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--¿Cómo
es la realización de la serie?
--Empezamos con una idea, en
este caso la de dos hermanos con personalidades antagónicas. Después
hacemos lo que la historia requiera con respecto a la idea, como los
chistes o las reacciones de cada uno ante diferentes situaciones. Luego
hacemos un storyboard donde se concentra toda la información:
dibujamos las escenas y hacemos los diálogos, componemos el escenario,
los modelos para los dibujos. De ahí pasamos a la animación por
computadora donde los modelos son animados y pintados, y se ensambla la música
y los efectos de sonido. Eso lleva unos seis meses y trabajan unas 20
personas.
--¿En qué fuentes se inspira
para crear un personaje?
--Puede salir de ideas pequeñas,
por ejemplo un personaje puede ser sólo un "personaje enojado",
y una vez que uno comienza a crear la historia, empieza a actuar, a
involucrar a otras personas-personajes. Y uno dice: "¡oh, sí!, este
personaje podría hacer esto, o lo otro", y empieza a evolucionar.
Como Bugs Bunny, que al principio fue sólo un conejo listo. Luego
evolucionó y se convirtió en un personaje de tres dimensiones. Las
historietas y las películas funcionan muchas veces como inspiradores.
--¿Qué tipo de historietas o
películas?
--Casi todas las revistas de
historietas me encantan. Empecé a los 10 años con las de corte fantástico,
Batman y El hombre araña. Todos mis amigos
también, pero dejaron de hacerlo cuando crecieron. Yo no, y se convirtió
en una pasión. Ahora es importante para ver qué hacen otras personas,
como referencia, y también como inspiración. Todo lo que uno escribe o
crea está basado en experiencias previas, algo que viste o hiciste
anteriormente. Entre los films, La Guerra de las Galaxias es
una gran referencia para mí. También las películas de Hitchcock...
--¿Hay referencias a Hitchcock
en sus historietas?
--En casi todas los dibujos
animados hay suspenso, drama, la trama en la que los personajes se ven
envueltos es muy Hitchcock, simples pero inverosímiles. También son de
Hitchcock los sentimientos de extrañeza. Si uno analiza un cartoon los
encuentra.
--¿Por qué se mantiene la
tradición de dibujitos violentos? --Porque son graciosos. No podemos cambiar eso: si un personaje golpea a otro provoca risa. Es una situación graciosa, y a mucha gente le gusta porque se proyectan ellos mismos en los dibujos, y se ríen. Forma parte de un mundo imaginario, que transmite otros valores: la contención familiar, la solidaridad entre los amigos. Lo que pasa hoy es que hay mucha animación pero mala, muy barata, y abusan de recursos como la violencia. Los programas que hacemos nosotros son de animación estilizada y usamos los mismos principios que usaba Hanna y Barbera, que fue la primera firma en hacer dibujos animados para TV.
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