Página/12 en Francia
Por Eduardo Febbro desde París
Nombre
código: Echelon. Estructura: sistema de espionaje industrial anglosajón.
Fecha de funcionamiento: 1989. Cadena de mando: la National Security
Agency (NSA) estadounidense. Países que lo componen. Estados Unidos, Gran
Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda. Nombre del pacto: USAKA.
Objetivo: captar y analizar las conversaciones, fax y correos
electrónicos de todo el planeta. Técnica: 120 satélites de
comunicaciones repartidos en varios puntos alrededor del planta. En pocas
palabras, este es el contenido del documento que la comisión de las
Libertades del Ciudadano del Parlamento Europeo examinó el pasado 23 de
febrero.
La audiencia duró dos días y estuvo consagrada a desmenuzar el
funcionamiento de una vasta y compleja red de espionaje anglosajón.
Heredera de la Guerra Fría, ésta fue �reactualizada� luego de la
caída del Muro de Berlín para ser empleada como uno de los instrumentos
más eficaces de espionaje industrial y económico jamás vistos. Al
escándalo causado por el descubrimiento de Echelon, de cuyas orejas
fueron víctimas incluso los países de la Unión Europea (UE), se le
sumó otro dato importante revelado esta semana por el contraespionaje
francés. La DAS, la Delegación para los Asuntos Estratégicos,
descubrió una estrecha vinculación entre la empresa de informática
norteamericana Microsoft y la NSA (ver nota aparte).
De los documentos revelados en febrero, el que atañe al dispositivo
Echelon es el más polémico ya que en su seno aparece implicada Gran
Bretaña, país miembro de la UE que no dudó en servirse de sus �lazos
privilegiados� con Washington para espiar a sus �aliados� europeos.
La existencia de Echelon ya se conocía a medias desde 1998 pero nunca
hasta ahora nunca se llegó a conocer su funcionamiento hasta sus más
íntimos detalles. La historia comienza con un pacto entre amigos en el
año 1949 que coincide día por día con la creación, en 1949, de la
National Security Agency (NSA). En ese entonces, este pacto, llamado el
�acuerdo de USAKA�, unió a cinco países anglosajones -.Estados
Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda-. para realizar
una tarea común: durante la Guerra Fría, analizar todas las
conversaciones militares y diplomáticas de los países del Pacto de
Varsovia, y las de aquellos que eran comunistas pero estaban fuera de él.
Pero, como lo demuestran los documentos presentados ante el Parlamento
Europeo en Estrasburgo, los objetivos de Echelon cambiaron luego de la
caída del Muro de Berlín: en lugar de monitorear transmisiones de
carácter militar, los 120 satélites de los que consta esta estructura se
consagraron de lleno al espionaje industrial, económico y comercial. Ya
no era la ahora difunta cooperación entre �servicios federados� de un
mismo campo enfrentado a un poderoso enemigo, ni tampoco de la
intercepción de comunicaciones con vistas a proteger intereses de
seguridad nacional o de combatir el terrorismo. Su naturaleza política es
muy diferente puesto que consiste en �violar el carácter privado de las
comunicaciones de los ciudadanos que no son norteamericanos, entre los
cuales se encuentran gobiernos, empresas y simples ciudadanos�.
Los europeos cuentan con sobradas pruebas sobre la eficacia del gran oído
anglosajón. En el caso de Francia, dos empresas, Thomson y Airbus,
perdieron jugosos mercados a causa de Echelon. A Thomson se le fue de las
manos un grandioso contrato brasileño de radarización por un monto de
1.400.000 dólares. Gracias a las �intercepciones� realizadas por
Echelon, que permitieron conocer �en detalle� el contenido del
contrato en juego y las conversaciones y mensajes encriptados entre
Thomson y el Estado Brasileño, el contrato recayó en la compañía
norteamericana Raytheron. Lo mismo le ocurrió al consorcio aeronáutico
europeo Airbus con unaimportante venta de aviones a Arabia Saudita. A
estos dos ejemplos se le puede agregar uno más reciente, de alcance
político: la posición de EE.UU en el curso de las reuniones de la
Organización mundial del Comercio, la OMC, apareció a ojos de muchos
observadores �curiosamente reforzada� por el manejo de informaciones
ultrasecretas sobre los demás Estados.
La radiografía del sistema Echelon realizada en el europarlamento es
escalofriante: comunicaciones telefónicas, fax, correos electrónicos,
télex, mensajes a través de redes cerradas, en suma, todo lo que en el
mundo transita a través de cables submarinos y satélites de
comunicación se ve �interceptado sin ninguna dificultad�. El
dispositivo es capaz de controlar una cifra descomunal de comunicaciones
privadas. Según varios especialistas, su potencial de penetración se
sitúa en dos mil millones de comunicaciones diarias analizadas y
repertoriadas mediante un sistema de inteligencia artificial que analiza
las frases y los conceptos que aparecen en los diálogos. Así, cualquier
término calificado de sensible, por ejemplo, cocaína, es aislado y
desmenuzado con suma precisión. Jacques Baud, un ex agente secreto suizo,
revela al respecto que con las computadoras Super Cray, la NSA es
globalmente capaz de �tratar� 1.000 millones de bits (la unidad de
base de la informática) cada 12 horas. Ello �equivale a toda la
información contenida en la biblioteca del Congreso norteamericano�.
MICROSOFT E IBM COLABORARIAN
CON EL ESPIONAJE
Windows, agente secreto del Tío
Sam
Por E. F.
La
existencia de Echelon �constituye un ataque intolerable contra las
libertades individuales y la seguridad de los Estados�, claman los
eurodiputados. Pero ese ataque a gran escala es apenas uno de los muchos
dispositivos de los que cuenta Estados Unidos para acentuar su
superioridad informática. El trabajo realizado por la Dirección francesa
de Asuntos de Defensa (DAS) confirma las ya amplias sospechas que pesaban
sobre Microsoft acerca de la transparencia de sus programas.
Según la DAS, Microsoft habría �sembrado� en sus programas �tanto
en el sistema de exploración Windows como en el Excel (hojas de cálculo)
y el Outlook (de correo electrónico)�, programas espías del tipo
conocido como backdoor. Estos curiosos programas acumulan la información
utilizada por el usuario, la compacta y luego, a través de Windows, la
envía encriptada a la casa matriz de la empresa. Si bien Microsoft
Francia negó estas versiones, el estudio de la DAS es elocuentemente
explícito cuando describe las �tareas secretas� de las que se habría
hecho cargo Microsoft. Al leer dicho texto, muchos de los misterios que
rodean a la empresa de Bill Gates comienzan a despejarse. Así, el DAS,
que depende del Ministerio de Defensa francés, subrayó que �debe
observarse que, a principio de los años �80, la creación misma de
Microsoft había sido alentada y, entre otras, apoyada financieramente por
la National Security Agency (NSA)�. El documento sostiene incluso que a
IBM �le fue impuesto la adopción del sistema de exploración
Microsoft-DOS por la misma NSA�. Los lazos entre Gates y los servicios
de inteligencia norteamericanos son tan estrechos que el informe apuntó
que había �miembros de la NSA trabajando en los equipos de Microsoft�.
Pero mucho más grave que todo esto resulta la información aparecida en
la revista francesa Le Monde du Renseignement. Esa publicación cercana a
los �servicios� reveló que el gigante IBM posee una red informática
internacional bajo la dirección de IBM Global Services (con base en el
Estado de New York). Su misión es extraer �información esencial acerca
del conjunto de los clientes del grupo en todo el mundo�.
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