivas pactó con los representantes de las grandes corporaciones gremiales el apoyo a la reforma. Fue a cambio de ciertas concesiones, como la continuidad de la cuota voluntaria de los trabajadores a los sindicatos; el restablecimiento del manejo de losfondos de las obras sociales y la preservación del statu quo del PAMI, donde la CGT tiene participación. 
�Negocian con los de siempre, con los mismos que negociaron los militares, Alfonsín y Menem�, dijo Moyano evitando la palabra �traición� para no autosabotear su paso hacia la conducción de la CGT. Esa palabra, en cambio, fue utilizada por las barras y el cura Luis Farinello, otro de los �desahuciados� de la Alianza. �La cúpula de la CGT no representa a nadie. Y el proyecto de reforma laboral es el proyecto del Fondo Monetario y de los traidores�, señaló. 
Como los jugadores de fútbol a la hora de dedicar un triunfo, Moyano no se olvidó de nadie. Por eso también machacó contra el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, quien en la víspera señaló que el camionero quedó solo en su protesta. �Que me venga a hacer compañía porque me encuentro solo... con miles y miles de trabajadores�, atizó. 
Entusiasmados, los organizadores del acto anunciaron más de 30 mil personas. La policía calculó, con bastante razonabilidad, 20 mil. Y Storani redujo la cifra a 18 mil y luego a 15 mil (ver nota aparte).
Colectiveros, taxistas, empleados judiciales, docentes, rurales y metalúrgicos, entre otros, dieron marco a una plaza abigarrada. Hasta los mecánicos dijeron presente dejando de lado la celebración de su día junto a sus familias. En todos los casos prevaleció la presencia del �aparato� sindical y fue mínima la concurrencia espontánea. Algunos sectores, incluso, ofrecieron 20 pesos por cabeza para lograr engrosar las columnas de manifestantes. 
El dato curioso, sin embargo, lo dieron los camioneros. No por sus habituales y coloridos distintivos sino por un sutil cambio en el estampado de cada gorra, remera o pancarta verde-blanca. Lo que hasta el año pasado decía �MTA-Camioneros�, ayer se convirtió en �CGT- Camioneros�. Ahora sólo falta que ese deseo de Moyano de tomar las riendas de la central sindical se convierta en realidad.

 

El primer visitante

Cuando salió de la Casa de Gobierno, recibió como un golpe el sol tremendo de la mañana. Sin sacarse el saco, miró la Plaza de Mayo y comenzó a caminar, imitando la costumbre impuesta por Carlos �Chacho� Alvarez. Estaba acompañado por el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, y por la custodia. Bajo una temperatura que arañaba los 30 comenzó a cruzar la plaza en dirección al edificio del Banco Hipotecario, en donde lo esperaba Carlos Silvani. Los manifestantes que seis horas después se movilizarían hasta allí recién se estaban preparando, por lo que la breve caminata no generó problemas. Ayer, Fernando de la Rúa fue el primer funcionario del Gobierno en pasar cerca, a menos de 100 metros del palco en donde Hugo Moyano encabezó el primer acto de protesta contra su gobierno.

 

MILITANTES, CHICOS, TRABAJADORES, JUBILADOS
Todas las voces de la Plaza

Por F.Y.

