Página /12 EN EE.UU.
Por Mónica Flores Correa desde Nueva
York
En
este sube y baja en que se ha convertido la interna republicana, a George
W. Bush le tocó esta vez quedar arriba con el triple triunfo de la noche
del martes en las primarias de Virginia y Washington y en el �caucus�
de Dakota del Norte. Sin demostrar mayor inquietud, John McCain minimizó
el repunte de su rival comentando que, en el caso de Virginia, se trataba
de una victoria regional. El insurgente de Arizona señaló que sus
expectativas estaban puestas en el Supermartes de la semana próxima,
cuyas internas en doce estados �entre ellos, Nueva York y el �premio
gordo� de California� definirán la lucha por la candidatura
presidencial. En el campo demócrata, Al Gore derrotó abrumadoramente a
Bill Bradley en la primaria no vinculante de Washington, con un triunfo
que fue como el rito de la extremaunción para la campaña agonizante del
ex basquetbolista. A esta altura, para resucitar las posibilidades de
Bradley �se necesitaría un milagro�, admitió el senador Bob Kerrey
de Nebraska, uno de los legisladores demócratas que desoyó el mandato de
la cúpula partidaria de respaldar a Gore, el delfín de los clintonistas.
�Estoy evidentemente contento con los resultados de ayer� (por el
martes) �dijo Bush en una conferencia de prensa en Duluth, Georgia�, y
agregó que eran �un signo� de lo que iba a ocurrir en California,
estado que aporta a la convención 162 delegados, aproximadamente el 15
por ciento de los 1034 que se necesitan para votar la candidatura
presidencial. Una encuesta publicada ayer indicó que Bush se impondría a
su antagonista por un margen confortable en este estado del oeste
norteamericano, pero no ocurriría lo mismo en Nueva York donde, según el
sondeo, McCain quedaría arriba en el sube y baja. Algunos fracasos
estrepitosos, como el de la primaria de Michigan, han enseñado al
gobernador de Texas y a su equipo que no pueden confiar en las encuestas
y, menos aún, en los votantes demócratas e independientes que cruzan la
cancha y votan por McCain.
En este juego implacable, todas las fichas del veterano de guerra están
puestas en el apoyo de los extrapartidarios. Entre otras razones, porque
el establishment de su partido no lo respalda y porque sus recientes
ataques a la derecha cristiana, aunque reflejan la opinión de muchos
republicanos moderados que mascullan en contra del autoritarismo y la
manipulación de fundamentalistas como Pat Robertson, lo han puesto casi
en el límite de ser declarado persona �non grata�.
No con poco humor alguien dijo que en ambas campañas conservadoras el
tercer candidato es Dios. Y el tema religioso siguió presente cuando Bush
celebró su último triunfo. �Los votantes de Virginia rechazaron la
política de enfrentar una religión con otra�, dijo.
A lo largo de esta semana, McCain sorprendió no sólo a sus
correligionarios sino a todo Estados Unidos con su encendido y franco
cuestionamiento al tele-evangelista Robertson y a Jerry Falwell, fundador
del grupo Mayoría Moral. McCain sostuvo que los republicanos perderán si
no se deshacen de la compañía de estos cristianos ultras. El desafiante
insurgente no hizo más que decir ante un micrófono aquello que es un
secreto a voces en el partido de Ronald Reagan: que la presencia de estos
cristianos con su rigidez excluyente -antiaborto, antigay, antifeminista-
ha sido �piantavotos� en las dos últimas elecciones presidenciales.
Si bien con un estilo poco convencional, explosivo y espontáneo, McCain
pareciera dar en el clavo con esta prédica incluyente de los
extrapartidarios �los flamantes �demócratas McCain�� y su intento
de exclusión de aquellos elementos que son rechazados por todos los que
no son republicanos. De hecho, su discurso pareciera haberle arrebatado la
bandera de �conservador compasivo� a Bush, el eslogan con el que el
gobernador lanzó su campaña buscando ampliar su base electoral.
Lastimosamente detrás de Gore en las encuestas, Bill Bradley hizo una
extenuante campaña en el estado de Washington. Necesitaba obtener allí
una victoria a toda costa, que equilibrase la balanza en su favor.
Fracasó nuevamente. Bradley dijo ayer en California que el Supermartes
era el �punto de partida� para lograr la candidatura �y vamos a
sorprender a unos cuantos�, afirmó. Sin embargo, en el llamado �estado
soleado� sus perspectivas no son mejores. Gore también lidera allí en
las encuestas.
Los colaboradores de Bradley ya no se atreven a predecir ninguna victoria.
