Por Pablo Vignone
Cuando
Gastón Mazzacane se ponga en marcha este domingo, sobre el abrasador
asfalto de Melbourne, junto a otros 21 pilotos, un país aficionado a las
carreras de Fórmula 1 volverá a preguntarse cuáles son los límites de
la ilusión. El caso Esteban Tuero, hace dos años, galvanizó las
inquietudes heroicas de los que esperaban encontrarse con un nuevo petit
Fangio o, al menos, alguien que desempolvara los viejos días de gloria
elaborados por Carlos Reutemann. Por eso, ahora, la pregunta es válida:
¿hasta dónde puede llegar Mazzacane? La respuesta no es muy distinta de
la entregada dos años atrás. No muy lejos.
En los papeles, el equipo Minardi �el mismo para el que corrió Tuero�
sigue siendo el más pequeño, la Cenicienta de la F-1. Con la gracia
latina tan cara a nuestros afectos y la organización sajona que se ha
impuesto hace un par de años, el cóctel de Faenza avanza año a año,
pero siempre más despacioso que los demás equipos. Su presupuesto
continúa siendo el más bajo, lo mismo que su fuerza de trabajo, y no son
pocos los que piensan que los dueños del equipo, Gabriele Rumi y
Giancarlo Minardi, sueñan con que Telefónica de España, el principal
sponsor (que aporta este año 14 millones de dólares), termine por
comprarlo: una valuación reciente del Investors Chronicle, una
publicación financiera inglesa, estableció el valor de Minardi en 60
millones de dólares, contra los 1600 millones de Ferrari, los 1000 de
McLaren o los 500 de Williams.
En 1999, Minardi terminó décima entre 11 escuderías, gracias al
solitario punto que el catalán Marc Gené (ahora piloto nº 1 del equipo)
logró en el Nurburgring. Sin embargo, es poco posible que puedan sostener
esa posición, especialmente debido al avance de sus principales rivales.
Arrows (novena en el �99) usa ahora el motor Supertec (ex Renault) más
potente y logró muy buenos tiempos en las pruebas previas; British
American Racing (BAR) lleva los motores oficiales de Honda, y todo el
apoyo técnico de los japoneses. Frente a eso, Minardi tiene menos que
oponer: usará el mismo motor que en 1999.
Según su diseñador, el talentoso austríaco Gustav Brunner, el modelo
2000 de Minardi, siglado M02, es �un 85 por ciento nuevo respecto al M01
de 1999. Sólo los engranajes de la caja y las suspensiones son las
mismas. Pero no hay nada particularmente revolucionario en el coche�.
Brunner dejó su sello en la silueta del coche, de trompa más afinada que
cualquiera de sus rivales y soluciones (como los laterales del habitáculo
o la disposición de los escapes) a la Ferrari. Poco puede hacer un chasis
sencillo y racional ante la falta de potencia: el Fondmetal es el motor
menos potente de la Fórmula 1, de 50 caballos menos que los más
poderosos (ver recuadro). Según el equipo, durante el año tendrá dos
evoluciones, hechas en la Fondmetal con asesoría de Cosworth,
constructores del motor.
Además, la renovación tardía del contrato de los motores demoró la
construcción de los coches �Minardi fue la anteúltima escudería en
presentar en sociedad sus autos� y consecuentemente hubo menos tiempo
disponible para pruebas: el argentino llega a Melbourne con sólo cinco
días y 660 kilómetros de ensayos.
Para encarar su año debut, Mazzacane cuenta con mucha determinación,
pero no demasiada experiencia y tampoco el mejor pedigrí. Su coequiper no
podrá aconsejarlo ampliamente, ya que ataca recién su segunda temporada
en F-1: son la dupla más inexperta de la disciplina (ver recuadro). Si se
pierden técnicamente con la puesta a punto del coche, puede tardar más
que sus rivales en encontrar el camino correcto. No sería muy lógico �salvo
por catástrofes ajenas� esperar que los Minardi abandonen
frecuentemente los últimos dos lugares de la grilla. Es que más allá de
las condiciones conductivas de Mazzacane, los límites de competitividad
que impondrá el coche serán determinantes.
Esta noche, desde las 23 (televisada por PSN) se verá la jornada
clasificatoria del GP de Australia. Allí comenzará a develarse la
incógnita.
¿Qué dicen?
�Gastón
hizo 1000 kilómetros de pruebas para nosotros en 1999 y lo conocemos
bien. Es mejor que lo que la gente cree. Físicamente, está bien
preparado. Nunca pierde la concentración, no se complica con el auto
ni se abruma. Brinda información técnica lógica y es extremadamente
determinado� (Gabriele Rumi, dueño del equipo).
�No es
nuevo que Minardi contrate un joven, y la gente verá que está
equivocada respecto de él. Se tiene mucha confianza. Obviamente, su
elección fue un compromiso. Telefónica pretendía un Sudamericano y
Minardi quería alguien que trajera dinero� (Gustav Brunner,
director técnico).
�Es un
piloto que no comete errores y creo que anda bien. Pero me habría
gustado tener a mi lado a un piloto más experto� (Marc Gené).
�Mazzacane
nos daba mayor confianza que Fontana, porque siempre demostró
concentración, ganas de aprender y fortaleza física� (Cesare
Fiorio, director deportivo). |
¿Qué dice?
�Soy
consciente de que tengo por delante una temporada difícil, pero al
mismo tiempo eso me hace sentir más motivado.�
�Creo
ser bastante maduro como para soportar la presión y no dejarme
sobrellevar por la opinión pública argentina.�
�Quiero
ser cauteloso e ir aprendiendo en forma gradual. Mi idea es ir carrera
por carrera para hacer buena experiencia y ser un piloto bueno y
rápido.�
�La
experiencia como tester de Minardi me fue de gran utilidad para
aprender la puesta a punto del auto. Mi punto débil es la
inexperiencia en las vueltas de clasificación.�
(Textual de Gastón Mazzacane.) |
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