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POU RESPALDÓ A MONETA CONTRA VIENTO Y MAREA
Un amigo en el Banco Central

El presidente del BCRA otorgó al financista 85 millones con la garantía de un edificio tasado por el Nación. Página/12 comprobó que la tasación fue posterior y por menos de lo declarado.


Por Susana Viau
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Pedro Pou autorizó al Banco Central a prestar al banquero Raúl Moneta 85 millones de dólares contra la hipoteca del Edificio República, tasado por el Banco Nación --según informó el propio Central-- en 98,6 millones. Sin embargo, los documentos obtenidos en exclusividad por Página/12 demuestran que, al momento de otorgarse el redescuento, la tasación aún no había sido realizada y, cuando por fin se concretó, los peritos del Estado determinaron que el inmueble valía en verdad 23 millones menos.

  A fines de marzo de 1999, los bancos propiedad de Raúl Moneta, Banco Mendoza y Banco República, se encontraban al borde del colapso. El 5 de abril, Pedro Pou comenzó a entregar a este último voluminosos redescuentos (dinero fresco a cambio de una ínfima cartera de créditos y la hipoteca sobre el Edificio República) para paliar lo que Moneta y su tío Benito Jaime Lucini --ambos directivos y principales accionistas del República-- habían calificado como "una situación de iliquidez transitoria", pero que acabaría siendo el fin del sueño financiero del banquero mimado del menemismo. El total del dinero inyectado en esos días por el BCRA en concepto de redescuentos fue de 85 millones de pesos. Pese a ello, el 9 de abril, el Banco República cerraba sus puertas por resolución del propio Pedro Pou.

  Entretanto, un día antes, la gerencia de créditos del Central elevaba al subgerente de Operaciones el informe 012-796 que contenía el análisis de la solicitud de fondos hecha por Moneta. La nota, firmada por el gerente y los dos subgerentes del área de créditos, consignaba que el Banco República "ha comprometido la presentación en la fecha de la tasación del citado inmueble (el Edifico República, ubicado en Bouchard y Madero, diseñado por César Pelli y actual sede de Telefónica de Argentina), que fue realizada por el Banco de la Nación Argentina, la cual ha determinado un valor de 98,6 millones".

  La Gerencia de Créditos del BCRA agregaba que, además, el Banco República había aportado las valuaciones hechas por dos entidades privadas, las inmobiliarias Castro Cronwell Weiss y Gowland, Acosta, Ledo por montos de 115 y 118 millones, respectivamente. Lo que es probable que los funcionarios del Central no supieran y Moneta, por supuesto, no decía, es que Castro Cronwell es una firma de su estrecha confianza y los integrantes de Gowland, grandes amigos de su tío y socio, Benito Jaime Lucini.

  El paper de los gerentes aludía asimismo a otras cuestiones, que hubieran encendido las luces rojas en cualquier entidad bancaria que no fuera el Central respecto de cualquier otro solicitante de dinero que no fuera Raúl Juan Pedro Moneta: "Con respecto al deudor cedido en esta oportunidad --República Compañía de Inversiones, propietaria del Edificio República-- el Area de Supervisión de Entidades Financieras ha anticipado que, según los datos de la inspección realizada el 30/6/98 esa empresa ha sido calificada en cuanto a su situación de pago como de riesgo potencial".

  La línea se curaba en salud. Salvaban, con buen criterio, su responsabilidad y, al mismo tiempo, cumplían con las órdenes. Sabían que la Ley de Entidades Financieras prohíbe el otorgamiento de redescuentos, a excepción de coyunturas de iliquidez transitoria, justamente el argumento invocado por los directivos del Banco República. Y sabían también que, aun en esos casos, la condición es que los créditos traspasados por la banca al Banco Central tengan calificación 1. El que Moneta traspasaba con el Edifico República tenía calificación 2, "de riesgo potencial", o sea de dudosa cobranza.      