Según el Ministerio del Interior fueron muy pocos y arrastrados por el aparato (ver página 2). Para Hugo Moyano fueron muchos y le sirvieron para chicanear al ministro de Trabajo, Alberto Flamarique. En cualquier caso los que estuvieron en la Plaza fueron también protagonistas. Y todos tenían algo que contar.
u Los niños primero. Los claros en la plaza favorecieron no sólo la posibilidad de desplazarse y llegar hasta el palco. Además permitieron que los chicos hicieran debido uso de las fuentes. Fueron los únicos que �mojaron sus patas� en la histórica plaza. Carlitos, de unos diez años, con una remera de �Duhalde presidente� y gorra del sindicato que dirige Hugo Moyano, fue uno de los tantos que se refrescó junto a unos amigos en las aguas públicas. �Tirate, no seas maricón�, le gritaba Carlitos a uno de sus amigos mientras, con la gorra, le arrrojaba agua como para darle valor. Mientras tanto, Moyano ya desgranaba su discurso contra la reforma laboral y �los traidores� de la CGT.
u Yo tengo fe. Walter llegó temprano desde Paraná junto a 40 compañeros del sindicato de la UTA. Con 30 años, dos hijos y 9 de colectivero, el entrerriano se desplomó en el césped para disfrutar una cerveza helada �hasta que comience el discurso�. A pesar de que está preocupado por el incremento del precio del gasoil, �que perjudica al transporte público�, dice tener fe en que las cosas cambien y cree en la capacidad de conductor de Moyano. �Creo que podemos cambiar esta ley y superar la crisis�, aseguró aunque rápidamente mostró su corazoncito: �Pero mejor es (el secretario general de UTA, Juan Manuel) Palacios, porque nunca nos dejó solos y siempre estuvo al pie del cañón�.
u Yo no tengo fe. Mientras se acomoda la gorra que repartieron en su gremio y limpia un poco su remera que reza la frase �Juventud de camioneros�, Julio lanza su primera opinión sobre la jornada de protesta: �Qué querés que te diga. La movilización estuvo buena, pero no podemos pedir otra cosa con la dirigencia que tenemos�. Y explicó: �Yo seré barrendero, pero me gusta leer y sé que el Negro (por Moyano) no es todo lo que parece ser. Durante estos últimos diez años, ¿me querés decir qué hizo Moyano además de pelearse con la conducción de la CGT? Nada, él fue parte de todo esto, de toda la flexibilización�, dijo mientras miraba nervioso a su alrededor como temiendo ser escuchado por el oficialismo de su gremio.
u Amargura. Carlos trabaja desde hace 8 años en la planta de SanCor en Santa Fe. �¿Que cosa no?, trabajo en la sección dulcería y cada día la cosa está más amarga. Tengo 27 años, dos hijos y con mi mujer apenas podemos criarlos porque la plata no alcanza. Encima nos cagan los convenios de trabajo�, se queja. Sin embargo, no pierde las esperanzas. �Podemos revertir esta ley. Pero antes tenemos que sacarlos a tipos como (Rodolfo) Daer�, dice y se esfuerza por sostener la bandera de su gremio y beber un trago de gaseosa. �Vinimos pocos, apenas unos 20, pero es que no tenemos guita�.
u Jubilados combativos. Ella, 74 y él, 68 años, ambos integrantes del grupo independiente de jubilados y pensionados de Mar del Plata y enrolados en la Corriente Clasista Combativa. Norberto y Otila llegaron a la plaza en la columna del sector que lidera Carlos �Perro� Santillán, y a la usanza de su líder, llevaban vinchas celestes y blancas con la sigla CCC. �El discurso de Moyano estuvo bien, lo tengo grabado para después estudiarlo�, reconoció Norberto. Pero Otila fue más dura con el dirigente camionero: �Moyano tiene que aprender del Perro. El sí sabe cómo luchar contra los poderosos�, dijo y pidió un favor: �¿Puede poner que esperamos que liberen a nuestro querido (Raúl) Castells que continúa preso?�.
u La activista. Era rubia y de larga cabellera. Con aire de estudiante de filosofía, pollera hindú y decenas de collares que colgabande su cuello, hacía flamear la bandera roja con vigor al tiempo que gritaba por el paro general. Mientras sus compañeros repartían los extensos volantes donde se explican las razones que hay para repudiar a los dirigentes de la central obrera, incluido Moyano, y hasta por qué discrepar con el combativo Perro Santillán, ella se resistía a dar su nombre: �No tengo por qué decírtelo�. Pero sí quería opinar: �Daer, Moyano y hasta el Perro le hacen, a su manera, el juego al FMI. Acá lo necesario es realizar asambleas obreras, terminar con los burócratas sindicales y convocar al paro general�, gritó, antes de volver a flamear su bandera. 

 

 
La libre competencia

El jefe de prensa de la CGT, Carlos West Ocampo, aseguró ayer que a Hugo Moyano le aparecerán competidores para suceder a Rodolfo Daer en la conducción de la central sindical. �Habrá tres o cuatro fórmulas�, dijo el integrante de los �gordos�, el sector que acordó con el Gobierno el respaldo a la reforma laboral. El sindicalista tampoco descartó la postergación del congreso del 15 de marzo, donde se debe elegir al nuevo secretario general, para descomprimir la interna cegetista. 
Además de Moyano, circulan las candidaturas del titular de obras sanitarias, Rubén Pereyra, y el mecánico José Rodríguez. Ambos transitaron los últimos años cerca de los �gordos�, aunque la grave crisis que afecta a la industria automotriz obligó a este último a recalar en el sector de los combativos y por eso ayer se lo vio junto a Moyano.

