Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


PARAGUAY PIDIO LA EXTRADICION DE LOS SUPUESTOS ASESINOS DE ARGAÑA
Con los mismos abogados de Lino Oviedo

Ayer llegó el pedido de extradición de Luis Rojas y Fidencio Vega Barrios, que la Cancillería derivó a la Justicia. Los dos paraguayos son defendidos por Víctor Stinfale y Osvaldo Peña Alvarez, ex letrados de Oviedo, quienes intentarán demorar el trámite, como mínimo, por un año.


t.gif (862 bytes) 
Los dos ciudadanos paraguayos acusados del crimen del vicepresidente Luis María Argaña, Luis Alberto Rojas y Fidencio Vega Barrios, no tienen la misma suerte que su compatriota, el ex militar Lino Oviedo. La Cancillería recibió ayer los pedidos de extradición de ambos, apresados recientemente en el país. A diferencia de lo ocurrido en septiembre pasado, cuando la extradición de Oviedo fue rechazada de plano por el ex canciller Guido Di Tella, el Ministerio de Relaciones Exteriores envió en pocas horas a la Justicia federal las dos carpetas de 200 fojas remitidas por el Poder Judicial de Paraguay. El juez federal de Morón, Alberto Daniel Criscuolo, deberá ahora resolver la extradición. A pesar de que el ministro de Relaciones Exteriores guaraní, Juan Esteban Aguirre, prevé que la Argentina va a acceder "lo antes posible" a la solicitud, los defensores de los dos paraguayos apuestan a demorar el trámite. "Una causa por extradición puede durar un año o más", advirtió a este diario el abogado Osvaldo Peña Alvarez que, junto a Víctor Stinfale, patrocina a los detenidos. Ambos letrados fueron, también, defensores de Oviedo cuando el ex general estaba refugiado en la Argentina.

  El ministro consejero de la embajada paraguaya, Sergio Bestard, presentó ayer el exhorto de extradición, más dos carpetas con los antecedentes de Rojas y Barrios, en la Dirección de Asuntos Jurídicos del Palacio San Martín. Apenas unas horas más tarde, la Cancillería mostró sus rápidos reflejos: remitió la documentación al Juzgado federal de Criscuolo, quien quedó a cargo del trámite de extradición. Este magistrado dictó hace unos días el arresto preventivo de Rojas, basándose en la orden de captura internacional librada por el juez de instrucción de Paraguay Jorge Bogarín. Según la Justicia de ese país, Rojas y Barrios son los presuntos homicidas de Luis María Argaña, vicepresidente paraguayo asesinado el 23 de marzo de 1999.

  Los presuntos partícipes del atentado contra Argaña fueron descubiertos hace unos días en la provincia de Buenos Aires. Rojas estuvo un mes detenido en una comisaría de La Matanza por un delito común, mientras que Barrios fue arrestado el lunes 28 de febrero en la localidad de Laferrère. Los dos tenían pedido de captura internacional. Habían sido delatados por Pablo Espeche, hasta entonces el único detenido por el crimen del vicepresidente paraguayo. Rojas y Barrios están alojados en la alcaidía del Departamento Central de Policía. Según sus abogados, recibieron varias amenazas de muerte: "Si vuelven a Paraguay, saben que sus días están contados".

  La espontánea autoinculpación de Espeche alimentó algunas sospechas: fuentes vinculadas a la causa afirman que le habrían ofrecido sólo dos años de prisión más un millón de dólares por adjudicarse la responsabilidad del crimen. Peña Alvarez cree que sus defendidos son inocentes. "No les da el perfil para ese tipo de delito --explicó ayer a Página/12--. A través de estos pibes se va a demostrar que todo esto es trucho." Peña Alvarez y Stinfale defendieron también a Lino Oviedo, presunto autor intelectual del asesinato de Argaña, pero no admiten suspicacias. "Nosotros estamos seguros de que Oviedo no tuvo nada que ver con eso. Quieren llegar a una solución rápida, como (en el caso Cabezas) fue Pepita La Pistolera", acusó Peña Alvarez.

  Las recientes gestiones entre Asunción y Buenos Aires parecen allanar el camino para la extradición. El miércoles pasado el presidente paraguayo Luis González Macchi y Fernando de la Rúa conversaron sobre el tema, y hace unos días la embajadora de Paraguay Leila Rachid visitó a Federico Storani para transmitirle el "agradecimiento del presidente González Macchi" por la detención de los dos sospechosos. El Gobierno quiere superar el malestar que provocó el rechazo de la extradición de Oviedo por la Cancillería menemista.

  "Habiendo independencia de poderes, no tendría que haber incidencia del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial", respondió ayer el abogado Peña Alvarez cuando fue consultado por este diario.

Informe: Martín Piqué

 

PRINCIPAL