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A casi cuatro semanas del
trascendente choque entre Chile y Argentina, por la segunda ronda de la
Zona Americana de la Copa Davis, así están las cosas del lado nacional.
Confusas. Inciertas. Por lo menos de una parte de los protagonistas. No
hay peleas ni molestias, pero como nunca antes al menos cinco jugadores
(Puerta, Guillermo Cañas, Gastón Gaudio, Hernán Gumy y Franco
Squillari) esperan con nerviosismo --y sin información previa-- la decisión
sobre quién acompañará al confirmado Mariano Zabaleta en el dúo de
singlistas del equipo.
Claro que tanto ellos como los
eventuales candidatos al doble (Sebastián Prieto, Mariano Hood, los
mismos Cañas y Puerta, Martín García y Daniel Orsanic) deberán esperar
al menos cuatro días más. Porque Davín no piensa oficializar la formación
"al menos hasta este viernes, aunque quizás lo dé la semana próxima".
¿Qué le ocurre al capitán? Quiere jugar al juego del gato y el ratón,
tal como confesó el pasado fin de semana.
--¿Por qué no diste el
equipo?
--La idea mía era dárselo a
los jugadores seis semanas antes, pero estoy tratando de que los chilenos
lo sepan lo más tarde posible. Es bueno que sigan con la duda, y si yo
les decía en privado a los chicos quiénes iban a estar, la información
seguro se filtraba.
--Pero los jugadores están
inquietos...
--Puede ser...
--¿Todavía no tenés definido
quiénes van a jugar?
--El equipo ya está. Lo tengo
decidido desde el día que jugaron Chile-Canadá (a principios de
febrero).
--¿Va a haber sorpresas?
--No, no creo que nadie se
sorprenda. Cualquier tipo que sabe de tenis, conoce quiénes pueden jugar.
Son los que están.
--Hay muchos: Puerta, Cañas,
Gumy, Squillari, Gaudio...
--No voy a dar nombres. Está
en ese montón. Pero tampoco son tantos, ¿eh?
En estas semanas, Davín se la
pasó estudiando los records de los tenistas argentinos frente a los
chilenos --en especial, ante el single dos Nicolás Massú-- y, a la vez,
poniendo en la balanza dos aspectos que él considera claves: la relación
entre unos y otros jugadores ("es básico que se lleven bien; el
equipo debe estar unido", dijo el capitán), y el temperamento copero
de cada uno. De allí que nombres como el de Gumy, quien en un año le ganó
cuatro veces a Massú, o Puerta, que en 1999 rindió de manera sólida en
los compromisos ante Ecuador y Venezuela por la Davis, cobren fuerza.
Pero el capitán también
guarda un as en la manga: desechar la idea de jugar con dos especialistas
en dobles (como lo son Hood-Prieto) y apostar a una pareja conformada por
un sólido singlista (Puerta-Orsanic, Cañas-García). En este caso, la
sorpresa sí sería mayúscula, pero... "Manejé al menos tres
variantes diferentes para conformar el dobles, y debí tener en cuenta un
montón de aspectos", dijo Davín, mordiéndose los labios para no
hablar demás. "Por ahora no puedo decir otra cosa. Cuando dé el
equipo, explicaré el porqué de cada convocatoria". Y si es así, es porque algunas cosas sí sorprenderán. Tanto como para merecer explicaciones. Aunque por ahora, sólo predominen los nervios (por un lado) y el silencio de ultratumba (por el otro).
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