Por C.P.
Desde Mendoza
La
segunda parte de una nueva agitada visita de Charly en Mendoza comenzó a
desarrollarse en la madrugada, ante escasos testigos, pero cobró
repercusión nacional, con la palabra escándalo presidiéndola, durante
buena parte del día de ayer. García y su corte estaban a primera hora de
la madrugada en un hotel internacional del centro de Mendoza cuando el
dueño de un bar, ubicado a pocas cuadras, los invitó a visitarlo. Les
explicó que La Reserva era una especie de Morocco vernáculo. La troupe
partió hacia allí, para sorpresa de medio centenar de personas que
mataban el tiempo bebiendo. La policía, que seguía con discreción casi
todos los movimientos de García, puso dos patrulleros en la puerta. El
gobernador por la Alianza, Roberto Iglesias, había pedido que se le
informase en caso de que la llegada del músico originase algún tipo de
problemas, conocedor de la larga serie de incidentes que coronan la
relación de García y Mendoza. Una vez dentro del local, García ejecutó
una guitarra y un piano, rodeado de jóvenes fans y cholulos, que tenían
cara de no creer lo que estaban viviendo. El músico cantó incluso viejas
canciones acústicas de Sui Generis, entre ellas �Necesito� y �Aprendizaje�.
Todo iba bien. Mario Serra lo acompañaba �tocando� con sus palillos
sobre un balde de hielo. A las 5, cuando la troupe García se marchaba y
el alcohol había corrido en exceso para todos, una mujer en edad de ser
madre de varios de los fans presentes en el recital le pidió un
autógrafo, en medio del revuelo. García le hizo un gesto de distancia,
con la mano, casi sin mirarla. La mujer le contestó estrellándole un
vaso en el rostro. El rostro del músico se llenó de sangre. García
corrió hacia una combi sobre la calle Rivadavia, mientras dos personas de
su entorno sujetaban a la mujer. Una de ellas levantó una silla y la
golpeó, tras lo cual ascendió a la combi. La mujer marchó hacia una
comisaría, y presentó una denuncia contra García por agresión, y luego
fue internada, con conmoción, en el Hospital Central. Lo que siguió fue
la habitual comedia del escándalo fogoneado por �Crónica TV�.
García, Serra y el manager Marcelo Levalle, a quien algunos testigos
identificaron como el agresor, fueron llevados a declarar a un juzgado a
las 11.30, ante un notable revuelo de medios provinciales y nacionales.
Previamente, un médico del Same porteño había diagnosticado que sufría
un pico de presión. En Tribunales, el juez Gonzalo Guiñazú les tomó
declaración y los dejó en libertad, sin perjuicio de que la causa
continúe. La organización del ciclo Argentina en Vivo, a cargo de la
Secretaría de Cultura y Comunicación de la Nación, siguió a prudente
distancia el desarrollo de los hechos, que desrelacionó del show de la
noche anterior. Sin embargo, sus responsables sólo abandonaron la
provincia, rumbo a San Luis, donde mañana tocan Los Caballeros de la
Quema, una vez seguros de que García y los suyos no estaban detenidos.
�Todo esto fue una payasada que demuestra el costado enfermo de algunas
personas�, definió García, quien anoche se disponía a volver a Buenos
Aires. �La gorda me tiró un vaso, el vaso me pegó en la frente y me
denunció por abuso sexual, lo cual es una cosa increíble�, relató. En
una entrevista televisiva con la señal TN, García reveló que había
recibido un llamado del ex presidente Menem (e incluso miró a cámara y
dijo �Chupete, ponete el brazalete�), y se puso serio al decir que �esto
puede ser fanatismo, envidia, bronca o una �cama� local. Estoy bien
pero necesito una reparación, porque en este país no se respeta nada. En
Mendoza hay una Justicia muy rara�. Mercedes Sosa, por su parte, pidió
que �no lo ataquen a Charly, que no tuvo la culpa de nada. Hay mucha
gente que quiere sacarle plata, y él no es tan rico como para sacarle
dinero�.
El músico ha tenido en Mendoza numerosos encontronazos con la policía y
la ley en los últimos veinte años; algunos de ellos famosos por el boca
a boca. Inspirado en hechos que protagonizó en el mismo hotel donde
estuvo esta vez, el Aconcagua, escribió su clásico �Demoliendo hoteles�
(aquella vez arrojó un televisor por la ventana a la pileta y destruyó
varios cuadros). Años después, fue detenido luego de un recital en el
Estadio Pacífico y una vez dentro de la comisaría en que intentaban
tomarle declaración rompió un vidrio arrojándole la máquina de
escribir, se hirió y luego denunció que había sido torturado. Ese día,
cuando le arrojó un balde de agua al oficial que iba a detenerlo, y
recibió una advertencia consistente en el grito de �¡Soy un comisario!�,
García respondió: �¿Y yo que culpa tengo de que usted no haya
estudiado...?�. Una porción del público mendocino, que no es
obviamente aquella que va a ver sus shows, tiene una relación traumática
con García, cuya lógica se le escapa. El ex líder de Seru Giran muchas
veces reaccionó aquí contra eso, sobre todo a impulso de agresiones
verbales, y otras sobreactuó su papel de freak y dio motivo a repudios
varios. De hecho, es todo un tema para quienes organizan sus actuaciones
conseguirle alojamiento en Mendoza. La mayoría de los hoteleros prefieren
celebridades menos escandalosas.
Esta visita no hizo más que confirmar la tirantez de una relación casi
folklórica. Aunque también puede pensarse que la notoriedad que toman
hoy hechos como éste tiene que ver con el lugar que García y el rock
ocupan en el imaginario colectivo. En 1977, de hecho, se bajó los
pantalones aquí en un recital de La Máquina de Hacer Pájaros, y eso
jamás salió publicado. Eran tiempos de códigos, de rock de ghetto.
Ayer, �Crónica TV� informó de los hechos de la madrugada, desde
Buenos Aires, a los músicos de Charly alojados en el mismo hotel de él,
que no se había enterado de nada de lo ocurrido.
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