Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


APLASTANTE TRIUNFO DEL CENTRODERECHA CONTRA LA ALIANZA DE IZQUIERDA
No fue ningún chiste de gallegos en España

El Partido Popular de José María Aznar no sólo ganó las elecciones de ayer sino que además conquistó la mayoría parlamentaria, lo que le permitirá gobernar sin pactar con los nacionalismos. La bonanza económica fue decisiva a la hora de votar.

José María Aznar y su esposa Ana Botella, felices a la hora del triunfo.

Por Raúl Kollmann
 
Desde Madrid

t.gif (862 bytes) 
La derecha arrasó y la izquierda perdió por paliza. José María Aznar, el presidente de centroderecha del gobierno español, se impuso al acuerdo entre los socialistas y la izquierda por algo más de 10 puntos, un margen inesperado hasta para los propios dirigentes del gobierno. Aznar consiguió, además, la mayoría absoluta de diputados, con lo cual no necesita negociar con los nacionalistas para formar el nuevo gobierno. La notable bonanza económica española --similar a la del resto de Europa y Estados Unidos--, la reducción en el desempleo y la desilusión que aún tiene el electorado con los niveles de corrupción que hubo en el gobierno socialista fueron algunas de las claves del resultado.

  La izquierda no sedujo y la derecha cosechó el auge económico. Una de las consecuencias más impactantes de la noche fue la renuncia inmediata del secretario general y candidato del PSOE, Joaquín Almunia, quien dio un paso al costado porque "hay que renovar el socialismo en sus ideas y sus hombres". Mientras tanto, las grandes empresas que lograron un crecimiento explosivo en los últimos años --Telefónica, Repsol, los bancos españoles--, tienen garantizado un fuerte respaldo en los próximos cuatro años. Los datos son categóricos: el Partido Popular de Aznar obtuvo 183 diputados, seis más de los que se necesitan para gobernar. El PSOE perdió 16 bancas y la Izquierda Unida (IU), que apoyaba al candidato socialista, concretó la catástrofe que se prenunciaba, ya que se quedó con menos de la mitad de sus diputados. Bastante antes del cierre de los comicios a las 20, las caras eran largas en el comando del PSOE. Es que los datos indicaban que bajó en forma abrupta --un 11 por ciento-- la cantidad de votantes. Traducido, esto significaba que Almunia --un hombre con pinta de tío bueno, pero no un dirigente carismático-- no había logrado movilizar a lo que ellos llaman "la mayoría de izquierda". Es que hubo 15 años en que la izquierda le pegaba nítidas palizas a la derecha, pero ese electorado se volvió más bien pasivo, poco entusiasta. "Estos no son de izquierda, se hincharon a robar", argumentan muchos de los que ayer no fueron a votar.  Anoche, en el comando de IU no faltaban los que decían, un poco en serio y un poco en broma, que "si esto es así, los pocos rojos que quedamos nos vamos a tener que exiliar".

  En verdad, no era para dramatizar tanto, pero obviamente el fracaso fue estruendoso. Con algunas diferencias importantes, el pacto que se hizo aquí se parece un poco a la formación de la Alianza en la Argentina. Aquí quedaron heridos de ambos lados. En el PSOE, el votante moderado se espantó con el acuerdo con la izquierda, y en IU, que se la pasó años criticando al PSOE acusándolo de implementar políticas de derecha, más de la mitad de los votantes le dieron la espalda a las urnas. La experiencia indica que en general estos pactos no funcionan salvo, como ocurrió en la Argentina, que la prioridad muy mayoritaria del electorado sea sacarse de encima --sí o sí-- al partido o al candidato que ejerce el gobierno.

  No era ése el caso aquí en España. Se consiguen créditos para la vivienda a veinte años y con un interés anual del 4 por ciento; hay una irrupción de celulares, Internet, viajes baratos y coches modernos. Pero tal vez lo más importante es que bajó el desempleo casi a la mitad, aunque en muchos casos se contrata a la gente por una semana y se le va renovando ese contrato semana a semana durante muchos meses. Al mismo tiempo, el gobierno de Aznar no se vio envuelto en grandes escándalos. O sea que no había un fuerte ambiente a favor de sacarse de encima la administración Aznar y, por el contrario, entre los jóvenes parece surgir una generación --se ve en la universidad-- de centroderecha.

  En paralelo, los directorios de las grandes corporaciones españolas seguramente festejaban anoche el resultado. Siempre estuvieron cerca de Aznar y éste los respaldó en sus alianzas y en su política de expansión, tanto en España como en América latina, especialmente la Argentina. Seguramente Telefónica tiene ahora las espaldas aún más cuidadas para seguir con su política de adquisiciones en nuestro país.

