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Con el tiempo, el espacio del
Colón en Municipal se convirtió en un bastión de la vida cultural de la
ciudad. Por aquellas ondas, recibidas al principio en radio a galena,
pasaron personajes de la talla de Maria Callas, Arthur Rubinstein, Tito
Schiapa, Jascha Heifetz, Beniamino Gigli. El paso de las eras y los
cambios de gobierno deparó que la señal se transformase luego en la
Radio de la Ciudad. Lo que no cambiaba era la costumbre de llevar la música
culta más allá de sus ámbitos específicos. En 1990, con el gobierno de
Carlos Menem en el poder, en una decisión nunca del todo explicada, los
conciertos eyectaron de la programación de la radio.
Este año --a 73 de la primera
transmisión de la entonces Municipal-- la radio, ubicada ahora en AM
1110, volverá a transmitir en vivo los conciertos del Colón, como quien
vuelve a su viejo amor. El plan es más amplio: incluye el proyecto de
realizar en el curso de la temporada transmisiones de los espectáculos
del Teatro Presidente Alvear y el Teatro San Martín. El nuevo siglo, está
claro, implica un relanzamiento de la radio de los vecinos de la ciudad,
que ha cambiado, por lo demás, buena parte de su programación.
Luis Gregorich, subsecretario
de Comunicación Social del Gobierno de la Ciudad a Página/12, dice que su interés personal "es entregar esta
radio funcionando en las mejores condiciones" a la administración
que surja de los comicios del 7 de mayo, que renovarán el gobierno porteño.
"El gobierno tenía una deuda con esta radio --acepta--, que sigue
sin estar bien ubicada en el rating y con problemas de identidad." La
planta de la radio cuenta con 207 personas entre estables y contratados, y
con un presupuesto de 3,5 millones de dólares aprobado para el 2000.
Los problemas a los que hace mención el funcionario pasan, de sus
paredes hacia afuera, por la pérdida del espacio en el 710 del dial.
"Esa guerra se perdió luego de una larga series de combates, cuando
una decisión jurídicamente discutible decidió privatizar la onda",
recuerda Gregorich. Una licitación, abierta por el gobierno de Carlos
Menem meses antes de que la ciudad se convirtiera en autónoma, fue ganada
por Daniel Hadad, hoy dueño de Radio 10, junto a un grupo poderoso de
socios. "Cuando asumimos el Gobierno de la Ciudad, tuvimos que
negociar el cambio de onda a la vieja Radio Argentina porque el juicio ya
estaba perdido", resume Gregorich. El resultado final del cambio fue
altamente perjudicial para los intereses municipales: la del l.ll0 es una
sintonía difícil, la 710 es excelente. Basta con pasear hoy por el dial
para tenerlo claro. Y mesurar el despojo perpetrado a los intereses del
Estado.
El relanzamiento de la emisora
incluye un reequipamiento. "Las transmisiones desde el Colón se
concretarán en fibra óptica y estamos haciendo las conexiones para poner
la AM en internet. Ya están confirmadas unas 40 transmisiones durante
todo el año desde el Colón y habrá que negociar las funciones privadas
una por una", señala Gregorich. En horas de la tarde, la programación
estará orientada a "servicios sociales interactivos". "El
papel de los medios estatales es el de asegurar la difusión de los actos
de gobierno y asegurar la democracia informativa y el pluralismo. Eso
estamos haciendo en la Radio de la Ciudad".
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