Por Ariel Greco
La
calculadora de Oscar Ruggeri necesita pilas nuevas. Donde debía sumar con
facilidad, restó dos puntos claves y las próximas pueden ser peores. El
técnico planificó ganar los tres partidos como local y sacar algún
punto afuera, por eso pone aquí lo mejor que tiene y lleva remiendos al
exterior. Le salió bien con Universitario, perdió en Barranquilla y
anoche se le complicó el panorama en el Grupo. Hasta anoche, todos
habían ganado sus compromisos en casa, pero ahora San Lorenzo va en
desventaja a Lima y a Asunción. En cambio, Cerro Porteño,
inesperadamente, le sacó jugó a su partido de visitante.
La primera idea de San Lorenzo salió bien: presionar a los paraguayos y
hacer rápido el primer gol. A los 12 y por una avivada de González que
sacó rápido un lateral, llegó el desborde de Estévez y el toque a la
red de Romeo. Pero desde entonces, San Lorenzo resignó el ataque
sostenido y la presión, cedió la pelota a los visitantes y se refugió
atrás para responder con contraataques. Cerro no parece un equipo
paraguayo: juega por abajo, no tira pelotazos y no abundan los ollazos.
Sin embargo es muy flojito y su dominio de la pelota no produjo muchas
situaciones. Apenas un tiro de Richard Gómez desde afuera que contuvo sin
problemas Campagnuolo y una entrada por izquierda que cortó a tiempo
Ameli, uno de los de mejor rendimiento. San Lorenzo, mezquino, tampoco
pasaba sobresaltos y así siguió durante el primer cuarto de hora aunque
la gente reclamaba el segundo gol que liquidara el partido y espantara a
los fantasmas. Pero llegó el castigo en un tirito de Struway en un tiro
libre para poner el 11 parcial. Entonces San Lorenzo despertó y volvió
al ataque. Como al principio del partido encontró el gol rápido. Cinco
minutos después del gol de Struway, Pusineri volvió a desequilibrar. Y
volvió a cometer el mismo pecado. Especuló contra un equipo menor que se
conformaba con irse de Buenos Aires con esa derrota mínima y que apostaba
al milagro mientras San Lorenzo sólo esperaba que no ocurriera un
accidente. Como suele pasar, el accidente ocurrió a tres minutos del
final. Se durmió la defensa, Coener por derecha quedó solo y tocó por
arriba para empatar 2-2 y desatar la bronca de la platea.
ESTUVO DOS GOLES ARRIBA PERO
AMERICA LO DIO VUELTA
Perdio un Central ciclotímico
Pocas veces se dan
partidos como éstos. Central tenía dos goles arriba y a un América
cerca del nocaut cuando iba media hora pero le empataron al concluir el
primer tiempo con dos goles en un minuto, le hicieron el tercero apenas
reanudaron y recibió el cuarto cuando promediaba la etapa. Desde entonces
se expuso a la goleada y encontró un mínimo premio con el descuento de
Latorre porque no le dio para llegar a una igualdad de hazaña. Antes,
cuando Latorre había clavado el segundo de emboquillada, parecía que
traía una victoria histórica. Pero faltó experiencia internacional,
picardía para manejar el resultado y desatenciones imperdonables en
momentos decisivos.
|