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--¿Cuáles
son los principales problemas del peronismo porteño?
--Yo vengo de militar 14 años en la provincia de Buenos Aires, con
(Antonio) Cafiero primero y con (Eduardo) Duhalde después. Hacia el final
de la campaña del '99, Duhalde me pidió que arme junto a (Jorge)
Telerman una lista en la Capital. Por esa tarea me quedé enganchada en la
Capital, donde empiezo a caminar. Es aquí donde me llevé una gran
decepción, porque antes de decirte cómo te va, te preguntan: "¿cuánto
hay?". --¿No
estaba al tanto de lo que ocurría en el PJ capital?
--No. Lo cierto es que mercantilizaron no sólo al partido sino
también a la militancia. Y esto se vio en la interna que fue muy poco creíble.
--La gente repudió el estilo menemista de hacer política.
--Yo no sé si ése es el sistema. --Este
es el distrito donde todavía el menemismo es hegemónico.
--Yo estuve diez años en el gobierno y nunca tuve una situación
de ese nivel. Entonces, ¿yo vivía en otra galaxia? Si la forma de hacer
política de Menem responde a estas maniobras, hay que decirles: compañeros,
esto no sirve, no sirve más. Pero la clave de todo está en el resultado
de las elecciones, porque la gente no votó peronismo y les dio un mensaje
muy claro: "No les creo, a otros dirigentes puede ser, pero a ustedes
no". --¿Y
por qué cree que la gente apoyará su lista?
--Bueno, la gente sabe que esta mujer (por ella) fue diputada y
produjo leyes sobre defensa de la mujer y la cultura. Esta mujer cumplió
y por eso me sienten su representante. Nosotros aspiramos a convertirnos
en mediadores del resultado final de las elecciones. Ninguno de los dos
tiene el 50 por ciento, y el porcentaje que obtengamos nos permitirá
después ser responsable del triunfo del candidato que compita en segunda
vuelta. --Entonces,
ya tienen definido a quién van a apoyar en segunda vuelta.
--Eso forma parte de una larga discusión que nos daremos entre los
compañeros en poco tiempo más. Por ahora queremos hacer una buena elección,
tenemos fuerza y capacidad para ello.
--¿Quiere quedarse con
la conducción del partido? --Así
es. Lo que quiero es que, con mis compañeros, nos convirtamos en los
renovadores de la renovación, lo que alguna vez hizo Cafiero. --¿Qué
tipo de oposición pretende encarnar? Algunos representantes del PJ son
bastante condescendiente con el gobierno de la Alianza.
--Es cierto, pero también hay señales optimistas como el rechazo
del bloque peronista de diputados a la reforma laboral. Es verdad que costó
un poco, hay divisiones e internas como en todos lados. En todo caso, me
siento más cerca de Gerardo Martínez, quien hizo un discurso genuino en
el Parlamento, y obviamente de (Hugo) Moyano. --Volvamos
al PJ porteño. De todo lo que usted dice, se desprende la ausencia de
liderazgo interno y de una dirigencia que convoque.
--Ese es un gran problema del PJ porteño. Por eso es que hay
tantos grupos que se fueron con Beliz, Cavallo y con la Alianza. Un
ejemplo claro es el de Telerman. No entiendo por qué se va con Ibarra, no
tiene nada que ver. En cuanto a Beliz, hizo un acuerdo con Cavallo sin
consultar, perdió la oportunidad de convertirse en el renovador de la
renovación del PJ. --Por
ello la diáspora.
--Pero todos huyen en búsqueda de un cargo. Ese el problema, mi
ventaja es que no me importa perder. Peleo sí para ganar. --Pero
usted, además de la jefatura de Gobierno también encabeza la lista de
legisladores.
--(Riendo.) Por eso no voy a perder.
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