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El primer problema empezó la
noche del jueves, cuando la gente de Nueva Dirigencia y Acción por la República
advirtió que el departamento informático del Ministerio de Justicia había
cargado un padrón que incluía a los votantes radicales. Por eso, a última
hora hubo que sacar a los "infiltrados" y la línea de votación
recién estuvo habilitada a las 9.40 de la mañana. Al cierre de esta
edición, habían votado 17.907 porteños, pese a las múltiples fallas
del sistema que a última hora de ayer reconocieron los precandidatos con
la promesa de que hoy estarían solucionadas. A saber:
* Celulares: muchas personas que intentaron votar desde su celular tuvieron que
buscar métodos alternativos. Es que el sistema les permitía entrar, les
pedía el documento, pero después se cortaba la comunicación por la
saturación de las líneas. Resultado: si volvían a llamar, una grabación
les decía: "Esta línea ya ha sido utilizada para sufragar".
Ese fue el caso de la jefa de prensa de Nueva Dirigencia, quien terminó
votando en un locutorio.
* Locutorios:
a lo largo del día, 79 de los 241 locutorios habilitados tuvieron que dar
de baja la línea que tenían habilitada para la votación. En algunos
casos, el problema era simplemente que la línea en cuestión funcionaba
con un sistema de pulsos, mientras que el call center de la votación sólo
acepta llamadas que provengan de teléfonos con pulsos.
* Teléfonos particulares: en muchos casos, sencillamente el titular de la línea no podía
acceder al sistema marcando el número desde su casa porque la línea
estaba saturada.
* Padrones:
al parecer no estaban completos, y mucha gente que se acercó a votar o
marcó el número desde su casa o desde su celular no pudo hacerlo.
Los problemas técnicos no son
los únicos en esta interna, a juzgar por el intercambio de denuncias que
ayer protagonizaron los operadores de Beliz y Cavallo. "Los de Beliz
pagaron treinta pesos a cada uno de los peronistas y les alquilaron
remises para que vayan a los locutorios a votar", aseguró un
colaborador del ex ministro de Economía. "Ellos fueron los que
pagaron. Además, tuvimos que clausurar un locutorio de la calle Las Heras
porque la única opción que daba la grabación era votar a Cavallo",
retrucaron del otro bando.
En algo sí coincidieron: las
dos partes denunciaron a la Alianza de querer "arruinarles" la
elección. "A las 8 de la mañana, cuando técnicamente todavía no
se podía votar, llamaban tipos a las principales diarios diciendo que
alguien había votado por ellos. Esa es la gente del call center que tiene
la Alianza como parte de su campaña sucia", explicaron de los dos
lados.
A la tensión natural que debe
provocar una interna, Beliz sumó ayer su enojo con Cavallo por un spot
publicitario que el líder de Acción por la República puso al aire el
jueves a la noche. Aunque Cavallo dijo que "el aviso tiene que ver
con la elección general y no con la interna", Beliz aseguró que los
dirigentes del cavallismo le prometieron que levantarían la propaganda
"para que se respete lo acordado de no hacer publicidad proselitista
durante la interna". Lo que Beliz pasó por alto es que ayer un
mensaje telefónico con su voz grabada siguió llamando a las casas de los
porteños para pedirles que lo voten en la interna.
Beliz votó en Parque
Patricios, a la tarde. Cavallo votó ayer a la mañana en un locutorio de
Palermo. Lo acompañaba su infaltable esposa, Sonia Abrazian. "En
esta interna votará más gente de que la lo hizo en la interna
Ibarra-Caputo", soltó, desafiante.
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