Por Rocío Ayuso
Desde Los Angeles
El
nuevo triunfo de Tom Hanks con su película más reciente, Milagros
inesperados �estrenada este jueves en la Argentina�, no parece
sorprender a nadie. Ni siquiera al propio actor quien, tras ser calificado
como la estrella más taquillera de la década, se toma estos halagos con
humildad y una cierta resignación. �Tengo claro lo que siempre se dice
de mí, que soy el actor más agradable de Hollywood, que soy el nuevo
James Stewart, que mis películas son un éxito seguro... Todas frases muy
halagadoras que no puedo discutir, pero que tampoco tengo por qué creer�,
asegura el intérprete con la misma sonrisa bondadosa que hizo popular en
las más de dos docenas de películas rodadas durante sus 15 años de
carrera.
Milagros inesperados sólo es el último título de esta lista, en la que
Hanks vuelve a interpretar uno de esos papeles que, sin tener nada que ver
con sus personajes anteriores, se ve unido con el resto de su carrera por
ser alguien que el público valora precisamente por sus defectos, no a
pesar de ellos. Basada en un libro de Stephen King, el film transcurre en
una prisión sureña durante los años de la Depresión, donde el guarda
de prisiones del pabellón de los condenados a muerte (Hanks) tiene que
atender no sólo a sus reos, sino a los acontecimientos sobrenaturales que
allí tienen lugar.
Dirigida por Frank Darabont, la película incluye momentos muy gráficos
sobre una ejecución en la silla eléctrica, pero tanto el realizador como
el actor aseguran que en ningún momento intentaron hacer un alegato
contra la pena de muerte. �No creo que el film tome partido. El único
que toma es el de mostrar cómo debía ser una ejecución en la silla
eléctrica, pero no editorializa sobre la pena capital�, insiste Hanks.
Para él, la película está más relacionada con los misterios de la
vida, con esos milagros cotidianos que nos rodean, que mantienen los
aviones en el aire (�aunque no en ocasiones�) y que hacen que el mundo
funcione de la forma en que funciona. �Ahí está mi carrera. Es el
mayor milagro de mi vida�, reconoce. Hollywood coincide con esta
opinión, venerando a este actor californiano de 43 años como si se
tratara del propio rey Midas, que convierte en oro todo lo que toca. Tan
sólo el año pasado su nombre se encontraba al frente de dos films,
Rescatando al soldado Ryan y Tienes un e-mail, que superaron los 100
millones de dólares en la taquilla estadounidense. En la última década,
las 12 películas que protagonizó generaron más de 2500 millones de
dólares en la taquilla mundial, además de conseguirle dos premios Oscar
consecutivos, por Philadelphia y Forrest Gump, un honor sólo conseguido
antes por Spencer Tracy.
El éxito se volvió a repetir este año, y hasta la fecha Milagros
inesperados recaudó más de 120 millones de dólares en dos meses desde
su estreno en Estados Unidos, mientras que Toy Story 2, film de animación
en el que Hanks prestó su voz al juguete Woody, ya duplicó esa cifra.
Pero no siempre fue así, como Hanks recuerda cuando divide su carrera en
�películas menores�, al estilo de Socios y sabuesos; aquellas que
pertenecen a su �pasado de altibajos�, como Despedida de soltero y Joe
contra el volcán; o las �hermosamente ambiguas�, como describe sus
últimos trabajos, desde que Un equipo muy especial marcó la diferencia.
�Todo el mérito es de Stephen King, que escribe un material claro y
directo. Todas las preguntas que te puedas hacer sobre Paul Edgecomb
están respondidas en la novela. El sí que tiene imaginación�,
confiesa Hanks con humildad a la hora de explicar su último éxito.
Humildad es uno de los términos que más comúnmente definen a Hanks en
Hollywood, además de la citada comparación con James Stewart. Steven
Spielberg, que lo dirigió en Rescatando al soldado Ryan, también compara
asu amigo (al que llama �Old Faithful�, nombre del géiser que nunca
falla a la hora de dejar salir su fuerza) con Gary Cooper por reunir lo
mejor de la utopía de la sociedad estadounidense. Su comportamiento es
modelo dentro y fuera de la pantalla. Casado en segundas nupcias con la
actriz Rita Wilson y con cuatro hijos, dos de ellos de su anterior
matrimonio, en los rodajes es alabado en los mismos términos. �Ya me
avisó Spielberg que trabajar con Hanks me iba a malacostumbrar, y así
fue�, reconoce Darabont. A pesar de que su sueldo está en el orden de
los 20 millones de dólares, Hanks acepta las indicaciones del director
sin imponer su criterio y sin actitudes de prima donna. �Si me
preguntan, daré mi opinión con alegría, pero es su trabajo y no me
quiero meter. Yo también asumí la dirección (en Eso que tú haces), y
si alguien me viniera diciendo que no quiero trabajar con tal persona le
recomendaría que dejara la producción�, asegura Hanks. Su generosidad
también es conocida entre los actores, y es capaz de aunar fuerzas para
hacer de películas como Milagros... un reparto coral, sin importarle que
el resto de sus compañeros se estén dando a conocer en este film, como
es el caso de David Morse o Michael Clarke Duncan. �Aprendo algo de cada
uno de los trabajos que he hecho, ya sea de David, de Michael, de Sam, Sam
Rockwell o Doug Hutchison, de cualquiera de ellos�, reconoce,
aprovechando la ocasión para protestar por el hecho de que la promoción
del film insista demasiado en su presencia. �El público no es tonto. No
va a confiar en una película por el hecho de que tenga a una determinada
persona en el reparto. Lo que quiere ver es una película de verdad�,
añadió el actor antes de puntualizar que, en cualquier caso, �la
estrella de Milagros inesperados es el ratón�.
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