Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


"Si cantara en Viena, me sentiría muy mal"


Julia Zenko canceló, junto a Jairo y Horacio Ferrer, una actuación en el Festival de Salzburgo, en rechazo al ascenso al poder de Joerg Haider

"Escuchar a Haider me produce escalofríos", confiesa Zenko


Por Fernando D'Addario
t.gif (862 bytes) 
Julia Zenko no irá a Austria, pero sí a Polonia. El mes que viene, en la ciudad polaca de Lodz, se pondrá en escena la operita "María de Buenos Aires", pero más allá de la circunstancia laboral, la cantante irá después por las suyas a Varsovia, donde intentará rastrear la calle donde nació su padre. A su padre lo bautizaron Israel, pero durante mucho tiempo se hizo llamar Roberto, para evitar y/o atenuar la discriminación por su condición de judío. Quizás sea ésta una de las maneras de explicar por qué decidió no concurrir al Festival de Viena que se realizará en agosto, en concordancia con actitudes similares tomadas por Jairo y Horacio Ferrer, protagonistas del mismo espectáculo.

  "Fue muy doloroso tomar esta determinación, porque para mí era una oportunidad única", cuenta. "El Festival es espectacular, y nosotros trabajamos de esto, pero si fuera a Viena, sé que después me sentiría peor. No quiero estar ahí pensando que uno solo de los que están escuchándome es partidario de Haider." Zenko explica que viajó por muchos países donde hay discriminación de algún tipo, pero hace una salvedad: "Estuve en lugares donde se persigue a árabes, judíos, negros. Mis hijos me preguntaron: '¿Por qué cantás en esos lugares y en Austria no?' Y creo que la diferencia pasa por el hecho de que en algunos países puede haber reacciones aisladas de xenofobia. Pero en Austria llegaron al Parlamento... y cuando desde el poder empiezan estos brotes raros, no sé cómo pueden terminar".

  --¿Usted sufrió algún tipo de discriminación?

  --Yo viví la discriminación en carne propia, aunque no en la medida en que la sufrieron mis abuelos y mis viejos. Cuando era chica sufría cuando me decían cosas, me sentía herida. Situaciones que por ahí ahora, de grande, me las tomo de otra manera, hago como que me resbalan pero no, la menor agresión verbal relacionada con ser judía es algo que te queda grabado siempre. Yo vi a amigos de mis abuelos con las marcas de los números que traían de los campos de concentración. Por eso, escuchar ahora a Haider minimizando el tema de los campos de concentración me produce escalofríos, lo mismo que cuando habla de separar en las escuelas a los austríacos de los extranjeros.

  --¿Como artista esto le hizo replantear su relación con lo político?

  --Me hizo pensar, aunque yo no soy una activista en lo artístico. Jairo sí, es más militante. Lo mío no es eso. Yo trato de elegir mi repertorio de acuerdo con mi filosofía de vida, y por una cuestión natural terminé relacionándome con gente como Mercedes Sosa o Víctor Heredia, que tienen un compromiso muy fuerte. Mi familia era muy politizada, e inclusive el hermano de mi cuñada está desaparecido. Mi hermano militaba, y mi mamá, entonces, trató de que yo me criara en una burbuja. Con el tiempo, te vas dando cuenta de las cosas, y hay una esencia que una ya tiene incorporada: a esta altura, ni la fama ni la plata me van a dar vuelta la cabeza.

 

PRINCIPAL