El País, de Madrid
La
primera patente europea para clonar y cultivar células humanas fue un
error por parte de la Oficina Europea de Patentes, pero no por parte de
los solicitantes. Uno de ellos, la compañía australiana Stem Cell
Sciences, firmó en agosto pasado una alianza con Aventis, la mayor
multinacional biotecnológica del mundo, para desarrollar �terapias
regenerativas basadas en cultivos celulares�. Esta técnica utiliza el
material genético de la célula de un paciente para crear un embrión
humano clónico y, a partir de él, desarrollar cultivos celulares para
trasplantar tejidos sin rechazo. Los científicos, en su mayor parte,
están convencidos de que la clonación y el cultivo de células humanas
constituye una valiosísima herramienta para la medicina, pero la
técnica, que implica manipular embriones humanos, choca por el momento
con todo tipo de obstáculos éticos y legislativos. Los países europeos
no permiten esas manipulaciones, con la dudosa excepción del Reino Unido,
donde la ley es ambigua sobre ese punto.
Los experimentos no están prohibidos en Estados Unidos, pero carecen de
fondos públicos debido a un expreso bloqueo del Congreso. Ello deja el
enorme campo de las terapias celulares en manos de las empresas privadas
de biotecnología, en contra del criterio de la élite científica local.
La oportunidad comercial no ha pasado inadvertida para la gran industria.
El gigante biotecnológico Aventis, producto de la fusión de
Rhône-Poulenc con Hoechst, firmó en agosto pasado una alianza con Stem
Cell Sciences para garantizarse la tecnología necesaria en materia de
cultivos celulares. Y fue precisamente Stem Cell Sciences la que, junto a
la Universidad de Edimburgo, presentó la solicitud de patente que saltó
a la luz el lunes a raíz de una denuncia de Greenpeace.
Los científicos de Estados Unidos se muestran contrarios a las técnicas
de �mejora� genética en humanos. La tecnología para cambiar en las
personas la herencia a través de modificaciones genéticas que se
transmitan a los descendientes no está todavía disponible, pero llegará
muy pronto, creen los especialistas que revisaron este tema en la reunión
de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS). Sin
embargo, los especialistas piensan que se debe seguir investigando, pero
no ven por ahora la justificación médica para estas técnicas:
consideran que, si se abre la mano con la modificación genética,
llegarán inmediatamente los intentos de mejorar personas.
Si una persona tiene un gen defectuoso conocido que puede causar una grave
enfermedad en sus descendientes, puede ahora saberlo y no tener hijos o
intentar tener sólo los que sean sanos. En el futuro podría plantearse
corregir sus genes para que sus hijos y sus descendientes no sufrieran
esta enfermedad. Esta es una de las posibles justificaciones para una
modificación de la herencia, pero el tema es muy discutido y presenta no
sólo problemas técnicos sino también dilemas éticos.
Lo que sucede es que si se puede utilizar la genética como método
diagnóstico para erradicar los problemas hereditarios (aunque
sacrificando muchas veces los enfermos o portadores su derecho a tener
descendientes) no está clara la utilidad de modificar la herencia.
Michael Blaese, pionero de la terapia génica, es uno de los que no ven
justificación médica para estas modificaciones. Para Blaese, las fuerzas
del mercado en este campo resultan peligrosas. �¿Quién va a definir lo
que es enfermedad y lo que es mejora cosmética o de las facultades
básicas como la inteligencia o la capacidad atlética?�, se preguntó
este experto. Entre los �defectos genéticos� no peligrosos para la
vida que se podrían erradicar citó la calvicie masculina, aunque
también el enanismo.
En cuanto a las técnicas disponibles, los científicos se encuentran con
un panorama confuso en el que la modificación genética de óvulos y
espermatozoides puede empezar a ser posible, pero ya no es la
únicaopción. Se han abierto otras posibilidades, como la clonación tras
modificación genética del núcleo de una célula (el siguiente paso a la
ya célebre oveja Dolly, que es clónica pero no transgénica), el
aislamiento de células madre que se pueden modificar y luego inyectar en
embriones, la posibilidad de modificar el embrión in vitro antes de su
implantación en el útero, tecnologías por ahora muy ineficientes y no
probadas en humanos, pero que pueden perfeccionarse en el futuro.
