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Por Maximiliano Montenegro El Banco Mundial entregó a los ministros del Interior, Federico Storani, y de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, un documento sobre �El delito en Argentina�, con la meta explícita de �contener la ola creciente de crimen y violencia en el mediano plazo�. Así lo confirmó a este diario un alto funcionario del organismo internacional. El informe dice que �a partir de 1994 las cifras oficiales del delito mostraron un crecimiento significativo�. Entre las causas destaca el incremento de la desigualdad y del desempleo. Pero también afirma que �el desempeño del sistema policial y judicial en general no refleja una conducta que pueda controlar efectivamente el delito�. Dice que �la probabilidad de ser detenido y condenado por cometer un crimen� es �menor al 5 por ciento, y continúa descendiendo�. �La Argentina ha sido y en buena medida aún es una sociedad relativamente pacífica�, describe el documento en el capítulo inicial dedicado al diagnóstico de situación. �Sin embargo, a partir de 1994 las cifras oficiales del delito mostraron un aumento significativo�, advierte. En la visión del Banco Mundial, entre los factores que explican el fenómeno se encuentran los siguientes: �Creciente disparidad en los ingresos� entre la clase alta y el resto de la sociedad. Nunca, desde que se empezó a elaborar la encuesta de hogares del Indec, la desigualdad había alcanzando un punto tan alto como ahora. Aumento del desempleo y �deficiente desempeño económico�. Desde fines del �94, dos profundas recesiones azotaron a la Argentina: la del tequila, y la depresión originada en la crisis rusa. �Ineficaz presencia policial�. �Actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico�. El Banco Mundial también critica el pobre desempeño del �sistema policial y judicial�. Sobre la Justicia, en otro documento que recibió Gil Lavedra y fue adelantado por Página/12, explica que �destila desconfianza�. �La corrupción es percibida como uno de los problemas de los tribunales argentinos�, dispara. Así, según el organismo, �la proporción del total de sentencias condenatorias dentro de la totalidad de crímenes registrados ha sido menor al 5 por ciento en los últimos seis años, y continúa descendiendo�. �Estos indicadores pueden ser medidas de cómo se percibe en la Argentina la probabilidad de ser detenido y condenado por cometer un crimen�, concluye. �La meta �agrega el documento� es contener la ola creciente de crimen y violencia en el mediano plazo�, aunque no se especifican fechas. Dentro de los �itinerarios posibles� sobresalen los siguientes: �Realizar las intervenciones necesarias en el sistema judicial para que los criminales sean procesados y los ciudadanos estén más dispuestos a denunciar los delitos�. �Desarrollar una estrategia contra el crimen, con inversiones en tecnología y capacitación para diseñar mapas del delito actualizados en los mayores centros urbanos del país�. �Estimular encuestas para evaluar la calidad de los servicios provistos por las fuerzas de seguridad y el sistema judicial�. �Alentar los elementos del programa económico orientados a crear empleos, reestablecer el crecimiento y mejorar la distribución de los ingresos�, dice, finalmente, el Banco Mundial. La receta económica sugerida por Washington fue seguida al pie de la letra por Carlos Menem. Paradójicamente, los resultados fueron los que ahora se quieren combatir.
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