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Por Ariel Greco San Lorenzo volvió a mostrar dudas y apenas consiguió empatar en su cancha 1-1 con Gimnasia, aunque el resultado les permitió a ambos continuar en la punta del Clausura. Ariel López consiguió su tercer gol consecutivo en el certamen en el arranque del partido, aunque Mariano Messera empató cerca del final del primer tiempo. Si bien los de La Plata manejaron la pelota con mayor criterio hasta tres cuartos de campo, la única variante que mostraron fue el pelotazo para el solitario Alonso. Para colmo, se conformaron rápido con el empate. Del otro lado, el equipo de Oscar Ruggeri mostró una pálida imagen, aunque en los números su actuación sigue siendo irreprochable. La mejor manera de definir a este San Lorenzo es decir que es un equipo práctico. Es muy difícil que luzca aun ante un equipo débil, pero también es improbable que sea desbordado por algún rival. Por eso, sus mayores virtudes están más ligadas a las matemáticas que al juego, a los números por encima de las gambetas. A pesar de no haber rendido del todo bien en ninguno de los tres partidos del Clausura, San Lorenzo está puntero con siete puntos sobre nueve posibles. El gol que le convirtió ayer Messera fue el primero que recibió en el torneo, aunque todavía sigue ostentando la valla menos vencida. Supo exprimir al máximo sus posibilidades, ya que cada uno de los tres tantos que logró (los tres de Ariel López) se tradujo directamente en puntos. Lo curioso es que es uno de los punteros, pero en goles a favor apenas supera a Estudiantes, Chacarita, Ferro, Instituto y Gimnasia de Jujuy, no casualmente los cinco últimos del campeonato. Y paradójicamente el análisis de su juego se puede trasladar a las ciencias exactas. Para defender, el equipo de Ruggeri resta gente del medio y multiplica el esfuerzo de sus jugadores. Si bien el esquema original indica que se para con tres defensores, la realidad exhibida ante Gimnasia refleja que marca con cinco, y hasta con seis. Como le costó conseguir la pelota ya que la escondieron los volantes platenses, Adrián González y Ervitti fueron más marcadores de punta que mediocampistas y Michelini debió pegar la espalda contra los centrales. Así lo que suponían ser dos líneas de tres, por obligación se convirtieron en una de cinco con Michelini muy cerca de ellos. Por eso no fue extraño que Ruggeri rearmara todo el sistema en el entretiempo, volviera a un clásico 4-3-1-2 para emparejar en el medio, y se decidiera por la lucha de Netto en lugar de la ayer apagada claridad de Romagnoli. Tampoco se alejó de las matemáticas para atacar. La idea principal fue dividir. Cualquiera de los del fondo o de la mitad de la cancha que tomó la pelota la revoleó a campo de Gimnasia, aunque más no sea para ir a pelear el rebote. Ni hablar si alguno de los pelotazos a cualquier parte derivaba en una acción de peligro. Así atacó San Lorenzo y de esa forma llegó al gol. López, que se siente muy cómodo en el sistema ya que no es necesario aportar claridad, peleó dos veces ante Cufré y ante Hernando, se llevó la pelota de rebote y tocó con el arco vacío. La otra chance más clara fue parecida. Netto se sacó de encima la pelota con un remate desde treinta metros, el tiro se desvió en un defensor y le cayó otra vez a López, que esta vez falló apenas en la definición. Una muestra clara de lo que fue el partido se dio en una jugada cerca del final del primer tiempo. Gimnasia recién había empatado y seguía manejando mucho mejor la pelota. Gómez fue a presionar bien arriba y tocó para Sánchez. Ante el �ole� de toda la hinchada visitante, el ex volante de Central hizo una doble pared con Messera, pero el último caño quedó en los pies de Ameli, que restó como pudo, pero el balón le quedó a Ervitti. La respuesta de la gente de San Lorenzo no se hizo esperar. Ante el toque del marplatense, el �ole� de venganza bajó desde la popular local. Lástima que el pase siguiente terminó en un lateral para Gimnasia. El lugar común de �no pueden dar dos pases seguidos� se cumplía a la perfección. Aunque San Lorenzo lo buscó más, ninguno pudo sacar grandes diferencias. Los dos sacaron un punto que les permite seguir en la cima, aunque difícilmente con lo que mostraron ayer la puedan mantener por mucho tiempo.
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