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Con sus interminables piernas
cruzadas, vestido con un elegante traje azul y desplegando su talento para
las relaciones públicas, Jeff Goldblum presentó el jueves en Madrid el
rodaje de Punto de mira. "Herbert Biberman fue una figura
heroica", afirmó el actor sentado junto a la pileta del chalé
madrileño donde el director británico Karl Francis lo dirige. "Fue
un hombre que defendió con apasionamiento sus principios, que creía en
la capacidad social de lo que hacía y que luchó por ello hasta el
final". La
tragedia de Biberman, que murió en los años setenta, se llevó también
por delante la carrera profesional de su mujer, la actriz Gale Sondergaad,
quien después de ganar un Oscar fue incluida en la lista negra de
Hollywood por apoyar a su marido. "La película, además de centrarse
en la lucha del cineasta, retrata la historia de amor que vivieron él y
su mujer. Fueron una pareja muy enamorada". Greta Scacchi, Angela
Molina, Jorge de Juan y Gustavo Salmerón completan el reparto de esta
coproducción que tiene un presupuesto de seis millones de dólares y se
rueda en España. "No
conocía la figura de Herbert Biberman. Cuando leí el guión ignoraba que
era un personaje real, no había oído hablar de él. Pero me he dedicado
a investigar sobre su vida y su trabajo, y he intentado situarme en aquel
terrible momento de la historia americana". Punto de mira arranca
cuando Biberman sale de la cárcel y, junto a su mujer, se embarca en la
lucha contra la lista negra de la Comisión de Actividades
Antinorteamericanas y se empeña en la producción de una película
independiente: La sal de la tierra. El film muestra la lucha de los
mineros hispanos y sus mujeres en Nuevo México. "Fue una película
muy subversiva en su momento y hoy es imposible entenderla sacándola de
ese momento histórico determinado".
Cuando se le pregunta a
Goldblum por la polémica surgida el año pasado con la entrega de un
Oscar honorífico a Elia Kazan, cineasta que delató a sus compañeros del
Partido Comunista, el actor se muestra indeciso: "No sé si hubiera
premiado a Kazan. No tengo una postura muy clara sobre este asunto. Admiro
mucho sus películas, pero no admiro su conducta". "La
caza de brujas" --agrega el actor-- es un período muy oscuro de la
historia americana. Es muy complicado, la gente hizo cosas inexplicables y
lo que ocurrió con Kazan el año pasado sólo demuestra que la herida no
se ha cerrado todavía, que fue un período muy traumático".
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