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El lunes, Ken Livingstone había desoído las ordenes y presiones del Partido Laborista y del premier británico Tony Blair al postularse como candidato independiente para el cargo de alcalde de la capital, Londres. Ayer se reveló que su apuesta podría resultar mucho más exitosa de lo que nadie esperaba. Según una encuesta comisionada por el diario The Guardian, nada menos que el 68 por ciento de los londinenses lo votarían si las elecciones se celebraran hoy mismo. Muy atrás, en el segundo lugar, estaba el candidato �oficial� laborista, el ex ministro de Salud Frank (�Dobbo�) Dobson, con el 13 por ciento. Ahora la cúpula laborista deposita sus esperanzas en que la falta de organización y de dinero de Livingstone le impida mantener su aplastante mayoría hasta el mes de mayo, cuando se celebrarán las elecciones. Por las dudas, los leales del Partido Laborista lanzaron esta semana una violentísima campaña de ataques contra �Ken el Rojo�. El premier Tony Blair encabezó la ofensiva afirmando que Livingstone �sería un desastre: un desastre financiero, y un desastre en temas de policía y de negocios�. El candidato impulsado por Blair para alcalde, Frank Dobson, acusó a su oponente de ser un �traidor y mentiroso�. La dirigencia laborista encontró que Livingstone era culpable de �conducta completamente dañina a los intereses partidarios� y lo suspendió ayer. Su expulsión se produciría antes del fin del mes de abril. La rebelión de Livingstone tampoco agradó demasiado a la cúpula de los tories, quizá porque muchos londinenses conservadores lo están apoyando. El líder del partido, William Hague, advirtió ayer que Livingstone era �un extremista de ultraizquierda que sería letal para Londres�. La virulenta hostilidad de los dirigentes laboristas hacia Livingstone se debe que su candidatura es netamente un desafío a Blair. Fue la política de �devolución� del premier la que en mayo les permitirá a los londinenses elegir por primera vez a su alcalde. Pero Blair ha intentado por todos los medios que quien se beneficie no sea Livingstone �alguien que no es uno de sus hombres, está identificado con el ala izquierda del laborismo, y tiene un historial controversial como miembro del Greater London Council (GLC)�. El premier sufrió un revés cuando Livingstone recibió el mayor número de votos en las internas partidarias del 20 de febrero. Pero todo se arregló cuando se calculó el voto colegiado de manera que el ganador resultara Dobson. La situación quedó entonces en suspenso hasta el lunes, cuando Livingstone denunció el �fraude electoral� y anunció que el �apoyo masivo� de los londinenses lo había convencido de romper filas y presentarse como independiente. Su duelo con Blair, sin embargo, podría ser en gran medida irrelevante para el electorado. La encuesta de ayer del Guardian afirmaba que la mayoría de sus partidarios no lo apoyaban �para darle una patada a Blair�. Casi todos pensaban sinceramente que sería el mejor alcalde para la ciudad.
EL ESTADO ENTRO COMO
QUERELLANTE El
caso Pinochet se ha caracterizado por desafiar todos los pronósticos. Y
lo que sucedió ayer sin duda confirma con creces esa característica. Por
primera vez, el Estado chileno se constituyó en una de las partes
querellantes en la investigación judicial contra el ex dictador que lleva
a cabo el juez Juan Guzmán. Y eso no fue todo. El número total de causas
contra Pinochet aumentó ayer por seis hasta llegar a 72. Además de
engordar el expediente contra el senador vitalicio, esas querellas
probaron erróneas las predicciones de que el aumento de querellas se
congelaría una vez que el ex dictador estuviera en suelo chileno.
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