Por Carlos Rodríguez
En
una película argentina de los ochenta, un preso interpretado por Gerardo
Romano se escapaba de la cárcel de Caseros, con la complicidad de los
guardias, en el interior de un camión de la basura. Minutos después
participaba de un audaz robo. Como la realidad se parece a la ficción, o
viceversa, una carta atribuida a un preso detenido ahora en el penal de
Melchor Romero relata fugas idénticas a las de la película, con el visto
bueno de funcionarios del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que abrían
las puertas de Caseros a cambio de miles de pesos, más un porcentaje
sobre el botín de los robos por realizar durante la salida ilegal. La
carta aparece citada en tres causas en trámite. En una está procesado el
autor de la nota, Alejandro Hebert Núñez, por intento de robo y
asesinato una noche en la cual, según el SPF, él debía haber estado en
Caseros. En las otras dos se investigan las sospechosas muertes de los
presos, del mismo penal, Miguel Angel Arribas y Maximiliano Gastón
Noguera Brizuela. Los dos eran testigos de las fugas y sus familias creen
que los asesinaron para que no abrieran la boca. Ahora se teme por la
suerte de Núñez.
La sucesión de hechos comenzó a salir a la luz el 18 de julio de 1998,
cuando tres ladrones intentaron robar en el restaurante Dolli, en Palermo
Chico, pero tropezaron con el cabo de la Federal Rubén Juárez, quien los
enfrentó. El suboficial murió acribillado a balazos con una 9
milímetros robada. El juez Alberto Baños intervino y encontró en un
lavadero del barrio de Agronomía el auto utilizado por la banda. Una
cámara de video del lugar permitió individualizar a los tres
delincuentes: Noguera Brizuela, Hebert Núñez y Reinaldo Fabián Maini.
De los tres, el único sobreseído, por duda razonable, fue Maini,
mientras que quedaron procesados Noguera Brizuela �prófugo desde el 26
de junio de 1998� y Núñez. En un comunicado difundido el 19 de octubre
de 1998, con la firma del alcaide mayor Antonio Vargas, el SPF aseguró
que Núñez, para la fecha del fallido atraco, estaba en la Unidad 1 de
Caseros, mientras que Maini se encontraba en la Unidad 24 de Marcos Paz.
El juez Baños le creyó sólo la mitad y dictó el procesamiento de
Núñez, a la vez que inició una investigación que involucra al SPF.
Para esa fecha, Baños recibió una carta manuscrita firmada por Núñez,
en la cual a lo largo de cinco hojas se detallan supuestas maniobras de
oficiales del SPF para facilitar salidas irregulares a cambio del pago de
sumas que iban de los 1.000 a los 3.000 pesos, más el reparto del
producto de los robos que se realizaran durante las salidas, que en
algunos casos podían durar meses. El propio Núñez reconocía que él
había gozado de esas prebendas, confirmadas con su presencia en el
frustrado robo a Dolli.
Según consta en la causa por la muerte de Arribas, la carta firmada por
Núñez �da cuenta de distintas irregularidades cometidas por personal
del SPF entre las que se destaca la de permitir el egreso periódico de
internos alojados en la Unidad número 1 mediante el pago de dinero sin
autorización de los tribunales a cuya disposición los mismos se
encuentran detenidos�. La nota, según se dice allí, �fue incautada
por personal de requisa de dicha unidad en la celda del interno Hebert
Núñez y remitida en fotocopia� al juez Baños. Aunque el texto
completo es guardado como papel de oro, trascendió que se menciona con
nombre y apellido, o con cargos y apodos de fácil reconocimiento, a
varios �altos ex jefes del SPF�.
Baños resolvió tomarle declaración indagatoria a Núñez, teniendo en
cuenta que admitía que �se encontraba incurso en el delito de evasión�.
