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Iorio prefirió no realizar
nuevas declaraciones periodísticas. En su lugar habló el manager,
Marcelo Caputo, quien lo defendió así: "Lo que le están haciendo a
Ricardo es una barbaridad. El tiene muchos amigos judíos, Toto Rotblat de
los Cadillacs, Gustavo Rowek, que era el baterista de V8, y no tiene nada
contra el pueblo judío". En diálogo con Página/12,
Caputo anunció que Iorio querellará a los responsables del ciclo
"Memoria": "Pusieron un cartel con Ricardo al lado de
Hitler y de Haider. Gelblung dijo que habían invitado a Iorio y que éste
no había aceptado ir a su programa porque el conductor era judío. No se
puede creer...". Iorio será defendido por los abogados de Universal,
el sello discográfico que tiene contratado al grupo desde hace dos años.
Con esta compañía multinacional Almafuerte grabó dos discos, Almafuerte
y el flamante A fondo blanco, donde despliega su arsenal de consignas que
navegan entre un nacionalismo populista (aunque no xenófobo en las
letras) y un costumbrismo suburbano plagado de denuncias sociales. Iorio
es, para las tribus metálicas, algo así como un gurú criollo, y es ese
espíritu mesiánico lo que alarma a la gente de la INADI: "Los
neonazis no son tan peligrosos como Iorio, porque a ellos la sociedad los
repudia, son casi payasescos. Pero Iorio es un líder juvenil. Su opinión
es importante para miles de pibes".
Entre los particulares que
hicieron la denuncia ante la INADI, Pablo Lerner hizo hincapié en otro
detalle de la entrevista publicada por la Rolling Stone, aquella donde
Iorio puntualiza: "Lo que no me gusta es que a mi país traigan
guerras intestinas de otros lares. Y eso se evita siendo argentino. Ojalá
los políticos se dieran cuenta". En su nota dirigida a Ramos, Lerner
sostiene que "no trajimos guerras intestinas (quizás el Sr. Iorio
quiera responsabilizarnos de los ataques a la embajada de Israel y a la
AMIA), nuestros abuelos trajeron sueños, compromiso de trabajo y
esperanza de libertad (...), aquella que el Sr. Iorio pretende destruir en
nuestro país al sostener que la solución pasa por ser argentino,
desconociendo nuestra nacionalidad y nuestra dedicación cotidiana con
esta tierra (...). Al proponer una solución e incentivar a la clase política
a tomar conciencia del 'problema', cae bajo la norma del artículo tres de
la ley 23.592".
Este artículo especifica en su
último párrafo: "En igual pena incurrirán quienes por cualquier
medio alentaren o incitaren a la persecución o el odio contra una persona
o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas
políticas". En opinión de Ramos, "la sola lectura de las
expresiones del querellado Iorio revelan per se su aptitud criminal".
Juntamente con el músico fueron denunciados por supuesta discriminación
Víctor Hugo Ghitta --director editorial de la revista-- y el editor
responsable, Publirevistas SA. Ninguno corre riesgo de ir a la cárcel, ya
que la pena prevista va de uno a tres años.
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