�Los profesores ponen cualquier nota, se burlan de los alumnos.� Y en el otro extremo: �Las clases son impecables�. A la hora de evaluar a los profesores, las materias y las calificaciones que reciben los siete mil estudiantes de la Facultad de Ingeniería (UBA) tienen voz (y pronto tendrán voto). Un sistema de encuestas estudiantiles obligatorio acaba de arrojar sus primeros resultados. Y, para sorpresa de las autoridades, se descubrió que �la facultad no anda tan mal�. De hecho, el 90 por ciento de los alumnos consideró que los temas tratados en las materias son relevantes para su formación y el 75 por ciento opinó que las clases son buenas, muy buenas o excelentes. Pero, pese a ello, también hubo críticas: muchos se mostraron disconformes con las notas recibidas y objetaron la calidad del equipamiento de los laboratorios. La información recopilada se está utilizando para orientar la próxima reforma del plan de estudios (ver aparte) y también se planea usarla como antecedente en los concursos docentes.
Cada vez que un alumno aprueba una materia debe completar una encuesta anónima. Allí opinan sobre la modalidad y el desarrollo de las clases, la forma en que son evaluados y el papel de los docentes (con nombre y apellido). También pueden anotar opiniones personales. La evaluación, que alcanza a las 380 materias de las ocho carreras de Ingeniería, se realiza desde 1996, pero ahora, por primera vez, las encuestas fueron analizadas por la Subsecretaría de Gestión Pedagógica de la facultad. �El objetivo no es persecutorio para los docentes. Tiene carácter formativo. Queremos mejorar la calidad de la enseñanza y del aprendizaje �dijo el ingeniero Gregorio Glas, subsecretario�. Y, aunque parezca pedante, descubrimos que hay problemas, pero no grandes deficiencias�, completó, con una sonrisa.
Las calificaciones que los alumnos les pusieron a las materias se reparten en �muy bueno� (para un 32 por ciento), �bueno� (36 por ciento), �excelente� (7 por ciento) y �malo� (2 por ciento). Además, sólo el ocho por ciento desestima los temas tratados en las materias, mientras el 73 por ciento considera suficiente el programa de estudios en relación con el tiempo de cursada disponible. Pero, no todas son loas. Una de las críticas más reiteradas es la insatisfacción de los alumnos ante las notas recibidas. �Los chicos argumentan que un 4 en la facultad es equivalente a un 10 en otra universidad o, incluso, en otras facultades de la UBA. Y es cierto, a veces suelen tener problemas para conseguir becas�, dice Julia Denazis, coordinadora de asistencia pedagógica. Por eso, una próxima versión mejorada de la encuesta buscará profundizar la información sobre el tema.
Otra crítica estudiantil apunta al bajo porcentaje de materias que proponen prácticas de laboratorio: sólo el 36 por ciento. Y al precario equipamiento de los laboratorios. Mientras el 28 por ciento consideró que la calidad del equipo era �suficiente�, el 17 por ciento afirmó que era �escaso�, el 7 �insuficiente� y el 5 �anticuado�. También cuestionaron la escasez de materias que utilizan simulación con computadoras. �En los últimos años se avanzó muchísimo en equipamiento. Pero las limitaciones presupuestarias son claras. El 90 por ciento del presupuesto se va en sueldos�, justificó Glas. También incide una cuestión generacional: muchos profesores se resisten a incorporar novedades tecnológicas. �Son programas nuevos, tienen apenas diez años. Mientras, la mayoría de los estudiantes tienen computadoras en sus casas�, apuntó. Para revertir la tendencia, se ofrece a los docentes un curso gratuito de �Introducción a la didáctica de la educación superior�, a cargo de Denazis, experta en enseñanza de la ingeniería. De los 1600 docentes de Ingeniería, sólo concurren 20 cada cuatrimestre. �No es poco �dijo ella�. Los docentes están mal pagos. Vienen porque tienen cariño por la facultad. No hay mucho que se les pueda exigir.�
�Al principio, las encuestas fueron un poco resistidas, pero desde el año pasado ganaron popularidad �contó Denazis�. Los departamentos lasnecesitan para evaluar su equipo y los docentes se dieron cuenta de que no era una herramienta para perseguirlos�, aseguró.
En realidad, la evaluación forma parte de un proyecto más amplio de la facultad: hallar superposiciones temáticas y analizar cómo se distribuyen los turnos y planifican las clases, temas que integran el análisis previo a la reforma académica en marcha. Además, las opiniones estudiantiles van a ser cruzadas con las que surjan de las encuestas docentes, iniciadas a fin del año pasado y que se reiterarán cada año. �Queremos ver cómo funcionan los equipos docentes, cómo se distribuyen las tareas, cuáles son las propuestas que llevan las clases�, contó Denazis.
Las encuestas a los estudiantes ya están siendo acercadas a los docentes. Hay una devolución general destinada a los jefes de los 17 departamentos y otra individual, confidencial. �En general, los docentes no se sorprenden �dijo Denazis�. El feed-back es fundamental para que puedan incorporar las mejoras.� Cuando el diagnóstico alcance varios cuatrimestres, la opinión de los estudiantes se incluirá en los antecedentes docentes y pesarán a la hora de los concursos. No obstante, el control de la calidad impulsado por el Ministerio de Educación es visto con desconfianza. �Si la universidad es el lugar de producción de conocimientos, es ella misma la que debe tener estrategias para promover su evaluación�, argumentó Denazis. �No nos interesa medir a nuestros docentes por la cantidad de papers que publican, sino por la calidad de su enseñanza. En todo caso, el control externo podría llegar después de la autoevaluación�, concluyó Glas.

