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EL SECRETARIO DE CULTO RATIFICO LA POLITICA ANTIABORTISTA
Para el Vaticano, con cariño

Norberto Padilla con De la Rúa, al momento de jurar como nuevo secretario de Culto

En diálogo con Página/12, Norberto Padilla aseguró que Argentina mantendrá la línea antiabortista y que no se va a derogar el "Día del Niño por Nacer", instituido por Menem. Opinan varias dirigentes políticas.


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Hay una "coincidencia" entre el Estado argentino y la Santa Sede respecto del tema del aborto, sostiene el secretario de Culto de la Nación, Norberto Padilla, quien anticipó a este diario la decisión de mantener el decreto por el cual el ex presidente Carlos Menem instituyó el "Día del Niño por Nacer". Las afirmaciones del funcionario dan otra vuelta de tuerca en un debate concerniente a cuestiones tan diversas como la ubicación del país en los foros internacionales de discusión, la relación entre la Iglesia y el Estado o el destino de las 500 mujeres que mueren anualmente por abortos ilegales. Página/12 consultó a mujeres con actuación política y trayectoria en la defensa de los derechos femeninos, quienes coincidieron en rechazar el nuevo "Día del Niño..." --que no tendría antecedentes en el mundo-- y abrieron la pregunta sobre si "este alineamiento con la Iglesia va a implicar una política activa explícita, como fue durante el mandato de Menem".

  El secretario de Culto de la Nación, Norberto Padilla, dijo ayer a Página/12 que "el del aborto es uno de los temas de coincidencia entre la Argentina y la Santa Sede". Consultado sobre si se mantendrá la enérgica y activa posición antiabortista que el gobierno del presidente Menem sostuvo en los foros internacionales, el funcionario contestó que esa definición "excedería mis funciones: la posición de la Argentina en cada encuentro se definirá según los documentos que deban discutirse; los matices se verán en cada oportunidad, pero la línea es la del discurso del doctor De la Rúa en el Alvear".

  Se refería a las declaraciones que el actual mandatario formuló el año pasado, cuando era candidato, en el Encuentro de Políticos y Legisladores de América latina organizado por la Santa Sede en el Hotel Alvear. En esa oportunidad, De la Rúa manifestó que "la vida debe ser protegida y defendida desde la concepción" y ratificó su "posición de siempre contra el aborto, al que excluyo claramente como un método de control de la natalidad o una alternativa válida ante un embarazo no deseado". El actual mandatario se comprometió también a "crear una asignación económica para la mujer durante el embarazo y después del parto".

  Padilla también habló sobre el "Día del Niño por Nacer", que la administración anterior instituyó para el 25 de marzo desde el año pasado: "El decreto está en vigencia y no se proyecta derogarlo: estamos pensando cómo hacer efectiva la recordación, tratando de que no tenga una connotación centralmente religiosa, ya que el tema interesa a la sociedad en general".

  Así planteadas las cosas, Virginia Franganillo, ex presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, señaló que "ahora la pregunta es si este alineamiento con la Iglesia va a implicar una política activa explícita, como fue durante el mandato de Menem". En cuanto al "Día del Niño por Nacer", Franganillo estimó que "es algo que no tiene expresión en la sociedad: no le veo impacto o posibilidad de aplicación".

  La legisladora porteña Dora Barrancos, del Frepaso, destacó que "un secretario de Culto tiene que vérselas con todos los cultos: el punto de vista sobre el aborto no es el mismo en todas las confesiones, y hay iglesias protestantes tradicionales que no comparten la idea de que la vida específicamente humana se inicia en la concepción". Respecto de un alineamiento con la Santa Sede, "es claro que las normas religiosas son de carácter íntimo, su resorte fundamental corresponde a la esfera privada".

  En cuanto al "Día del Niño por Nacer", Barrancos lo toma como "un dislate absolutamente criollo. Y la Alianza, nosotros, no hemos hecho todavía el esfuerzo que corresponde para que se derogue ese decreto".

  La ex convencional constituyente radical María José Lubertino recordó que "la plataforma electoral de la Alianza, y el mismo Fernando de la Rúa en su discurso ante la Internacional Socialista, destacaron la preocupación por no asumir alineamientos automáticos con otros Estados, como lo fue en este tema el de Menem con el Vaticano".

  Acerca del "Día del Niño por Nacer", Lubertino afirmó que "Menem lo estableció como una treta para distraer la atención pública y congraciarse con la jerarquía eclesiástica. Pero es insólito, ni siquiera el Estado del Vaticano tiene esa conmemoración, lesiva para las convicciones de parte de la población. Esa 'celebración' sostiene el prejuicio y la culpabilización contra las mujeres que llegaron al aborto porque no tuvieron otra salida".