Como nadie está obligado a declarar en contra de sí mismo, el preso
rechazó la autoría de la carta, pero lo hizo por medio de una deliberada
contradicción. Cuando le preguntaron si quería escribir y firmar en un
papel para someterse a una pericia caligráfica, aceptó poniendo su
nombre completo. La firma y letra son idénticas a las de la carta.
Núñez, que tiene tres fugas anteriores y es famoso por su fina ironía,
sonreía mientras entregaba el papel que llevaba su sello. Gustavo
Semorile, abogado de Núñez y del fallecido Noguera Brizuela, dijo a
Página/12 que dará a conocer el texto de la carta �sólo si es
conveniente para mi defendido�. Por ahora, se preocupó por denunciar
�la difícil situación� que atraviesa Núñez en Melchor Romero �por
el temor de una represalia�. Recordó que a fines de abril se hará el
juicio oral por la fuga de Noguera Brizuela, de la que participaron Julio
Pacheco, miembro de la banda de Luis �El Gordo� Valor, Gabriel
Chiavasco �otro defendido por Semorile�, Fabián Junco y Sixto
Albarenque.
El letrado anticipó, en pocas palabras, su línea de defensa: �Dicen
que ellos lograron escapar del penal de Villa Devoto con credenciales
falsas de abogado y con un gran despliegue que demuestra su peligrosidad,
pero yo me pregunto cómo hicieron para sortear las cuatro puertas de
hierro que tienen que atravesar si no contaron con la ayuda del SPF�.
Otras fuentes comentaron, fortaleciendo la hipótesis, que la imagen de
Julio Pacheco es inconfundible. �Nunca lo podrían confundir con un
abogado: tiene el sello de preso en la frente�. Un ex funcionario del
Ministerio de Justicia, experto en cuestiones penitenciarias, aseguró:
�Es difícil escaparse de Caseros o Devoto, salvo que estén
involucrados varios jefes del Servicio Penitenciario; es la única forma�.
Núñez menciona como testigos de las salidas concertadas a Miguel Angel
Arribas y Noguera Brizuela. Los dos están muertos. Arribas fue baleado
por la espalda, el 20 de abril de 1999, por el ayudante de tercera del SPF
Jesús Pablo Giménez. Los relatos coinciden en que Arribas intentó
fugarse cuando era trasladado hasta los tribunales de la calle Paraguay
1536.
Las contradicciones de los 16 testigos que declararon, sobre un total de
30 citados, aparecen a la hora de decir si Arribas tenía o no las esposas
puestas. Si no las tenía ¿quién lo ayudó a sacárselas? Los abogados
Daniel Stragá y Fernando Doldán, que representan a la familia de
Arribas, también dudan y han pedido una investigación a fondo en la
causa que lleva el juez Fernando Rodríguez Lubary, que podría ir a
juicio por �homicidio simple� o por �homicidio por exceso de la
legítima defensa�.
La bala que mató a Arribas ingresó por el glúteo y afectó la vena cava
inferior. Murió desangrado. La ambulancia del SAME tardó quince minutos
en llegar y el médico Pablo Guzzani dejó constancia que perdió varios
minutos más en subirlo a la ambulancia porque el jefe de la custodia del
SPF le impidió actuar con la celeridad del caso.
Noguera Brizuela apareció muerto el 4 de enero pasado en su celda de
Caseros, a donde había retornado luego de ser recapturado en agosto de
1998. Semorile cree que murió �por asfixia por acción mecánica�, lo
que significaría que alguien le apretó el cuello. Mariana, la viuda del
preso, aseguró a este diario: �Mi esposo no tenía motivos para
suicidarse como dice el Servicio Penitenciario; a él lo mataron porque
sabía lo que estaba pasando�. En la causa por la muerte de Noguera
Brizuela interviene la jueza María Angélica Crotto.
LA HISTORIA DEL PRESO MUERTO EN UN RARO EPISODIO
�Lo dejaron desangrarse�
Por C.A.