 

La CTA sacó a la calle su propuesta alternativa

Sin pretender competir en número de concurrentes, la CTA se diferenció en la convocatoria y el discurso. Repudios a Daer y la reforma laboral, críticas al Gobierno. 

Víctor De Gennaro, único orador en el acto de la CTA.
�Tendrían que tener vergüenza de fotografiarse con los Daer.� 

Por Raúl Dellatorre

La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) llevó ayer su planteo de �modelo alternativo de construcción� a la calle, convocando y logrando organizar, a la misma hora que el llamado por Hugo Moyano, un acto de repudio a la Ley de Reforma Laboral frente al Congreso. Sin competir en número, la CTA se diferenció en el discurso, asumiendo como propia la lucha por cambiar el anterior gobierno (�Chau Menem�, fue la consigna que se recordó ayer), pero repudiando la continuidad del mismo modelo. Y exigiendo que, para resolver el problema de la desocupación, �se les saque a los grupos económicos, que ahora se fotografían con los Daer (secretario general de la CGT) para apoyar esta reforma, lo que le quitaron a los trabajadores en todos estos años�. 
La CTA marchó a las 15.30 desde la esquina de las avenidas Belgrano y Entre Ríos hasta el Congreso, concentrándose frente a un palco armado sobre un acoplado justo a la altura de la entrada al Palacio por la calle Rivadavia. Los manifestantes (5000 según los organizadores, 1500 según el Ministerio del Interior) escucharon, vivaron y acompañaron con cantos e insultos a Rodolfo Daer las palabras de Víctor De Gennaro, secretario general de la CTA y único orador. 
De Gennaro utilizó un tono de abierta confrontación con los popes de la CGT, a quienes señaló como �sindicalistas empresarios� (varios de ellos son titulares de empresas) y repudió la actitud del gobierno nacional y los líderes de grupos empresarios de �sacarse la foto� con aquéllos para abrochar el apoyo a la Reforma laboral. �Tendrían que tener vergüenza�, disparó, e inmediatamente refrescó la lucha contra la política del menemismo hasta su desplazamiento del poder y la continuidad del modelo con el actual gobierno. �Esta central (CTA) y los trabajadores no hicimos todo lo que hicimos para cambiar una cara por otra en la Casa de Gobierno, sino para cambiar el modelo político, económico y cultural del país.�
En el palco lo acompañaban los mismos que habían encabezado la marcha: Hugo Yasky (Ctera), Juan Carlos Caamaño (Utpba), Víctor Mendivil (Judiciales) y Francisco Dos Reis (Apyme), entre otros. Abajo, la concurrencia que se agolpaba hasta la altura de Rodríguez Peña y Rivadavia se nutría con las tradicionales columnas de los gremios que integran la CTA junto a presencias menos usuales, como la ruidosa Federación por la Tierra y la Vivienda (ocupantes de asentamientos) y la Comisión de Trabajadores Discapacitados, así como un importante número de militantes y participantes �sueltos�, que se acercaron individualmente o en pequeños grupos.
Esta participación es la que le dio color propio a la marcha de la CTA, señalando una conjunción de fuerzas no tradicional en las centrales puramente sindicales. De Gennaro destacó la realización de actos en diversas provincias de la CTA. Sin los recursos de las grandes organizaciones apañadas por el menemismo, la central optó por manifestaciones locales que se sumaron a la distancia a la concentración en Congreso. 
Con atención, casi analizando cada párrafo, los manifestantes escucharon el mensaje de una central que sigue apostando al futuro, con el riesgo que implica construir su propia alternativa sin compromisos con otras fuerzas más consolidadas. De Gennaro diferenció a los empresarios pymes, que apoyan a la CTA, de los grupos económicos que firmaron el acuerdo en Casa de Gobierno. �Basta de verso. ¿Nos van a hacer creer que la desocupación se resuelve echando a gente? Si obligaran a esos grupos a cumplir con la jornada laboral legal, sobraría trabajo para cientos de miles de desocupados�, señaló. 

