Domingo
Cavallo superó con holgura a Gustavo Beliz en la encuesta telefónica de
tres días y es el candidato de la coalición opositora que se opondrá a
Aníbal Ibarra-Cecilia Felgueras por la jefatura de la ciudad en las
elecciones del 7 de mayo. Es una dura derrota para las aspiraciones del
belizismo. Y en la Alianza no se preocupan. |
Para
alivio de los dirigentes de ambos partidos y sus aliados, la primaria
telemática finalizó en orden, y a las cinco menos cuarto de la tarde, la
mesa de enlace compuesta por Armando Caro Figueroa, Marta Oyhanarte y
Alberto Iribarne, por el lado de AR, y Enrique Rodríguez, Jorge Srur,
Abel Fleitas y Pimpi Colombo por ND, anunció el resultado de los
comicios. Los 36.398 votos que reunió Cavallo significaron el 54 por
ciento de los votos emitidos, mientras que los 23.335 votos que recibió
Beliz, el 36 por ciento.
Desde la base de datos de una
empresa informática, ubicada en el barrio de Barracas, Alfredo Castañón
se dio el lujo de informarle a Domingo Cavallo la victoria, mientras que
el legislador Miguel Doy tuvo que trasmitirle la mala noticia a Beliz. En
su casa de la Avenida Libertador, Cavallo celebró con su esposa, Sonia,
sus hijos Sonita, Eduardo y Alberto, además de sus respectivos novios. La
familia estuvo tan inmiscuida en la realización de los comicios que
Cavallo ni siquiera estaba enterado de la victoria de Boca, y además
cuando vio la columna de humo que provenía de la zona sur de la ciudad,
preguntó qué era. "Se está incendiando la Reserva Ecológica,
doctor", le dijo la novia de su hijo Eduardo.
"¿Se enteró que ganó
Boca 1 a 0?", le preguntó Página/12.
"¿En serio?, qué bueno, ganan todos los que de alguna manera están
vinculados conmigo", contestó el ex ministro mientras buscaba un
vaso de agua en la cocina. Cavallo estaba tan exultante que les reclamó a
sus hijos que dejaran el gesto serio para después de la sesión fotográfica
en la que participaban. La alegría de Cavallo no sólo era resultado de
su victoria sobre Beliz, sino también por la importante participación de
la gente en estos comicios telefónicos, inédito en la historia
electoral.
Mientras Cavallo exteriorizaba
su alegría, los encargados de controlar el normal desarrollo de los
comicios, los integrantes de la mesa de enlace y los equipos técnicos
respiraban aliviados y sólo les faltaba que el conductor del "Juego
de la Oca", Emilio Aragones les dijera: "Prueba superada".
Luego de un inicio más que conflictivo, con muchos problemas para la
gente que quiso votar desde su casa, la interna tomó un carril más
normal, tal como indican los datos finales que señalan que con el 44,6,
los votos de los particulares fueron mayoría. Otro bandera que
enarbolaban cavallistas y belizistas era el porcentaje de independientes
que votó, que superó el 72 por ciento. "Este es un porcentaje inédito
para una interna de dos partidos nuevos con una estructura débil",
resumió Enrique Rodríguez.
A la hora de medir la competitividad de su gente, Cavallo debe
estar que más que satisfecho con su gente y sus aliados, ya que la zona
norte de la ciudad, su feudo, fue el que registró un importante número
de votantes con el 40,4 por ciento. Pero además, el diputado nacional se
dio el gusto de desequilibrar los comicios en la zona centro, considerada
clave por ambos comités de campaña. A Beliz, que tenía sus esperanzas
puestas en la zona sur de la Capital Federal, sólo le queda hacer un duro
análisis, ya que sólo el 18,3 por ciento de los habitantes de esa parte
de la ciudad participó de los comicios.
Con el resultado ya conocido, a
los integrantes de la fórmula de Encuentro por la Ciudad les queda
retomar el trabajo en conjunto que venían realizando sus equipos y que se
interrumpió en agosto de 1999, cuando Cavallo y Beliz se pelearon. A la
par de la puesta en marcha de la redacción de la plataforma, ambos deberán
definir en forma separada la lista de candidatos legisladores que llevarán
a Nueva Dirigencia, por un lado, y Acción por la República, por el otro.
Mientras, los dos fueron en busca de Ibarra, con el objetivo de sentarlo a
debatir la mayor cantidad de veces posible.
Los cavallistas y los
belizistas reclaman debates conjuntos con Ibarra y con Cecilia Felgueras,
ya que creen que los conocimientos de sus candidatos les permitirán
achicar la distancia que les lleva el binomio aliancista. Con ese fin,
optaron por provocar a Ibarra, al asegurar que "Carlos Menem, Carlos
Corach y Alberto Kohan ya tienen decidido apoyar a Ibarra y a
Felgueras", en relación con el odio manifiesto que les profesan el
ex presidente y sus dos colaboradores a ambos. Para negar cualquier
acuerdo con el menemismo porteño, Cavallo señaló que "no quieren
(por los menemistas) que ganemos nosotros, así que yo preferiría que les
den un apoyo explícito" a Ibarra y a Felgueras. También desvirtuaron la capacidad de Ibarra, al afirmar que "lo que más le conviene al gobierno de Fernando de la Rúa es un gobierno de Cavallo y Beliz en la ciudad, ya que a partir del 7 de setiembre va a haber una inmediata reactivación económica en la Ciudad". La fórmula de la derecha porteña lanzó estas frases desde el Luna Park, donde realizaron un acto para bautizar el acuerdo.
En relación con el triunfo de
Cavallo, Ibarra consideró que le resultaba "indistinto". Según
explicó, "el éxito de la Alianza en primera vuelta nunca dependió
de lo que hicieran" sus adversarios de la oposición. Para graficar
su distancia sobre el resultado de la interna telefónica entre Cavallo y
Beliz comentó que "esta mañana corrí una maratón de 6 kilómetros
entre La Boca y Barracas por la mejora del medio ambiente y recién
termino de disfrutar un asado familiar". Por su parte, el primer candidato de la lista de legisladores porteños por el Frepaso, Abel Fatala, opinó que "esta interna se armó para que gane Cavallo" ya que, a su entender, es "muy poco serio que se pueda realizar una elección de esas características en tan sólo diez días". En sintonía con Ibarra, Fatala --actual secretario de Obras y Servicios Públicos de la comuna porteña-- dijo que no estaba siguiendo de cerca la interna telefónica de la oposición y que en estos momentos se encontraba en el estadio de San Lorenzo viendo el clásico contra Racing.
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