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ALFONSIN PRESENTO UN DOCUMENTO DEL COMITE NACIONAL DE LA UCR
En el preembarque para la senaduría

Ratificando su creciente actividad pública, el ex presidente dialogó con periodistas. Nosiglia estuvo presente, pero silencioso.

Raúl Alfonsín, a sus anchas, en un comité nacional atirrobado de gente y ciertamente tórrido.


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Sentado en la cabecera, bajo un clásico cartel rojiblanco de la UCR y escoltado por dos gobernadores, Raúl Alfonsín atendía a los periodistas, con el aire campechano que dispensa cuando está a sus anchas. A su izquierda, el chaqueño Angel Rozas contenía un gesto de malestar. A la derecha, el rionegrino Pablo Verani, formal y serio, y Enrique Nosiglia, con la estampa de un joven ejecutivo, miraban con curiosidad a los presentes. En la sala del tercer piso del Comité Nacional el calor era insoportable, sólo funcionaban cuatro ventiladores de techo y los miembros de la mesa directiva estaban bañados en sudor. Pero cuando Alfonsín comenzó a hablar --bajo la mirada respetuosa de más de veinte dirigentes radicales--, todos festejaron su ironía. "No puede decir que se siente perdedor y que va a perder (en el 2003)", respondió cuando le preguntaron por Carlos Menem. El ex presidente del retorno a la democracia se prepara para volver como un triunfador en las elecciones de senador nacional del año próximo.

  Cuando terminó la reunión de la mesa directiva de la UCR, tenía las manos cruzadas y los ojos enrojecidos. Enfundado en un saco azul y con un leve temblor en sus manos, Alfonsín tomó el micrófono y con suficiencia contestó las preguntas de los periodistas. "No creo que esté en el ánimo de los trabajadores ni de sus dirigentes hacer una oposición destructiva", respondió sobre la amenaza de Hugo Moyano, que había anunciado que su sector va a realizar "todos los paros que sean necesarios". "Esas son cosas que se dicen en los discursos", agregó después, en tono comprensivo. Durante su presidencia, Alfonsín fue hostigado por el sindicalismo que conducía Saúl Ubaldini, que organizó trece paros generales. Ayer el ex presidente aseguró que el conflicto con los gremios no se va a repetir durante la administración de Fernando de la Rúa, a pesar de la media sanción de la reforma laboral. "Creo que esto no va a suceder", afirmó.

"En la época de mi gobierno el pueblo no había percibido que vivía una crisis, no pudimos resolver muchos problemas --argumentó Alfonsín--, entonces se aplaudían esas medidas de oposiciones sistemáticas". "Pero ahora --agregó-- los consensos van a prevalecer sobre los disensos".

Aunque confesó sentir "una gran simpatía" por Cecilia Felgueras, evitó opinar sobre la interna partidaria para vicejefe de Gobierno de la ciudad. También eludió con astucia una pregunta difícil sobre la reforma laboral y delegó en el diputado Jesús Rodríguez la respuesta. Minutos antes de la conferencia de prensa, los más de veinte miembros de la mesa directiva presentaron una declaración con un título bien radical: "Asistimos al renacimiento cívico y moral del país". En el documento, la UCR resaltó el carácter pluripartidario de la coalición que integra: "La Alianza no es un proyecto con fronteras cerradas. Que nuevas corrientes se sumen a él".

Un día después de que un sector de la CGT manifestara en Plaza de Mayo, el viejo adversario de Saúl Ubaldini volvió al ruedo. Después del accidente que sufrió recorriendo en campaña el interior, Alfonsín está listo para competir por la candidatura a senador por la provincia de Buenos Aires. Un dirigente que prefiere las negociaciones detrás de bambalinas a la exposición mediática confesó ayer que el ex presidente es un "líder inexcusable, referente de muchos radicales", y que es probable que se postule para ese cargo. Cuando finalizó la conferencia, continuó la reunión sin periodistas. Sólo Enrique "Coti" Nosiglia se retiró de la sala, después de negarse a responder las preguntas de la prensa, entre saludos efusivos de dirigentes, jóvenes militantes y mujeres admiradoras. 

Informe: Martín Piqué.

 

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