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--Es un día histórico
--definió Felgueras tras abrir la primera oferta
para la licitación de los servicios médicos del PAMI. Como lo
cortés no quita lo valiente, también habló de su futuro político:
"Sigo en el PAMI, pero si me convocan a acompañar a Ibarra, para mí
será un honor", repitió una veintena de veces, cada vez que le
preguntaron sobre su posible candidatura como vicejefa del gobierno porteño.
El adjetivo "histórico"
tenía sus motivos. La licitación que ayer entró en su etapa final pone
en juego el destino de 1800 millones de dólares. Ese es el monto que la
obra social gastará este año para atender sus 3 millones 300 mil
afiliados. Pero, por sobre todo, se trata de una compulsa anunciada como
la más vigilada y con mayor transparencia en la historia de la obra
social. Y ayer, en la sede de la Sigen, todos los gestos apuntaron a
marcar un momento fundacional, a transmitir la certeza de un corte no sólo
en relación con la gestión de Víctor Alderete sino también con el
pasado que hizo del PAMI una inagotable caja de recaudación política. La
misma que resonaba el jueves cuando varias voces opositoras aludían a un
posible acuerdo entre el Gobierno y Luis Barrionuevo para asegurar la
continuidad de los viejos prestadores.
Durante toda la jornada se
abrieron los sobres con las ofertas para la atención médica en 15
sucursales del PAMI. Entre ellas las que cuentan con los mercados más
atractivos por su cantidad de afiliados, como es la Capital Federal, con
405 mil beneficiarios --lo que implica que habrá ocho millones y medio de
dólares a repartir entre los ganadores-- y Lanús con 340 mil. La
licitación incluye los servicios de médicos de cabecera, clínicas y
sanatorios y estudios de alta complejidad.
Hubo, en total, más de 30
ofertas. Para la Capital se recibieron ocho propuestas, entre ellas una
integrada exclusivamente por hospitales públicos, tres de composición
mixta y cuatro de capitales privados. De las 15 sucursales abiertas, dos
--Catamarca y Neuquén-- quedaron desiertas al no presentarse ningún
oferente. Lo mismo pasó con el concurso para los servicios de diálisis
en todo el país, un rubro en el que tienen peso capitales norteamericanos
y alemanes. "Estamos más que conformes", fue el balance al
terminar el día del cointerventor Angel Tonietto; "la cantidad de
ofertas refleja que los prestadores entienden que tienen que
competir".
La licitación en marcha apunta
a fijar nuevas reglas entre el PAMI y sus prestadores. Entre ellas que:
* Sólo serán contratados los
dueños directos de clínicas y sanatorios, agrupados en Unidades de Gestión
Participativa.
* Del proceso de selección
participan 50 evaluadores divididos en grupos de trabajo. Según el
esquema previsto, la decisión para calificar a cada UGP está atomizada
como un reaseguro para evitar presiones. La idea es utilizar muchos
evaluadores, cada uno con un mínimo poder de decisión. Los técnicos
calificarán en base a un sistema "a ciegas": pondrán una nota
a cada uno de los rubros considerados, pero sin saber qué importancia
tendrá ese rubro en el armado de un score final. Los datos para
establecer esa correspondencia fueron guardados en una caja fuerte de la
Sigen.
* En los pliegos se fijaron
precios máximos a pagar que están entre el 10 y 20 por ciento por debajo
de los de los contratos rescindidos.
* Para todo el proceso se
convocó además a otras instancias de control, como el de representantes
de la ONU junto a personal de la Sigen y la Oficina Anticorrupción.
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