|
Unos minutos antes de las tres
de la tarde del 14 de febrero, Walter Balunek, de 27 años, fue con su
padre a la sucursal Pacheco del Banco Francés, en Hipólito Yrigoyen y
Ruta 9, para cobrar el dinero de la beca a la excelencia que recibe como
uno de los 30 mejores deportistas del país.
El cabo primero Luis Alberto Núñez,
que custodiaba la sucursal, interpretó que Walter trataba de asaltar a un
anciano --su padre-- para robarle la jubilación. "¡Quedate
quieto!", le dijo apuntándolo con su arma reglamentaria, y sin darle
lugar a nada le disparó.
La bala policial entró por el
abdomen, de arriba hacia abajo, afectó el estómago, el hígado y el páncreas
y salió por la espalda. Balunek fue operado y estuvo internado hasta el
jueves de la semana pasada. Ahora descansa en su casa. Le faltan por lo
menos 40 días de recuperación antes de volver a los entrenamientos. El
último informe del médico Alberto Tomás, que dirige su rehabilitación,
establece que "fue dado de alta al presentar un buen estado general.
Puede caminar y hacer ejercicios leves de brazos pero no puede hacer
fuerza abdominal hasta obtener mayor fuerza en las cicatrices", que
presenta en el vientre y en la espalda.
El remero Balunek es ganador de
dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, el año
pasado, y se estaba entrenando intensamente para participar en los próximos
Juegos Olímpicos de Sydney, en los que ya no podrá intervenir.
El cabo Núñez cumplía en el
Francés horas adicionales a su jornada de trabajo, para complementar su
sueldo. Es una actividad habitual en agentes de la Bonaerense, que no ha
dado a conocer estudios sobre las condiciones psicofísicas de los policías
sometidos a esa carga de tareas. Mientras Balunek caía herido, la
Legislatura bonaerense discutía el proyecto de otorgar mayores
atribuciones a la Policía Bonaerense, que finalmente fue aprobado.
El mismo día del hecho, el
juez de garantías de San Isidro, Juan Makintach, ordenó la detención de
Núñez como sospechoso de "lesiones graves", delito penado con
uno a seis años de prisión y por lo tanto excarcelable. La defensa no
solicitó la excarcelación, y Núñez permanece detenido. Ya en ese
momento el juez Makintach había advertido que la carátula "puede
empeorar". Ayer, en efecto, la reemplazó por "tentativa de
homicidio", haciendo así lugar al pedido del fiscal Diego Molina
Pico.
Según explicó a Página/12 el juez Makintach, "prima facie se calificó
como 'lesiones graves', a la espera de otros elementos de prueba como
pericias en el lugar, informes médicos, la filmación (de la cámara de
video del banco) y testimonios. En un tema como éste no se puede
calificar apresuradamente, y mucho menos ante presiones periodísticas o
de la opinión pública. La Justicia tiene tiempos que el juez debe
respetar".
Cuando se reunieron los
elementos de prueba, "las pericias acreditaron que Núñez disparó a
quemarropa, desde una distancia inferior a un metro y medio; utilizó su
arma reglamentaria, cuyo calibre y poder conocía, por supuesto, en su
condición de agente del orden", precisó el juez Makintach.
Entonces, "en este estadio del proceso, queda acreditada la presunción
o el indicio de que pudo existir el ánimo de ocasionar la muerte",
lo cual es necesario y suficiente para el cambio de carátula a
"tentativa de homicidio simple".
Si no median apelaciones, el
caso será elevado a uno de los tribunales orales de San Isidro en
aproximadamente 30 días. La pena por homicidio simple va de 8 a 25 años;
en el grado de tentativa, se reduce de un tercio a la mitad. Además el
tribunal deberá evaluar si Núñez actuó con "dolo directo" o
"dolo eventual": en el primer caso, se acredita una intención
directa de matar; dolo eventual es el de la persona que, aun conociendo el
resultado que tendrá su acto, de todos modos lo realiza.
|