Las
imágenes que Nora de Savalía muestra de su hijo Miguel Angel Arribas son
apenas una muestra de las irregularidades que, según ella cuenta a
Página/12, se viven cotidianamente dentro de las cárceles del Servicio
Penitenciario Federal. La fotografía que aparece en estas páginas,
tomada el dos de diciembre del �98 en el piso 13 de la Unidad 1 de
Caseros, prueba como al pasar que un objeto obviamente prohibido dentro de
un penal tal como una máquina fotográfica puede ingresar si se tiene el
contacto debido en el SPF. La historia de Miguel Angel Arribas es,
paradójicamente, parte de una trama compleja, en la que su muerte
resultaría la consecuencia de haber sabido demasiado sobre negocios más
graves que la simple coima de un guardia por ingresar una cámara con la
que ilustrar esas tardes de domingo con la visita.
Miguel Angel, hijo único de Nora, una mujer que hace veinte años trabaja
como telefonista en el hospital Fernández, comenzó con las malas juntas
cuando era un chico de 16. Por robar estéreos pronto fue a parar a un
Instituto de Menores. �Me mudé para acá desesperada para cambiar de
ambiente, pero los amigos nuevos que hizo no robaban pasacasettes, sino
que robaban casas�, cuenta Nora, en un pulcro departamento de Chacarita.
A los 18 años volvió a caer preso, esta vez por un intento de homicidio
en una pelea callejera. Desde entonces, hace 7 años, que Nora conoce los
hábitos de los carceleros: �El SP te cobra por todo. Cuando no son los
cigarrillos son los veinte pesos, o los diez, o los treinta. Es un peaje
por todo. Hoy mismo en Caseros pasar de �la villa� a los celulares
-celdas con más comodidad� cuesta 300 pesos�, dice Nora. �Todo el
mundo sabe que adentro se vende droga, alcohol, y que para mejorarle las
cosas al detenido hay que conseguir un penitenciario y pagarle �asegura
su marido, Francisco Artigas�. Yo le llevé esa cámara de fotos a
través de un guardia que después de dejarnos tomar algunas se la quedó
él�.
En la época de la foto que muestra Nora, Miguel era compinche carcelario
y viejo conocido de otros dos chorros: Heber Núñez y Gastón Nogueras.
Fue así hasta que la investigación del robo al restaurante Dolli dio
como fruto un descubrimiento por lo menos extraño: según los
reconocimientos uno de los ladrones era Núñez, un hombre que estaba
preso al momento del robo. Hasta allí, Miguel Arribas era un preso más
que esperaba además de casarse con Laura, el resultado del juicio oral
por el robo a mano armada por el que había caído preso en octubre, en
medio de un tiroteo. A comienzos de 1999, y trasladado a Devoto desde
Caseros, su situación ya era tensa dentro de la cárcel. �Se rebeló en
una de esas requisas donde los del penitenciario les roban todo, ropa,
recuerdos, lo que encuentran y fue a parar al pabellón 6, de castigo�,
cuenta su padrastro.
El 20 de abril, cuando llegaba en un camión celular del SPF a los
tribunales de la calle Paraguay, Miguel Angel salió corriendo y en su
escapada el disparo de un guardia le dio en la nalga. Francisco sostiene
que con él tenía confianza suficiente como para pedirle ayuda si tenía
intenciones de escapar: �me habría dicho negro, traete la moto, o el
taxi, pero no iba a salir como un loco así porque sí�. La primera
explicación sobre su muerte comenzó a aparecer cuando Nogueras se
comunicó con la familia y les dijo que tenía que darles información
sobre los motivos por los que fue acribillado Miguel. �Ahí entendimos
que algo había, porque los testigos coinciden en que lo dejaron
desangrarse, y el mismo médico que quiso atenderlo fue frenado por los
penitenciarios para que no lo tocara, mientras agonizaba�.