En el trecho que le queda hasta el cadalso, por así decir, el ex
legislador concentrará sus esfuerzos en Nueva York, que lo reconoce como
un ex deportista querido, y en Nueva Inglaterra, donde su predica liberal
es apreciada.
El futuro de Bradley parecía diferente hace tres meses. Superó
inmediatamente a Gore en las encuestas cuando lanzó la campaña. Y hasta
pareció que iba a ganar en New Hampshire, pero perdió esa primaria tan
significativa para la psicología de los votantes y nunca más logro
remontar. Su campaña de insurgente quedó obnubilada por el brillo de
McCain, el insurgente reformador del partido opositor. La prensa perdió
interés en Bradley, quien había sido visto al comienzo como la
alternativa a lo que los republicanos llaman �la fatiga de Clinton� y
de su posible sucesor, Al Gore. Se lo identificó como un político
honesto que podía aportar limpieza ética y una conducta honorable al
partido demócrata después de la presidencia de Clinton, al que un grupo
de notables historiadores norteamericanos recientemente ubicó apenas un
escalón arriba de la de Richard Nixon en cuanto a su calaña moral.
Pero Bradley sufrió el impacto externo de la campaña de McCain y a esto
se sumaron el boicot del aparato del partido, completamente favorable a
Gore, y errores en el manejo de su propia campaña.
NOVISIMOS EMBATES DEL FUHRER
CONTRA EUROPA
El zorro agita más al gallinero
El gobernador
carintio volvió a agitar lo que en una de sus ya célebres definiciones
describió como el �gallinero� europeo. Ayer �desde la tranquilidad
del estado que gobierna y aprovechándose de su distanciamiento de Viena
después de su renuncia formal del lunes a la titularidad de su Partido de
la Libertad (FPOe)�, Haider lanzó otra advertencia contra el
comportamiento poco gentil de Francia, el enemigo público número uno de
su partido. Pero guardó sus palabras más sentidas para el ministro
alemán del Exterior, el verde Joschka Fischer, al que se refirió como
ese �ex simpatizante de la RAF�, la terrorista �Fracción del
Ejército Rojo�, o Baader-Meinhof, que actuó durante los años �70 en
Alemania.
Que haya dejado la jefatura del FPOe no significa que haya dejado de tener
cosas para decir sobre los países que rodean a Austria. Por eso, Haider
concedió la enésima entrevista de la últimas semanas, esta vez a la
cadena alemana ARD, donde volvió a ejercitarse en sus habituales ataques
a sus socios de la Unión Europea (UE). �Si el ejemplo del FPOe hace
escuela, los partidos establecidos tendrían que asumir una pérdida
masiva de poder, y por eso creo que el ex simpatizante de la RAF Fischer
tiene tanto miedo�. Y si París creía que el alejamiento formal de
Haider le iba a dar un respiro pasajero, el hombre que logró concentrar
las miradas de todo el mundo en un partido poco conocido hasta hace unos
meses dio una nueva muestra de que siempre tiene preparado algo más de lo
que deja ver: �Si los franceses quieren llegar a resultados dentro de la
UE, van a tener que tratar a Austria con decencia porque de lo contrario
no habrá resultados�.
El canciller austríaco Wolfgang Schuessel, que esperaba que la renuncia
de Haider aportase �una señal de flexibilidad a nivel nacional e
internacional�, hizo el gesto de tomar las riendas del gobierno al
denunciar ante el parlamento �las divagaciones� de la oposición sobre
la existencia de una �pretendida crisis�, y afirmó que �el gobierno
ha pasado a la acción sobre las cosas que importan�. Poco antes, el
opositor socialdemócrata Alfred Gusenbauer había denunciado que �el
gobierno está paralizado� y que en realidad es �Joerg Haider quien
gobierna, por lo que estamos en el caos�. Alexander Van der Bellen, del
también opositor Partido Verde, se sumó a las críticas contra los
conservadores porque �rechazan la realidad y hunden la cabeza en la
arena. Nunca hubiese creído posible que la avestruz se convertiría en el
símbolo del partido conservador�. El popular diario austríaco Kronen
Zeitung, leído en su mayoría por un público entusiasmado por Haider,
señaló ayer que �después de todo lo que ha ocurrido, la idea de que
Haider sea canciller se vuelve una visión que aterroriza�. Tan temible
parece ese hipotético futuro que hasta los artistas menos célebres se
niegan a viajar a Austria: ayer, una compañía de estrellas porno �que
incluye al inolvidable norteamericano John Bobbit� adelantó que cancela
su participación en la gala de la ópera de Viena en protesta por la �posición
racista� del locuaz gobernador. Tanto mejor, diría Haider.
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