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Era viernes por la tarde cuando
Gustavo Beliz le propuso en secreto a Domingo Cavallo sellar un acuerdo
para presentarse juntos en las elecciones a jefe de Gobierno porteño.
Pero el pacto se filtró y lo que se pensaban anunciar en la semana con
bombos y platillos debieron darlo a conocer ayer en una apurada
conferencia de prensa. Con el nombre Encuentro por la Ciudad, el acuerdo
será rubricado el miércoles por ambos postulantes, y contemplará una
interna abierta el 10 y el 11 de marzo
para que los independientes y afiliados de Acción por la República
(AR), Nueva Dirigencia (ND) y el justicialismo elijan el orden de la fórmula.
El jueves por la tarde, Cavallo
ya había leído los diarios y junto a sus aliados llegó a la conclusión
de que los resultados del debate con sus contrincantes organizado por
Conciencia habían sido más beneficiosos para el candidato de la Alianza,
Aníbal Ibarra, que para él y Beliz.
"Quedamos muy mal, pudimos
explicar parte de las propuestas, pero la pelea con Gustavo se reflejó en
todos los medios. Y encima Ibarra sigue haciendo la plancha en el Club de
Amigos", fue la evaluación que realizó el titular de AR. Ese mismo
día, a Cavallo le presentaron un encuesta que mostraba que una fórmula
entre él y Beliz podía poner en serios aprietos a la Alianza, según
aseguraron fuentes del cavallismo.
Con esta suma de argumentos,
Cavallo intentó localizar a Beliz, quien se encontraba tomando exámenes
en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral. El postulante de ND,
leyó los mensajes que Cavallo le dejó en su beeper y entendió a dónde
apuntaba su ex socio, ya que su evaluación había sido muy similar.
Luego de pensarlo toda la
noche, Beliz comenzó el viernes con la decisión de limar asperezas con
Cavallo. Ese día dialogaron telefónicamente, ya que el diputado nacional
debía partir por la noche a Nueva York, donde ahora se encuentra.
Pero el corto tiempo no impidió
que el acuerdo se sellara en letra gorda y de palabra. A partir de allí,
comenzaron a tallar las figuras de Enrique Rodríguez, por el lado
belizista, y de Armando Caro Figueroa, por el cavallismo. Con la decisión
de no reunirse, para no levantar sospechas, y con el inevitable gasto en
celulares que esto implica, ambos operadores fueron puliendo la letra
chica del acuerdo, supervisado vía e-mail por los dos candidatos.
El sábado, Caro puso al tanto de las conversaciones al peronista
Alberto Irirbarne y la independiente Marta Oyhanarte, quienes comenzaron a
participar de la redacción del acuerdo.
A Rodríguez se le sumaron
Jorge Srur y Abel Fleitas, y entre los seis cerraron esta alianza. El
documento iba desde las oficinas de ND, ubicadas en la calle Arenales,
hasta la casa de Caro Figueroa en Paraguay y Talcahuano, siempre por
Internet. El domingo, ambos equipos repitieron el esquema, pero la
filtración del acuerdo --que en la Alianza hizo circular con devoción--
los obligó a apurar los tiempos, y de esta manera, a las 15.30 Beliz le
dio el okey al documento desde la computadora que tiene en su casa, y
desde allí el documento navegó por la red de redes hasta la notebook que
Eduardo Cavallo, hijo del candidato de AR, llevó consigo a Nueva York.
Sin estar enterados de la
filtración, Cavallo, su hijo, el guionista Hugo Moser y el empresario
Sasson Attie partieron rumbo a Broadway a ver Fosse, la obra en la que
baila Julio Bocca. Recién a las 17 hora neoyorquina, y luego de recibir
un recaudo de Caro Figueroa que lo instaba a leer el e-mail porque la
información del acuerdo se había filtrado, el candidato de AR leyó el
documento, lo aprobó y lo envió nuevamente a Buenos Aires. Rápidamente,
los seis partícipes del acuerdo organizaron una conferencia de prensa en
la confitería Modena, ubicada enfrente a la Facultad de Derecho de la
UBA, y al lado del Museo de Bellas Artes.
La mayor cantidad de
requisitorias partieron hacia los belizistas, quienes debieron explicar la
decisión de su jefe de dar marcha atrás luego de haber dicho cosas como:
"Cavallo es capaz de vender a la madre por un poco de poder". En
todos los casos, Rodríguez se remitió al documento que en algunas de sus
párrafos explica los motivos de la decisión: "Hoy comprendimos que
cuando hay un interés superior, los dirigentes tenemos la obligación de
hacer primar ese interés por sobre nuestras diferencias. Y, para ello,
queremos unirnos y ofrecerle a la ciudadanía un liderazgo".
En el cavallismo explicaron que
"no tiene sentido competir con alguien con quien tenemos dos millones
de coincidencias programáticas. Además, le estaríamos haciendo el juego
a Aníbal Ibarra, que no tiene ni la más pálida idea de como se
gobierna".