 

 
El regreso de Lorenzo

Lorenzo Miguel advirtió hoy que las protestas contra el Gobierno se harán �todas las veces que sean necesarias� y dijo que la movilización a la Plaza de Mayo �es una carta de presentación para Flamarique y los hombres de la CGT, que se volvieron a equivocar, al igual del gobierno por negociar con hombres que no tienen respaldo popular�. 
El líder de la Unión Obrera Metalúrgica manifestó su esperanza de que el Senado rechace la reforma laboral, como lo hizo en 1984 con la ley sindical de Raúl Alfonsín. Cuando se le preguntó cómo seguiría la lucha, Miguel dijo: �Vamos a empezar a tejer para ver cómo vamos a hacer�. Lo cierto es que ya se está estudiando una nueva movilización para cuando los senadores traten la ley aprobada ayer en Diputados.

 

Storani siguió el acto
Fredi que lo mira por TV 

Por José Natanson

El Gobierno no temía tanto el impacto social de los actos organizados por un sindicalismo golpeado y dividido como la posibilidad de que se generaran disturbios. Finalmente, el fantasma de una Plaza de Mayo incendiada resultó infundado y al atardecer Federico Storani se dio el gusto de ningunear los actos. �No hubo incidentes. La movilización tuvo una naturaleza de aparato, fue pobre y estuvo muy por debajo de la expectativa�, dijo el ministro del Interior, quien estimó la concurrencia en 18 mil personas para la movilización del MTA y 1500 para la del CTA. 
Conscientes de que la imagen de la gestión de la Alianza ha trepado a niveles inéditos, muy por arriba de la de los capos gremiales, en el Gobierno minimizaban ayer los costos políticos de la primera protesta contra Fernando de la Rúa. La atención se centró básicamente en la posibilidad de que se generen disturbios en alguna de las movilizaciones.
Los fantasmas se apoyaban en dos datos que repetían ayer los funcionarios. El primero se vincula con la interna del sindicalismo: la división de la CGT agitó los ánimos, y en el Gobierno creían que había riesgos de que la tensión sindical se trasladara a los actos. El segundo dato tiene que ver con el Gobierno. �Pensábamos que quizás los agentes de la SIDE despedidos podían tratar de armar algún quilombo�, aseguró un funcionario que respiró aliviado cuando las movilizaciones terminaron pacíficamente. 
Atento a cualquier inconveniente, Storani monitoreó desde temprano el operativo de seguridad, del que participaron 1300 policías. Apenas se levantó, recibió el �informe de situación� de la Policía Federal, una prolija carpeta que describe las protestas previstas en todo el país. Se pasó la mañana recibiendo partes de la Federal y a las tres de la tarde se trasladó al Departamento Central. En el primer piso, en la Sala de Situación, cinco televisores transmitían imágenes de la Plaza de Mayo, el Congreso y las que filmaba un helicóptero que sobrevolaba los actos.
�Todo tranquilo�, le dijeron el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y el jefe de la Federal, Rubén Santos. Sólo se asustaron cuando la policía detectó a un grupo de manifestantes de Quebracho en Bernardo de Irigoyen y Rivadavia, pero finalmente no hubo problemas. A las cuatro de la tarde, el ministro recibió una primera estimación de la asistencia y se comunicó con Fernando de la Rúa: �18 mil personas en la Plaza de Mayo y 2 mil en el Congreso�, le informó el ministro al Presidente. Cuando recibió los últimos informes, Storani corrigió la cifra oficial a 15 mil en la marcha del MTA y 1500 en la del CTA. 
Recién cuando concluyó la desconcentración, el Gobierno realizó su evaluación de los actos. El jefe de la Policía informó que no hubo incidentes ni detenidos y Storani le restó importancia a la convocatoria. �Prácticamente no hubo concurrencia espontánea. La gente, con su actitud de no participar, no avaló una medida de fuerza contra un Gobierno tan reciente, porque no considera que el método de la confrontación sea el camino adecuado. Ha pasado muy poco tiempo como para hacer una medida de fuerza que pretenda presionarnos�, afirmó el ministro.

 

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