 

La reforma La Facultad de Ingeniería está abocada a elaborar un proyecto de reforma académica. Las claves del cambio serán, entre otras, reducir de seis a cinco años la duración de las carreras (CBC incluido) y eliminar cerca de 40 materias optativas. Cumpliendo con el modelo impulsado por la UBA, el nuevo plan de estudios también incluirá dos ciclos. Al final del primero se otorgarán títulos intermedios. Las materias del segundo ciclo serán revisadas y se incorporarán nuevas tecnologías. Hasta hoy, la facultad cuenta con una estructura departamental y diez carreras. �Tenemos lugar para un 30 por ciento más de alumnos. Pero faltan docentes que quieran trabajar por poca plata�, ironizó Glas. La matriculación tocó fondo en el �94 (con 3400 inscriptos) y, desde entonces, aumentó gradualmente, año a año: en 1999 se anotaron cerca de 6700 alumnos. �La suba tarda en notarse en la facultad porque la mayoría demora un año y medio o más en aprobar el CBC�, dijo. En los últimos años también cambiaron las carreras preferidas por los alumnos: bajó la opción por las ingenierías civil y mecánica, y crecieron Análisis de sistemas, Ingeniería industrial e Ingeniería electrónica.

 

OPINION Dedos que enroscan al IUNA

En 1999, bajo el viejo plan de estudios, en la Cárcova ingresaron 28 egresados de la Pueyrredón. Este año, con el proyecto universitario ya vigente, tenemos 199 inscriptos. Decían que queríamos cerrar la Cárcova, evidentemente nos salió mal. Decían que el IUNA era un proyecto de achique, pero parece que además de los docentes históricos vamos a tener que contratar más, ante los nuevos 3373 inscriptos. Otra vez nos equivocamos. La oposición conservadora debería entender que un equipo tan torpe en la conducción que no puede cumplir con el proyecto satánico que le adjudican, y llena las escuelas, es en realidad un equipo que le conviene. Pero no lo entiende, y no lo hace porque el cambio también trae concursos como acceso democrático a las cátedras y elecciones periódicas como forma de cogobierno. No, mejor sigamos como siempre: dedos y rosca. Dedos con rosca. En la historia de la enseñanza artística de Buenos Aires hubo tres momentos de cambio: 1º) el fundacional, cuando se conformaron las instituciones republicanas (fines del siglo XIX y comienzos del XX). Momento audaz, pero débil en el diseño institucional y curricular. 2º) El proceso reformador que, con maquillajes, intervenciones, cambios de planes, parches, fragmentación y fusión de escuelas, años sin concursos, dedos, roscas y otros esperpentos, pretendió disimular los defectos de diseño y transitó todo el siglo XX. 3º) El universitario, que inaugura el siglo XXI y recoge toda la experiencia educativa superior en arte, local e internacional. Además, crea una nueva herramienta: un instituto de arte autónomo y autárquico, con la necesaria independencia para no terminar siendo una oscura facultad asfixiada por macroestructuras universitarias. Los conservadores se dieron cuenta de que el cambio es irreversible, por eso proponen desestabilizar la conducción y empezar otra vez a construir el IUNA en el Congreso, algo que los que realmente queremos el cambio ya hemos hecho; con la clara diferencia de que los que quieren cambiar hacen para seguir haciendo, mientras los que no quieren, hacen deshaciendo. Estoy esperando que hablen de cuestiones académicas, aunque no creo que lo hagan, pues es ésa la debilidad de la oposición. En cambio, ¿qué dicen?, que Moneta es peronista (tiene derecho a serlo), que el ministerio habilitó a los consejeros para votar (la Justicia determinará si es correcto), que las licenciaturas no están acreditadas (vayan a la Coneau a comprobarlo). Muchos dedos y rosca. De cuestiones académicas, nada. Dedos con rosca. El ministerio está metiendo los dedos en el IUNA. La rosca es conservadora y entre los dos quieren conservar el esperpento. * Rector de la Escuela de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova (IUNA).

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