La única técnica aceptable sería alguna de reparación genética, que
sustituye directamente la secuencia genética errónea por la correcta,
algo que no está todavía disponible para su aplicación en humanos pero
que puede estarlo pronto. En general, los consultados subrayaron el
rechazo a la utilización de estas técnicas para la �mejora�
genética y el miedo a que sólo resulten accesibles, como actualmente
sucede con las relativas a la reproducción, para los ricos, y constituyan
una fuente más de desigualdad.
La preocupación europea
El primer ministro italiano, Massimo D�Alema, transmitió a la comisión de la Unión Europea su �preocupación� por la concesión de la patente para la reproducción por medio de la tecnología genética de partes del cuerpo humano. D�Alema pidió a la comisión que actúe en contra de la decisión de la oficina europea de patentes con sede en la ciudad alemana de Munich. El presidente de la comisión de la UE, el también italiano Romano Prodi, dijo que ya se encargó al servicio jurídico que estudiara las posibilidades de intervenir. La concesión de la patente salió a luz el lunes pasado en virtud de una denuncia de las asociación ecologista Greenpeace, que advirtió que esa autorización puede dar lugar a la manipulación genética de embriones humanos, que podrían ser luego clonados. |
FUE EJECUTADA EN EE.UU. LA
CUARTA MUJER DESDE 1976
Una bisabuela sin clemencia
Por M.F.C.
Betty Lou Beets, la
abuela y bisabuela de 62 años acusada de haber asesinado a su quinto
marido, fue ayer ejecutada con una inyección letal en Texas. Coherente con
su conducta habitual en estas situaciones, el gobernador George W. Bush, que
en los cinco años de gestión nunca demoró ninguna ejecución, se negó a
conceder el aplazamiento de un mes solicitado por los abogados de Beets.
La defensa quería que el caso se revisara a la luz de nuevas pruebas que,
según decían, demostraban que la sexagenaria era una mujer abusada que
había matado al esposo Jimmy Beets en defensa propia. La Suprema Corte
estadounidense y un tribunal federal de Nueva Orleans tampoco hicieron lugar
a las apelaciones de último minuto hechas por la defensa. Beets es la
segunda mujer que se ejecuta en Texas desde la guerra civil y la cuarta en
Estados Unidos desde que se reimplantó la pena de muerte en 1976. También
es la persona más anciana a quien se le ha aplicado la pena de muerte en
Texas, desde que este castigo se reimpuso allí en la década del ochenta.
Aunque el tema del abuso sufrido por Beets apareció recién en las
apelaciones y no en el juicio por la muerte del quinto esposo, los grupos
feministas y los que se oponen a la violencia familiar se movilizaron
enfervorizadamente en favor de la ex moza de bar. La monja activista Helen
Prejean, famosa militante contra la pena de muerte, cuya historia se narra
en la película Dead man walking, sostuvo que Beets debía ser perdonada,
entre otras razones, porque había sido una esposa golpeada. Pero los
fiscales argumentaron que la apodada �viuda negra� había asesinado para
cobrar una pensión y los beneficios de un seguro de 100.000 dólares.
La historia conyugal de Betty Lou tuvo, por cierto, visos truculentos.
Además del cadáver de Beets enterrado en el patio de la casa de la viuda,
los investigadores encontraron el cuerpo del cuarto marido, Doyle Wayne
Barker. Beets fue acusada, pero no juzgada por esta muerte. También había
baleado anteriormente a Bill Lane, otro de sus maridos, hiriéndolo en el
abdomen.
Sus abogados defensores dijeron que casi toda su vida había sido abusada y
que había sido víctima de varias violaciones. Todos estos recuerdos
espantosos, dijeron, provocaban en ella alucinaciones y reacciones
violentas.
A raíz del caso de la viuda, Bush, quien se encuentra en plena campaña
para conseguir la nominación presidencial de su partido, dijo que la
violencia doméstica era un �azote terrible�. Pero al referirse
específicamente a Beets dijo que para aplazar o no la ejecución, se iba a
preguntar si la mujer era culpable del crimen. Bush ha autorizado más de
cien ejecuciones. Texas, con 207 ejecuciones, es el estado que más ha
aplicado la pena de muerte desde que volvió a ponerse en vigencia.
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