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DETUVIERON A UN EX CONCEJAL QUE EXTORSIONABA A EMPRESARIOS
Pague si no quiere ser secuestrado 

Investigan si el ex concejal del PJ era parte de una organización mayor. Tenía acceso a información confidencial.


Por Raúl Kollmann
 Desde Madrid
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Un ex concejal del Partido Justicialista de Villa Mercedes, San Luis, Adrián Ascar, fue detenido en el marco de una operación de extorsiones a varios empresarios que recibieron una carta exigiéndoles dinero y firmada --en forma falsa-- por la agrupación de izquierda Patria Libre. Se amenazaba a los empresarios con el secuestro e incluso la muerte de algún familiar si no se entregaban las sumas pedidas. El caso tenía conmocionado al Gobierno, ya que al menos cuatro empresarios --sólo trascendió el nombre de José Coto-- hicieron la denuncia, pero se sospecha que las cartas y las amenazas extorsivas debieron llegar a varios más. En un principio, el ministro del Interior Federico Storani --que está de visita aquí en Madrid-- y la plana mayor de la Policía Federal sospecharon de la mano de obra que quedó recientemente desocupada de la SIDE. Por el léxico utilizado en las cartas, muy de servicio de inteligencia, quedaba claro que no se trataba de un grupo de izquierda. La detención de Ascar no termina con la investigación sino que es un primer paso: Storani quiere saber si el concejal que terminó su mandato el 10 de diciembre es un llanero solitario o es parte de una organización más grande.

  Un empresario de San Luis fue uno de los cuatro que se comunicaron directamente con el Gobierno para revelar que eran víctimas de una extorsión supuestamente política y con pinta de grupo guerrillero en operaciones. Ese empresario puntano --propietario de empresas y campos--había perdido hace poco un hijo y por lo tanto la carta de extorsión era aún más siniestra. Contenía los siguientes elementos:

  * "Conocemos el movimiento de sus cuentas bancarias en tales y tales bancos." La información era muy precisa y demostraba que el supuesto grupo tenía muy buenos datos y acceso a información confidencial.

  * "En base a ese movimiento de dinero, nosotros evaluamos que su aporte a nuestra causa revolucionaria debe ser de 200.000 pesos."

  * "La operación se considerará fallida si usted no envía el dinero o si hace la denuncia a la Policía Federal. Nosotros tenemos muy buenos contactos y seremos los primeros en enterarnos si usted hace la denuncia." La palabra "fallida" fue inmediatamente vinculada con el idioma habitual de los servicios de inteligencia.

  * "En caso de que la operación resulte fallida la represalia no será contra usted sino contra su familia. ¿No querrá usted perder otro hijo?"

  * "Cumpla con el pago. Es usted el que debe tarifar cuánto vale la vida de su familia."

  En el final de la carta se daban instrucciones sobre cómo enviar el dinero. Básicamente se trataba de una encomienda que el empresario tenía que mandar a un domicilio en la Capital Federal. El envío debía hacerse por una determinada empresa de autobuses. Al final de la nota, aparecía el logo y el nombre de Patria Libre.

  El empresario puntano, aterrorizado por el peligro que corría su familia, recurrió al dirigente radical de su provincia, Walter Ceballos, y éste a su vez se comunicó de inmediato con Storani. En una reunión reservada que el ministro, el empresario y dirigente radical mantuvieron con el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, se evaluó que efectivamente no se trataba de un grupo de izquierda y que la firma de Patria Libre era falsa. Santos también consideró difícil que hubiera ex integrantes de los servicios de inteligencia detrás de la extorsión. En principio, la idea era que debía tratarse de alguien que conocía bien al empresario puntano, aunque lo que conspiraba contra esa teoría era que había otros empresarios, residentes en otros puntos del país, que también recibieron las falsas cartas extorsivas firmadas por Patria Libre.

  Lo que se decidió fue hacer efectivamente la encomienda con el dinero, pero no vigilar el punto de llegada sino el de salida. O sea las oficinas de la empresa de autobuses en San Luis. Y esa estrategia dio resultado: Ascar tenía una manera de sacar allí la encomienda y lo agarraron con las manos en la masa. Ayer, en Madrid, Storani recibió la noticia de la detención en el momento en que era entrevistado por Página/12. La cuestión no sólo lo tenía preocupado a él sino también al presidente Fernando de la Rúa y hace dos semanas que trabajaba en el caso un grupo especial de la Federal.

  Queda por ver ahora cómo se relaciona la extorsión de San Luis con las demás y fundamentalmente si Ascar era un "llanero solitario" --que es lo que cree el comisario Santos-- o una organización de mayor envergadura. Todo indica que en los próximos días podrán aclararse las relaciones de Ascar y cómo y con quién operaba.

 

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