Fue
como un virus, una epidemia que atacó a la defensa de Argentinos Juniors
y que la hizo, de pronto, comenzar a cometer todo tipo de desatinos. El
agente portador que desató la epidemia, el desencadenante fue �sin duda
y sin culpa� el pobre Sanzotti. Lamentablemente para el joven arquero y
para Argentinos en general, el corner que desde la izquierda venía para
él y se le escapó de un modo incomprensible (muy mojada estaba...), le
cayó al precoz capitán Milito y éste �tan maduro ya� la mandó
adentro de zurda.
Iban 29 y hasta ese momento, si
bien Independiente había insinuado más, no podían contabilizársele
llegadas netas: sucesivos remates de media distancia de Daniel Montenegro
y de Marioni eran lo más peligroso producido por los de Trossero.
Argentinos, a su vez, había tenido su mejor oportunidad con un desborde
por derecha de Cervera que cabeceó Osorio en el primer palo y salvó
Mondragón. Pero eso pronto sería historia antigua: de la media hora
hasta el final, en quince minutos increíbles, Independiente arrasó con
el desconcertado Argentinos y le hizo cuatro goles.
El gran protagonista de ese tramo fue Daniel Montenegro. Hizo el segundo
con un gran tiro libre abajo, al palo del azorado arquero tras un foul que
él mismo recibió, y el tercero, resolviendo con autoridad una entrega
libre, cuando la línea de fondo de los de La Paternal hizo mal la ley del
offside. El cuarto fue otro regalo, en este caso de Denis a Marioni,
cuando na die sabía en Argentinos dónde estaba parado. 4-0 y partido
terminado.
Para colmo, en el comienzo del complemento Madorrán pareció apresurarse
al echar a Monzón y también se fue Sosa por protestar. Así, los rojos
siguieron sumando y Daniel Montenegro, la figura, bordó por izquierda y
Marioni concretó el quinto al cuarto de hora. Y el sexto fue a mil toques
de área a área que concretó Ariel y el séptimo fue de Daniel con ayuda
de Sanzotti y cía., y el octavo una llegada franca de Forlán tocando
solo. Madorrán permitió que Argentinos hiciera su gol con un penal que
convirtió Schiavi y después cerró, apagó las luces.
Algo más: Independiente �más allá de ventajas y regalos� jugó una
hora muy bien. Toque, variantes, lujo sin gaste ni mal gusto. Buen camino.
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