Un debate de alto voltaje
El caso de Salvador Raineri, quien fue muerto la semana pasada tras
un raid con rehenes, levantó sospechas sobre el mecanismo usado en
las unidades penales para conceder el beneficio de las salidas
transitorias a las que acceden los internos. En esa instancia se
generó un cruce ácido y corrosivo entre el Poder Ejecutivo de la
provincia de Buenos Aires y la Justicia. Aquí una síntesis de los
hechos:
Federico
Domínguez, presidente del Tribunal de Casación Penal bonaerense, se
presentó ante un fiscal para iniciar una investigación sobre las
salidas irregulares de Raineri de la cárcel. �Quiero que se
investigue la compra y venta de certificados de buena conducta para
salir de la cárceles, y de los jueces y camaristas que estuvieron con
el caso�.
Luis
Alberto Santillán un preso de Sierra Chica, denunció en una
entrevista publicada por Página/12, que �los que consiguen la
posibilidad de salir son los que trabajan para el jefe. Porque vos
afuera sos guita�, dijo. En ese reportaje, Santillán agregó que
�existen dos libros de firma� que se usarían como cobertura. Los
detenidos que obtienen la salida e ingresan más tarde, �firman por
toda la semana�.
Carlos
Ruckauf, gobernador de Buenos Aires, ante la acusación de Domínguez
salió a respaldar a su ministro de Justicia, Jorge Casanovas y al
Servicio Penitenciario Bonaerense, al tiempo que responsabilizó a los
jueces por el permiso de salidas transitorias concedidas a Raineri.
�Les recuerdo �dijo� que esos señores (Raineri y Lucero)
estaban en libertad el otro día por decisión de los jueces�. En
esa apuesta anunció que evaluaba la posibilidad de pedir un jury
contra los magistrados. También pidió que se impida obtener la
libertad anticipada a cualquier condenado por homicidio.
Las
críticas de Ruckauf al Poder Judicial dieron lugar a una batalla
donde las acusaciones de ambos sectores mostraron un complicado
conflicto de poderes. Después de las acusaciones contra los jueces,
la Suprema Corte de Justicia Bonaerense intimó al gobernador a
presentar en 24 horas las pruebas sobre �presuntas irregularidades�.
La actitud alineó en pleno a la Cámara de Apelaciones y Garantías,
integrada por la sala que autorizó a Raineri y al Colegio de
Magistrados de La Plata. |
Otros paseos de reclusos
Las salidas ilegales, facilitadas por autoridades del penal, tienen
antecedentes judiciales tanto en las cárceles del Servicio
Penitenciario Federal como en las que dependen del SP Bonaerense. En
agosto de 1996, el guardiacárcel bonaerense Julio César Rodríguez
fue condenado a tres años de prisión por proveer de armas de fuego a
varios presos, a los que permitía salir del penal de Ensenada.
El juez en lo penal de La Plata Emir Caputo Tártara consideró
probado que el cabo primero del SPB. Rodríguez incurrió en los
delitos de �malversación de caudales públicos�, por haber
facilitado armas a presos, y de �falsificación de documento
público�, por haber adulterado el libro de guardias del penal para
posibilitar las salidas clandestinas. Rodríguez los proveía de
pistolas reglamentarias 9 milímetros y a cambio pedía 50 pesos de
anticipo, más el reparto del botín en partes iguales.
Otro caso similar ocurrió en el penal de Villa Devoto, con el
detenido Alberto Scalzone, quien en septiembre de 1998 fue detenido
por personal de la comisaría 48ª por participar en un robo. Al
buscar los antecedentes del ladrón, la policía descubrió que tenía
una condena a 12 años de prisión por el asalto a la sucursal Núñez
del Banco de Galicia. Y lo que es peor, en ese preciso momento debía
estar encerrado en Devoto.
En relación con este caso se produjo un duro intercambio de
acusaciones entre el Servicio Penitenciario Federal y el juez de
ejecución penal Néstor Narizzano. El SPF argumentó que se había
emitido un informe negativo respecto de la conducta de Scalzone que no
fue tomado en cuenta por Narizzano, quien igual le concedió un
régimen de salidas transitorias, durante las cuales el preso volvía
a las andadas. |
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