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Proponen a tres testigos estrella en la causa AMIA

Los policías bonaerenses imputados como cómplices del atentado pidieron que se cite al ex presidente Menem, a Rotundo y a Spinoza Melo para interrogarlos acerca de la llamada "pista siria".

Oscar Spinoza Melo, ex embajador y ex menemista, posible testigo


Por Raúl Kollmann
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Los policías bonaerenses imputados como cómplices del atentado contra la AMIA se presentaron ayer ante el juez Juan José Galeano para reclamarle que cite a declarar al ex presidente Carlos Menem, a uno de sus hombres clave en la campaña electoral de 1988, Mario Rotundo, y al ex embajador Oscar Spinoza Melo. La estrategia defensiva consiste en demostrar que hubo negociaciones y acuerdos secretos con el gobierno de Siria durante aquella campaña electoral y que el atentado contra la AMIA fue producto de la ruptura de esos pactos. El resurgimiento de la llamada pista siria también está basado en la reciente detención de Alberto Kannore Edul, el empresario sirio-libanés que siempre estuvo sospechado de haber tenido algún nivel de participación en el atentado. Hay pruebas e indicios en su contra, pero la investigación fue tardía y de una lentitud exasperante.

  La esposa del ex comisario Juan José Ribelli, Marcela Bouzón de Ribelli, anunció ayer el pedido de que declaren Menem, Rotundo y el embajador Spinoza Melo y agregó a la causa judicial una nota aparecida en Página/12 en la que el diplomático reconoce que hubo pactos incumplidos con varios gobiernos árabes. En diálogo con el programa "La Cornisa", que conduce el periodista Luis Majul, la señora de Ribelli sostuvo que "nosotros nos mantuvimos callados durante tres años porque confiábamos en que algo se iba a esclarecer, pero ahora ya nos cansamos y no vamos a parar. Queremos saber qué hubo detrás del atentado: acusan a nuestros maridos y sin embargo hay pistas, como la siria, que no se siguieron para nada".

  La esposa del ex comisario igualmente no pudo disipar las dudas sobre una de las pruebas existentes en la causa en contra de su marido: el blanqueo de dos millones y medio de pesos, al día siguiente del atentado, y supuestamente como adelanto de una herencia recibida de su padre, un ex obrero ferroviario. "Vamos a explicar de dónde salió ese dinero durante el juicio oral --argumentó la mujer--, porque no le tenemos confianza al juez Galeano." La hipótesis del magistrado es que Ribelli percibió ese dinero como pago por su colaboración con el atentado.

  En verdad, durante las últimas semanas parece haber una sorda polémica alrededor de las llamadas pistas siria e iraní. El magistrado, los fiscales, la SIDE, el gobierno de Menem, los gobiernos de Estados Unidos e Israel y la AMIA y la DAIA siempre insistieron en que Irán estuvo detrás de los dos atentados cometidos en la Argentina. Por lo tanto, en los años del menemismo, la pista siria siempre fue dejada de lado, a pesar de existir algunos elementos que apuntaban en esa dirección. Los familiares agrupados en Memoria Activa y la mayor parte de los investigadores periodísticos insistieron en que debía investigarse más la participación siria, justamente porque en la causa aparecen dos empresarios de origen sirio-libanés que no pueden explicar algunas cosas que sucedieron antes del atentado.                                                                 El jueves, por ejemplo, uno de esos dos empresarios, el detenido Albertito Kannore Edul fue careado con su chofer. Edul es hijo de un conocido patriarca de la comunidad árabe, muy amigo de los Menem, los Yoma, los Yabrán y, según parece, también del traficante de armas sirio Monzer Al Kassar, cuyo teléfono figuraba en su agenda personal. El motivo de las contradicciones fue una llamada realizada al armador de autos truchos Carlos Telleldín, quien tenía en su poder la Trafic que estalló frente a la AMIA. Esa comunicación se realizó ocho días antes de la explosión y es uno de los pocos vínculos que existen entre personas de origen islámico y la camioneta. Kannore dice que él no hizo la llamada a Telleldín e indirectamente acusó a su chofer, Norberto Godoy. Este negó rotundamente haber hecho la comunicación. El jueves, en el careo, cada uno se mantuvo en sus dichos, o sea que sigue sin explicar quién y por qué llamó a Telleldín.

  Contra Edul hay una prueba adicional, referida al volquete que se depositó frente a la AMIA cinco minutos antes del atentado. En la hoja de ruta del camión que llevó ese volquete figuraba una dirección en la calle Constitución, donde hay un baldío que queda justito al lado de la casa de Edul.

  El retraso en la pesquisa, las demoras en los allanamientos y los careos hacen difícil encontrar ahora nuevas pruebas. En fuentes del juzgado le dijeron ayer a Página/12 que, casi seguro, a Kannore Edul se le dictará una falta de mérito en la causa AMIA, es decir que no hay elementos suficientes para procesarlo. De todas maneras quedará preso por las imputaciones que llevaron a su detención hace dos semanas: falsificación de documentos, cédulas, DNI, cheques, tarjetas de crédito y billetes.

  Habrá que ver ahora si Galeano acepta citar a Menem, Rotundo y Spinoza Melo. El magistrado siempre fue un poco reacio a seguir la pista siria, pero actualmente la cuestión se ha reavivado. Menem ya no está en el gobierno y, además, hay diputados cavallistas --Franco Caviglia, Guillermo Francos-- que apuntan para el mismo lado ya que presentaron un pedido de informes en la Cámara solicitando que se investigue la conexión siria.

 

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