Ambos sectores coincidieron en
que, con esta decisión, la primera vuelta se realizará el 10 y 11 de
marzo, y la segunda el 7 de mayo cuando la fórmula enfrente a Aníbal
Ibarra, y a Cecilia Felgueras, con seguridad. Rebosando optimismo, algunos
de los presentes vaticinaban un triunfo en primera vuelta, mientras que
otros, más cautos, coincidían en que en caso de ir a una segunda vuelta,
derrotarían a la Alianza.
El orden de la fórmula se decidirá el 10 y 11 de marzo en 300
centros de votación electrónica, un sistema inédito en el país,
ubicados en las esquinas más populosas de la ciudad. La interna será
abierta y podrán participar, además de los afiliados a ambos partidos,
los independientes, y los afiliados al justicialismo, ya que Cavallo y
Beliz descuentan que el estado de diáspora en que se encuentra el
peronismo porteño, les permitirá cosecha a ese sector e inclusive
aseguran que Raúl Granillo Ocampo declinará su postulación y
manifestara su apoyo al acuerdo. Encuentro por la Ciudad llevará dos
listas de candidatos a legisladores porteños, la de Nueva Dirigencia, y
la de AR y sus aliados. Consultados por este diario, en ambos partidos
descartaron la posibilidad de sumar a algún dirigente del PJ porteño,
que ya se encuentra atomizador.
Por Fernando Cibeira --¿Lo
sorprende que Cavallo y Beliz hayan acordado un frente para las elecciones
porteñas?
--En un primer análisis pareciera que quieren confundir a la
sociedad. Hace apenas 48 horas se pelearon a muerte en el debate en
"Conciencia", en lo que fue casi una pelea de bar. Y, yendo un
poco más atrás, hace unos meses Cavallo vendía "a su madre por un
cargo", según sostenía Beliz. Y ahora resulta que se juntan. Pero
no es para sorprenderse que dos ex ministros de Menem terminen aliándose.
--¿No
cree que una fórmula Cavallo-Beliz o Beliz-Cavallo potencia las
posibilidades que tienen de conseguir votos por separado?
--En términos electorales esto pone en evidencia la debilidad de
ambos candidatos. Es uno de esos casos en los que uno más uno no va a
sumar dos. --¿Esta
alianza no complica sus posibilidades de ganar?
--En absoluto. Ahora estoy más convencido que nunca que gano en la
primera vuelta. --¿Lo
tomó por sorpresa la decisión de Beliz, que en algún momento estuvo
cerca de la Alianza?
--Lo de Beliz me hace acordar a José Octavio Bordón. En sólo 15
días rifó todo su capital político. --¿Qué
posición supone que tomarán ahora los peronistas porteños?
--El límite de muchos peronistas es Cavallo y en este escenario
estoy seguro de que muchos van a inclinarse por el proyecto de la Alianza,
con el que pueden sentirse más identificados. EN
LA ALIANZA HICIERON COMO SI TODO SIGUIERA IGUAL Por F.C.
Según ese análisis, la casi segura victoria que prenunciaba la
juvenil dupla Ibarra-Felgueras obligó a los dos ex ministros a esconder
odios y emparchar su antigua alianza. "Si no, ¿cómo se entiende que
hasta hace un par de días se sacaban los ojos cada vez que podían?",
razonaba uno de los encargados de la campaña de la coalición.
Con todo, el anuncio opositor amagó con provocar una cumbre de
emergencia en Olivos. Al menos, Felgueras tenía todo listo para
encontrarse a conversar con Fernando de la Rúa. Pero, finalmente, la
estrategia fue no hacer olas y seguir como si no hubiera pasado nada.
"Este acuerdo no nos pone en estado de alerta", repetían.
Ibarra, por ejemplo, no modificó sus planes: mientras los integrantes de
Acción por la República y Nueva Dirigencia anunciaban el acuerdo,
entraba al cine con sus hijos y luego iba de compras al supermercado.
"Nos sorprende, pero igual estaba dentro de las
posibilidades", analizaban cerca del candidato. "El escenario
había quedado muy complicado tanto para Cavallo como para Beliz, sabían
que no llegaban a la segunda vuelta", razonaban. Justamente, la idea
que prevalecía en el Gobierno era que el acuerdo adelantaba el
ballottage. Hasta ahora, los sondeos que manejaba la Alianza indicaban que
en una hipotética segunda vuelta Ibarra le sacaba una ventaja cercana a
los 15 puntos ya sea a Cavallo o a Beliz. Pero en aquel cálculo no se tenía
en cuenta la alternativa de una fórmula conjunta, por lo que será
necesario encargar un nuevo trabajo. Otro ítem que preferían no
mencionar era las negociaciones reservadas para que Beliz apoyara a la
Alianza en segunda vuelta, un dato ahora anecdótico. De cualquier forma, en la coalición eran optimistas porque entendían que el acuerdo entre los dos ex ministros de Menem les regalaba el mercado del peronismo "progresista". "Muchos peronistas, ya sea simpatizantes o dirigentes, siempre nos dijeron que Cavallo era su límite", aseguraban. Y así como hace unos días recibieron con los brazos abiertos al ex duhaldista Jorge Telerman, en la Alianza soñaban con nuevos exiliados.
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