Obediencia Debida

  No fue la única anormalidad a la que el 8 de abril y por órdenes de los directivos del Central tuvo que avenirse el personal de planta. En el Memorándum SG145/99 dirigido por el Sector Garantías al Sector Administración aprobando ese paso de la operación, la analista de garantías del BCRA, como sus colegas del Sector Créditos, también abrió el paraguas. Señalaba que el valor declarado de la hipoteca realizada sobre el Edifico República era de casi 87 millones y su valor acreditable (el valor al que se puede ejecutar la propiedad en caso de no pagarse la deuda) era de 59 millones y medio de pesos. No obstante, la analista se cubrió las espaldas con una frase breve y elocuente: "Por instrucciones recibidas de la Superioridad, la garantía presentada fue tomada al 146 por ciento".

  El 20 de abril las cosas quedaron más claras. El jefe del Departamento de Tasaciones del Banco Nación envió al Banco Central una escueta comunicación advirtiendo que el informe de la tasación del Edificio República, propiedad de República Compañía de Inversiones, se encontraba confeccionándose y que el trámite (la tasación) se había cumplido recién el 15 de abril. "No obstante lo cual --puntualizó el técnico Lavalle-- se aclara que según información transmitida por los profesionales actuantes, el valor del mismo para una venta no compulsiva es de 75 millones." Moneta había informado al Central --y éste consintió en creer-- que esos mismos técnicos habían adjudicado al edificio un valor de 98,6 millones. Entre los dichos y los hechos mediaba un pequeño trecho de 23 millones. A principios de enero de este año, Página/12 reveló que consultas efectuadas a importantes agentes inmobiliarios de la capital determinaban que el valor del edificio no superaba los 70 o, con muchas ganas, los 75 millones de pesos. La nota que el jefe de Tasaciones dirige al BCRA, que ahora se hace pública, confirma aquella investigación. En su último párrafo pide que "dejen sin efecto nuestro mensaje anterior, donde indicábamos el valor de 70 millones". Tal vez allí también, por órdenes superiores, se hayan efectuado correcciones para arrimar el bochín. 

 

Opinión 

Por Cancillería Argentina* 

  A raíz de las sorprendentes declaraciones del señor cónsul honorario de Mozambique en Argentina y recogidas por Página/12 el 10 de marzo con el título "El cónsul de Mozambique se queja de Argentina: Esperaba que dieran una mano", se lo contactó telefónicamente, quien ratificó sus dichos.

  Consecuentemente se impone realizar las siguientes precisiones:

  --El día 8 del corriente el Sr. Omar Evequoz, cónsul honorario de Mozambique en Argentina fue recibido por el director de Organismos Internacionales, embajador Domingo Cullen, titular de la dirección con competencia en cuanto a la asistencia internacional humanitaria y funcionario diplomático de primer nivel en la estructura de este Ministerio.

  --Se le señaló que por disposición del Sr. canciller se había autorizado el envío de una misión de voluntarios de "Cascos Blancos", y que se aguardaba la respuesta del representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Maputo para definir las características de la misma. Asimismo se le informó que ya se había comunicado a nuestra Misión Permanente ante la ONU tal circunstancia.

  --Por otra parte se le preguntó si él, como máximo representante de dicho país en la Argentina, se había contactado con la comisión "Cascos Blancos", a lo que respondió en forma negativa.

  --Se le informó, que Argentina había apoyado decididamente la creación, en el ámbito de las Naciones Unidas, de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur y, que en 1998 fue sede de la V Reunión Ministerial a la cual habían asistido delegaciones y varios cancilleres africanos.

  --Se enfatizó que el actual gobierno nacional ha decidido ampliar y consolidar su relación con el continente. En ese sentido cabe recordar que esta Cancillería gestiona ante el Programa Mundial de Alimentación la utilización de U$S 500.000 de su cuota a fin de ser destinado a ayudar en esta materia al continente africano.

  --Los conceptos señalados precedentemente resumen la versión correcta y difedigna de la reunión de referencia.

  * Respuesta oficial a la queja del cónsul de Mozambique, quien había señalado a Página/12 su sorpresa por "la falta de respaldo de la Cancillería" ante su pedido de ayuda.

 

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