  ¿Prenuncia esta victoria aplastante en España un giro hacia la derecha en el conjunto de Europa? No parece. Hay gobiernos de centroizquierda en 12 de los 15 países de la Comunidad Económica Europea, incluyendo algunos de primera importancia como Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia. Lo que sucede además, es que el conjunto de la población no percibe grandes diferencias en los planes de gobierno del centroderecha y del centroizquierda. El apoyo o el rechazo se da más bien por el carisma de los dirigentes, los casos de corrupción y, sobre todo parece que los ciudadanos se cansan de los gobiernos que están demasiado tiempo en el poder. Ahí, el desgaste produce un vuelco y es cuando los oficialismos suelen perder. Aznar no está desgastado ni mucho menos, pero su gobierno de centroderecha es mucho más una excepción que la regla en Europa.

  Como ocurrió durante toda la campaña, la gente se mantuvo un poco ausente de la contienda. Aznar arrasó, pero aun así en el festejo en la calle frente a la sede del Partido Popular no hubo más de dos mil personas que le gritaban a Aznar "torero, torero". Lo que se dice una elección sin  dramas ni euforias.

 

Las palabras y las cosas

José María Aznar, reelegido de hecho como presidente del gobierno: "Hemos sacado la mayoría absoluta, pero vamos a seguir manteniendo un gobierno de acuerdos con las demás fuerzas políticas. Sobre todo en los grandes temas nacionales (en obvia alusión a la lucha contra el terrorismo de ETA). Se ha demostrado que estábamos en el buen camino y seguiremos gobernando así."

Joaquín Almunia, candidato y secretario general del PSOE: "Presento mi renuncia indeclinable. Hay que renovar las ideas de la izquierda y el progresismo. Tenemos que pensar qué será el socialismo del siglo XXI. Y además hay que cambiar los hombres. Por eso doy el paso al costado. No hemos sabido convencer a nuestra gente, no supimos explicar el pacto de izquierda y por eso aumentó la abstención electoral, un dato que es preocupante". Almunia no quiso evaluar como un fracaso el acuerdo con la izquierda, pero es obvio que ese pacto no mejoró sino que empeoró su performance electoral.

Francisco Frutos, candidato de Izquierda Unida: "Tenemos que pensar qué corrientes profundas hay en la sociedad española. Esta ha sido un resultado malo, adverso. Tenemos que reconstruir nuestro discurso y nuestra práctica, pero debemos seguir enfrentando a los conservadores en todos los terrenos, el económico, el social y el cultural".


Perdieron las encuestas

  Las encuestas volvieron a mostrar fallas de envergadura. Habían anticipado una victoria de Aznar de entre tres y cinco puntos y al final la diferencia fue el doble. Lo más notorio es que ninguna consultora pronosticó siquiera la posibilidad de que el Partido Popular iba a conseguir la mayoría absoluta en diputados.

  Las bocas de urna tampoco fueron muy precisas, aunque sólo le pifiaron por tres puntos: pronosticaron que Aznar ganaba por siete puntos y se impuso por diez.

  Está claro que últimamente una franja importante de la población mantiene oculta su intención de voto y, ya sea por vergüenza o por desconfianza, no le dice a los encuestadores por quién va a votar. Además, los ciudadanos tienden a definirse sobre el final, lo que complica mucho más la precisión de los sondeos.

  Aquí en España, lo que sí mejoró notoriamente fue el escrutinio. La empresa Indra, la misma que lo realiza en la Argentina, completó casi el 90 por ciento del conteo en menos de dos horas y media.

 


RESULTADOS FINALES

* Partido Popular (PP, centroderecha): 44,56% - 183 diputados.
*
Partido Socialista Obrero Español (PSOE): 34,08% - 125 diputados.
*
Izquierda Unida (IU): 5,46% -  8 diputados.
*
Convergencia i Unió (CIU): 4,19% - 15 diputados.
*
Partido Nacionalista Vasco (PNV): 1,5% - 7 diputados. 
*
Bloque Nacionalista Galego (BNG): 1,32% - 3 diputados.
*
Coalición Canaria (CC): 1,03% - 4 diputados.
*
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC): 0,84% - 1 diputado.
*
Eusko Alkartasuna (EA): 0,44% - 1 diputado.
*
Iniciativa per Cataluña‑Los verdes (IPC-LV): 0,52% - 1 diputado.
*
Chunta Aragonesista (CHA): 0,33% - 1 diputado.

 
Total: 349 bancas.

 

PRINCIPAL