|
�Hay que ser muy gorila para no asumir el peronismo como historia y como presente�, aseguró Aníbal Ibarra en el acto que oficializó el apoyo de la corriente peronista encabezada por Juliana Marino a la fórmula aliancista. A pesar de haber declarado que la campaña electoral se suspendería durante tres días por las desastrosas consecuencias de las inundaciones, el flamante dream-team porteño desembarcó al mediodía en un club deportivo del barrio de Boedo. Los esperaban más de 200 militantes que apoyaban la formación de la lista �Concertación para una ciudad justa� que llevará a la dupla de la Alianza junto a una lista de legisladores justicialistas. Marino expresó su deseo: �El 7 de mayo es el cumpleaños de la compañera Evita, con la elección porteña le vamos a hacer un gran regalo�. Felgueras fue la primera en hablar. Y empezó con una anécdota. Hace tres años, se presentó en la Legislatura para explicar un proyecto de promoción social, la cartera que ocupaba entonces en el gobierno porteño. Juliana Marino fue quien pidió a los legisladores que la saluden y le presten atención. Felgueras quedó agradecida por su gesto, al que calificó como el puntapié inicial de la relación. La candidata a vicejefa de la ciudad de Buenos Aires resumió las tres cualidades que tiene en común con Marino: �La preocupación por los más pobres, el interés en el desarrollo de los barrios del sur y �enfatizó� ser mujeres fuertes y militantes�. Su intervención fue brevísima y terminó con un deseo: �Que la gente vuelva a creen en el Estado, por lo que debe ser decente y transparente�. La audiencia, en su mayoría mujeres, escuchaba con atención a Felgueras. Pero cuando Ibarra se paró para hablar conquistó a los últimos desatentos. El candidato tenía claro que quienes lo rodeaban eran militantes históricos del peronismo y apostó a conmover. �Mi madre murió siendo peronista y odiando a Menem. Amó a Perón y a Evita y estas historias personales nos marcan la vida� afirmó. Después empezaron las diferenciaciones. Primero dijo que la corriente de Marino no tenía nada que ver con la �tupacamarización� del justicialismo, �donde cada uno está por un pedazo�. Inevitablemente también les llegó la hora a Cavallo y Beliz. Ibarra contó que iba en taxi con Felgueras y escuchó en la radio a los candidatos de la oposición jactarse de sus parecidos con Perón y Evita. �Me pareció patético y me dio bronca. Beliz con Evita es incomparable�. Y se preguntó: �¿Cómo puede compararse ese tecnócrata insensible �en referencia a Cavallo� con quien fue un ejemplo de sensibilidad social?�. La frase arrancó el aplauso ferviente del auditorio. El candidato, de jean y remera blanca, destacó que el acuerdo �será respetando la identidad justicialista� y tiene la virtud �de romper los límites y no quedarse en el mismo lugar�. Durante el plenario ya se había argumentado sobre la conveniencia del apoyo a la Alianza y después Marino aseguró que �Perón jamás dudó a la hora de hacer alianzas con otros partidos populares para enfrentar al verdadero enemigo�. El ejemplo concreto lo dio una escritora del público: �Es como cuando en el �45 la gente de Forja apoyó a Perón�. Otra integrante de esta fracción del PJ porteño, Victoria Franganillo �ex titular del Consejo de la Mujer�, coincidió con las alianzas estratégicas y comentó: �Nuestra lista debería llamarse �Volveremos��. Entre la �gente de la cultura� que concurrió al acto, sobresalió el nombre de María de los Angeles Marechal, hija del poeta. Marino la saludó cariñosamente y prometió impulsar actividades que homenajeen los cien años del natalicio de Leopoldo Marechal. Y, de paso, recordó otra fecha histórica: �Hoy es 11 de marzo, compañeros, aniversario de la primavera popular de 1973�, cuando Héctor Cámpora ganó las elecciones nacionales. Cuando Ibarra terminó de hablar, empezó a sonar a todo volumen la marcha peronista. Los militantes cantaron eufóricos haciendo la �v� de la victoria. Marino, sentada en el medio de Ibarra y Felgueras, no dudó en entonar con energía. Mientras tanto, los candidatos de la Alianza miraban sin saber qué hacer. El fin de la marcha emocionó a muchos que lagrimeabany se abrazaban. Después empezó a sonar �Naranjo en flor� y trajeron los choripanes. Informe: Verónica Gago.
|