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La tragedia cumple seis meses
y el juez se prepara para acusar

Directivos de LAPA y funcionarios de la Fuerza Aérea serían imputados a fines de marzo. Familiares de una víctima pidieron que se investigara la responsabilidad de la empresa Punta Carrasco.

Los restos del avión tras el accidente que provocó 67 muertes a fines de agosto pasado.


Por Adriana Meyer y Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) A seis meses de la tragedia de Aeroparque, el juez federal Gustavo Literas les está poniendo nombre y apellido a los imputados por el accidente que provocó la muerte de 67 personas. Se trataría de directivos de la empresa LAPA y funcionarios de la Fuerza Aérea, quienes serían citados a prestar declaración indagatoria a fines de marzo, cuando el juez concluya con la recolección de pruebas. En tanto, familiares de una de las víctimas pidieron que se investigara la responsabilidad de la empresa Punta Carrasco en el incendio de la aeronave. El reclamo apunta hacia la cabina de gas ubicada en el predio de ese balneario, justo en línea recta con la pista de despegue, que el avión arrasó en su carrera descontrolada, y que, según una hipótesis, habría originado el fuego.
Literas volvió a allanar el jueves las oficinas de la empresa LAPA, donde secuestró los legajos de toda la línea de gerentes de la compañía. Según fuentes judiciales, del examen de esa documentación surgiría quiénes son los responsables de supuestas falencias en el mantenimiento del avión accidentado el 31 de agosto, así como de una posible falta de capacitación de los pilotos. El mismo análisis realizará el juez con el personal de la Dirección de Aeronavegabilidad de la Fuerza Aérea, responsable de la vigilancia de las condiciones en que vuelan las compañías comerciales. Para eso, libró un oficio compulsivo a esa fuerza, en el que reclama los legajos de todos los funcionarios de esa oficina de control.
Aunque la desgrabación de la caja negra del avión apuntala la tesis de un error humano del piloto, el juez Literas no se conformó con esa hipótesis: orientó la investigación a indagar sobre las condiciones laborales y profesionales de los pilotos de LAPA, y hacia eventuales responsabilidades de la Fuerza Aérea en cuanto al cumplimiento de las normas de seguridad. En esa línea, los directivos de la aerolínea podrían ser acusados por el delito de estrago culposo, mientras que a los funcionarios aeronáuticos les cabría la figura de incumplimiento de los deberes de funcionario público, tal como adelantó Página/12 en diciembre.
La empresa LAPA pidió constituirse como parte en la causa, para tener acceso al expediente. El juez rechazó esa pretensión, por lo que los abogados de la compañía solo podrán ver la causa después de que alguno de sus directivos sea convocado a prestar declaración indagatoria. En tanto, el juez reimplantó el secreto del sumario, en forma parcial, para proteger las �tareas de inteligencia� que se siguen realizando.
En la última etapa de recolección de pruebas, Literas comenzará hoy a tomar declaración testimonial a unos 540 pilotos, copilotos y auxiliares de a bordo, afectados a vuelos de Boeing 737. Hasta ahora lleva tomados unos 400 testimonios, entre ellos los de los pasajeros sobrevivientes y los de las anteriores tripulaciones de la máquina accidentada.
También deberá resolver el pedido de los padres de Verónica Salvadores, una joven fallecida en el accidente, que le reclamaron al juez a través de su abogado, Miguel Angel Arce Aggeo, una pericia para determinar si la cabina de gas ubicada en el predio de Punta Carrasco pudo haber provocado el incendio que consumió a la aeronave.
Arce Aggeo �el mismo abogado que defiende al ex dictador Emilio Massera� también representa a Fabián Núñez, uno de los sobrevivientes de la tragedia. Núñez, otro de los querellantes en la causa, pidió que se individualizara a los integrantes del directorio de LAPA y a los titulares de Punta Carrasco, por su presunta responsabilidad en �la conducción de la aeronave y en la construcción de un obstáculo de riesgo en la trayectoria de emergencia del final de la pista�, respectivamente.
Según el abogado, Punta Carrasco debe ser investigada no sólo por la instalación de la cabina de gas �que volvió a instalarse en el mismo lugar después del accidente�, sino �por la existencia de un talud de tierra contra el que se estrelló el avión y las dos grúas de 10 toneladas cada una, todos obstáculos ilegales�. �Si el mismo accidente se hubiera registrado en Ezeiza, el avión hubiera terminado en el campo y los pasajeros hubieran salido, a lo sumo, algo embarrados�, dijo el abogado en apoyo de su hipótesis.

 

 

Antecedente en Tucumán

El piloto civil Jorge Alberto Hernández asegura que diez días antes de la tragedia de Aeroparque abordó como pasajero, en el aeropuerto de San Miguel de Tucumán, el mismo avión que se accidentó el 31 de agosto en Buenos Aires. Se trataba del vuelo 3161, que había sufrido una falla mecánica en uno de sus motores. Según pudo saber, LAPA no contaba con un repuesto necesario para reparar la máquina, y el despegue se demoró varias horas, hasta que se consiguió otro, facilitado por otra empresa.
La situación le pareció irregular y por eso dejó sentada una queja en el aeropuerto tucumano. Después del accidente ató cabos y ahora le acercó una copia de la denuncia al abogado Miguel Arce Aggeo �apoderado de los familiares de una de las víctimas�, quien lo presentó ante el juez Literas.
Al trabajar sobre de la pista de supuestas fallas en el mantenimiento de la máquina, el magistrado ya descubrió que antes del accidente el avión había estado parado durante ocho meses, durante los cuales había sido utilizado como depósito.

 

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