  La diputada Elisa Carrió, aunque se declara "feminista católica y en desacuerdo con la legalización del aborto", también rechaza el "Día del Niño por Nacer": "Ese decreto debe derogarse, estoy absolutamente en contra de la utilización demagógica de estos temas". Carrió destacó "la urgencia de que se dicte una ley de salud reproductiva que incluya la educación sexual y el uso de anticonceptivos: los que dicen estar contra el aborto y también se oponen a una ley así, no permiten una solución que evite el aborto y, en consecuencia, lo convalidan en la práctica".

  En cuanto a la legalización del aborto en sí misma, según Barrancos "el debate sólo se concretará cuando la sociedad argentina pueda traducir en actos la legitimación del aborto que, de manera tácita, ya ha efectuado. Desde fines del siglo pasado, esta práctica tiene alta legitimidad en lo privado: para que esto se traduzca en un debate público, tendrá que haber un movimiento en la sociedad, y esto sucederá cuando la acción de muchas mujeres se junte con una fuerte conciencia de parte de los varones".

  Entretanto, destacó Franganillo, "la exigencia mínima es que haya políticas de prevención, mediante la educación para planificar los embarazos: no hay que olvidar que más de 500 mujeres por año mueren por aborto clandestino en la Argentina".

TRES VISIONES SOBRE EL TEMA

"En juego el cuerpo ajeno"

Carmen González

(Abogada, titular de la Comisión de la Mujer de la Asociación de Abogados.)
 
  El pronunciamiento no me sorprende. El año pasado De la Rúa ya se había pronunciado al respecto, anticipando lo que hoy ha sido ratificado públicamente. Era iluso creer en un cambio, cuando éste ni siquiera fue propuesto en la campaña. Este tipo de posicionamientos forma parte de la hipocresía de quienes están en el poder; como es sabido se trata de hombres y por lo tanto a ellos el tema no los afecta. Estamos frente a una clase política hipócrita que hace la vista gorda ante los 800 mil abortos que se realizan anualmente en forma clandestina, cuyas principales víctimas son las mujeres de bajos recursos, que son quienes no pueden acceder a los 800 o 1000 pesos que sale un aborto. Esta ratificación del gobierno es una prueba más de lo fácil que es desde el poder ser hipócrita cuando lo que está en juego es el cuerpo ajeno, es decir el de mujeres argentinas de bajos recursos.


"Un debate esquivado"

Mabel Bellucchi

(Investigadora de área de derechos reproductivos.)

   Desde la época en que era intendente porteño, De la Rúa tuvo una posición ligada a la Iglesia y los sectores más conservadores del país. Tampoco me sorprende el Frepaso cuyos integrantes retiraron de su agenda todo lo relacionado con derechos sexuales y aborto. En este país todos los partidos con tradición parlamentaria han esquivado el debate en torno de estos temas por su vínculos con la Iglesia católica. Esto es muy grave y más si se analizan los últimos índices sobre mujeres violadas, embarazos en adolescentes y mujeres con sida. Sin duda están faltando debates sobre estas nuevas realidades desde lo institucional. En lo personal considero que en los únicos espacios donde se puede llegar a esperar algo es en los frentes sociales. Un caso concreto es el de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que en su último congreso realizado en Mar del Plata ha incorporado en sus pautas programáticas la despenalización del aborto.


"Alentar la hipocresía"

Carlos Escude

(Experto en relaciones internacionales.)

   Con todo el respeto que me merece el secretario creo que esta política solamente confirmará la inmoral tendencia de los argentinos a decir una cosa y a hacer otra. La Argentina es un país en cuyas clases medias la cultura y práctica del aborto está sólidamente establecida y se realiza a veces en las mejores condiciones sanitarias y con las mejores tecnologías. El que se pronuncia contra el aborto frecuentemente resulta ser alguien que lo ha practicado y lo alentó en el seno de su familia cuando fue necesario. Si queremos ser honestos, no debemos alentar la hipocresía. Yo entiendo que hay organismos o personas que están honestamente en contra del aborto, tal es el caso del secretario de Culto, Norberto Padilla, pero esa convicción no va a cambiar el comportamiento de los argentinos que es abortista y sólo va a alentar la hipocresía de muchos que practican el aborto y se pronuncian en contra. La consecuencia no querida de esta política es hacer de los argentinos un pueblo más hipócrita y menos moral.


Un perfil ecuménico

  El actual secretario de Culto, Norberto Padilla, fue asesor de Angel Centeno, quien ocupó ese cargo en el gobierno de Carlos Menem. También fue asesor y es hombre de confianza directa del presidente Fernando de la Rúa.

  Padilla es un abogado católico, considerado un amplísimo conocedor del derecho canónico, y ofrece lo que en círculos eclesiásticos se denomina un "perfil ecuménico", ya que mantiene buenas relaciones con diversos cultos.

  Forma parte del grupo de redacción de la revista Criterio, que responde a sectores de centro en la Iglesia y con la cual se vinculan también Juan Llach, actual ministro de Educación, y Vicente Espeche Gil, embajador en el Vaticano.

 

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